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ESCLAVO EN PINTURA RELIGIOSA

ESCLAVO EN PINTURA RELIGIOSA

En la iglesia de Santa María del Rosario se muestra la primera pintura donde aparece un negro. Allí, tres obras de Nicolás de la Escalera están consideradas pioneras del arte cubano del siglo XVIII.

LÁZARO HERNÁNDEZ REY,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

La primera pintura donde aparece un negro esclavo en nuestra historia se exhibe libremente en la iglesia de Santa María del Rosario, en la provincia La Habana, a más de una década de su restauración.

Gregorio Reyes Delgado, historiador del poblado, apunta que el cuadro en cuestión es una pechina (triángulo esférico que tiene una superficie limitada por tres arcos de circunferencia) titulada Santo Domingo y la Noble Familia de Casa Bayona, que pertenece a la serie de Nicolás de la Escalera junto a otras tres piezas.

Está situada en la nave central de la iglesia y es considerada como la primera representación pictórica de un hombre negro en nuestra historia de la cual se tenga conocimiento, dijo.

“En la obra, el esclavo no está en cualquier lugar, se halla en un primer plano junto a la familia condal, y no a la derecha del santo, con las mujeres y los hijos, sino a la izquierda, con los señores más importantes. Aparece sentado con su brazo sobre la pierna derecha de José Herrera y Chacón, primer conde de Casa Bayona”, aclaró el historiador.

Según el libro Una mirada sobre el Cotorro, la pintura supera lo estrictamente religioso y muestra un cuadro de la época. En ella, junto al conde aparece el negro esclavo que según la leyenda, le curó las piernas enfermas con aguas del manantial que había en esas tierras.

En agradecimiento, destaca el texto, el conde le ordenó perpetuar el hecho a Nicolás de la Escalera en una de las pechinas. Tales circunstancias condujeron a que, por primera vez, la figura de un esclavo negro apareciera en el interior de una iglesia.

El Padre Santiago, pastor de la parroquia, explicó que en aquellos tiempos el hecho tuvo cierta trascendencia en los hacendados de la zona. “La fe y profunda devoción del conde por la Orden de los Dominicos facilitó el reconocimiento de la acción. Fue su prestigio el detonante para la aceptación de la pintura”, declaró.

“No obstante, ese acto debe verse también como un intento para apaciguar la rebeldía de los esclavos, quienes continuaban sus manifestaciones de rebeldía iniciadas en 1727 con la sublevación de Quiebra Hacha, donde la represión por parte del conde de más de 300 esclavos caldeó mucho la situación”, explicó el Padre.

Nicolás de la Escalera, precursor de nuestra pintura y muy valorado por el retrato de la sociedad que ofrece en sus murales, realizó estas obras entre 1760 y 1766, tiempo en que fue construida la iglesia, precisa el libro La Historia del Cotorro.

Acorde al sitio digital Ecured, Guy Pérez Cisneros, una de las figuras principales de la crítica de arte en la primera mitad del siglo XX, expresó sobre él: “En el mural de Santa María del Rosario toca a la vez el misticismo agudo del siglo XVII (imagen y culto a Santo Domingo), el carnaval rococó del siglo XVIII (presencia del negro) y un presagio de panteísmo romántico del siglo XIX (leyenda de las aguas termales). Pocas obras en la historia de la pintura cubana nos parecerán tan llenas de sentido como este mural de nuestro pintor de finales del siglo XVIII”.

Pie de foto: En la escena, el esclavo aparece acompañando al conde de Casa Bayona.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.

Tipo de lead: Sumario de Qué.

Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.

Primer valor noticia: Singularidad.

Otros dos valores noticia: Interés colectivo. Repercusión.

Tipos de fuentes: Documentales (Una mirada sobre el Cotorro, La Historia del Cotorro, Ecured); Directas: Gregorio Fuentes Delgado (historiador de Santa María del Rosario), y el Padre Santiago (pastor de la iglesia de Santa María del Rosario).

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