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Isla al Sur

UN RÁPIDO Y FURIOSO CONDUCTOR EN LA HABANA

UN RÁPIDO Y FURIOSO CONDUCTOR EN LA HABANA

OLIVIA RODRÍGUEZ MEDEL,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

Nuestra Habana se despierta diferente; calles cerradas, tráfico difícil y multitudes reunidas alrededor de cámaras y trailers. «Hollywood está en Cuba», es el comentario que camina de boca en boca en la capital.

La Isla es hoy escenario de filmación de una de las sagas más taquilleras de la industria cinematográfica norteamericana: Fast and Furious.

Increíble me pareció la noticia, no pude evitar acercarme a la multitud reunida en San Lázaro y Belascoaín, camiones con gigantescos carteles que ponían Hollywood, cientos de personas soñando con ver a lo lejos un «calvo musculoso», «¡Está en aquel camión!» o «¡Salió de esa carpa!», comentarios que surgían en medio de la incertidumbre. ¿Estará Vin Diesel realmente aquí? Me pregunté.

Sí, está aquí, pero no solo él, lo acompañan los demás protagonistas de esta millonaria producción de Universal Studios: Michelle Rodríguez (Letty) y Jordana Brewster (Mia). Se echa de menos al desaparecido actor Paul Walker, pero el público piensa que manteniendo viva la saga se conserva su memoria.

La primera película de la serie fue estrenada en diferentes fechas del 2001, en ella se muestra el peligroso mundo de las carreras callejeras y el tunning (modificación de autos). La trama transcurre en Los Ángeles, aunque en las posteriores entregas los protagonistas viajan a diferentes ciudades del mundo.

Desde el día 22 de abril se filma en la Isla la octava parte de este prestigioso filme, destino vetado durante muchos años para las productoras estadounidenses. El proceso debe concluir el próximo 5 de mayo.

Hoy, después de la “reapertura” del 17 de diciembre de 2014, se confirma que Cuba está de moda.

Junto a la multitud desfilaban carros americanos (almedrones) y un sinnúmero de cámaras que, sumado a las voces anglosajonas del staff, le dan un ambiente irreal a este tramo de la Avenida Malecón.

Me sentí muy orgullosa, mi Habana fue elegida por los productores de la cinta.

Después del estreno, me sentaré frente a la pantalla a buscar las escenas que se filmaron en mi ciudad. Será imposible ir a la premier de la película y quizás no podré ver el estreno en un cine cubano, pero la copiaré del «paquete» que vende un muchacho del barrio.

Veré entonces a las grandes figuras del Paseo de la Fama manejando furiosos en las mismas calles por las que yo camino todos los días.

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