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Medio Ambiente

MARA ROQUE

MARA ROQUE

Esta prestigiosa comunicadora declara que su objetivo como ser humano es estar al servicio del presente y del futuro que se necesita, por su familia e hijos, por su entorno y ciudad.

OLIVIA RODRÍGUEZ MEDEL,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

Foto: YAIMA VILLOCH.

El trabajo consume prácticamente todo su tiempo. Mara Roque González –pionera del periodismo científico y medioambiental en Cuba- es bioquímica de profesión y no periodista, esa labor le nace como un talento natural. Cuando se graduó, trabajó en el Centro de Inmunoensayo y en el Hospital Hermanos Ameijeiras y confiesa que nunca se imaginó divulgando la ciencia en un medio tan importante como la televisión.

Actualmente, después de transitar por Estación 500 y Hoy mismo, conduce y dirige el programa Antena, dedicado a promover y a dar a conocer la mayor cantidad de proyectos y eventos científicos como sea posible.

-¿Cómo llega a interesarse por temas de la ciencia, la tecnología y el medio ambiente? ¿Cuándo ocurre eso?

La ciencia me interesó desde mis años de estudiante. En 1991, mientras trabajaba en el Hospital Ameijeiras, el ya fallecido Vicente González Castro, director y asesor de televisión, me fue a buscar para que regresara a ese medio y pensáramos un programa que divulgara la ciencia, aprovechando los conocimientos científicos de mi formación y la experiencia que yo tenía en distintos programas desde los 14 años. Comenzó entonces un noticiero científico que llevó el nombre de Estación 500.

En 1992 se creó un programa llamado Hoy mismo, ahí comencé de lunes a viernes con una sección de diez minutos dedicados a la ciencia. Más tarde se decidió que en lugar de diez minutos en varios días de la semana, tuviera el sábado una hora y media; salió al aire en abril de 1993 y se mantiene hasta ahora con el nombre de Antena.

-En cuanto a su trabajo ambientalista, ¿qué objetivos se traza como directora del programa Antena?

Nosotros queremos estar acompañando a las instituciones y personas que desarrollen ideas, tecnologías, proyectos de educación ambiental. En los espacios que poseemos, tratamos de dar a conocer las cosas valiosas que se hacen, a veces exponemos también los fracasos de los proyectos porque de ellos se aprende. No somos productores de documentales, en algunas ocasiones concebimos un reportaje, pero más que todo lo que nos proponemos es brindar el espacio para que todos aquellos que tengan algo que comunicar, vengan a darnos una entrevista o traernos un documental.

-¿El periodismo científico, y principalmente el ambiental, tienen suficiente cobertura en nuestro país?

Nunca son suficientes los espacios o los profesionales. Pienso que se ha ido ganado en este sentido, por ejemplo, el periódico Granma tiene una página completa dedicada a la ciencia todos los sábados. Los periodistas que estamos relacionados con temas ambientales comenzamos a tener desde hace algún tiempo más apoyo del CITMA, se organizan seminarios para nuestra preparación. Los temas ambientales están, pero falta encontrarle esa dimensión ambiental a todo lo de la vida económica y social del país.

-¿Cómo ve el futuro medioambiental de Cuba?

Si hacemos lo que tenemos en mente, lo veo bien. Hay una Estrategia Ambiental Nacional, solo debe ser cumplida. Existe la voluntad de desarrollarnos, de adoptar tecnologías limpias, para lo que habrá que buscar financiamiento. Estamos intentando que las nuevas fuentes de energía ocupen un papel cada vez mayor dentro de la matriz energética de Cuba. Todas esas cosas dependen de nosotros los ciudadanos, y de los tomadores de decisiones.

-¿Existe otra manera de hacer atractivo el cuidado del medio ambiente más allá del argumento del fin de la vida?

Yo lo veo de la manera positiva, el fin de la vida es la forma catastrofista de ver el futuro, pienso en todas las cosas que podemos hacer para que la vida sea más duradera y esté acompañada de un entorno protegido, agradable, amistoso con el ser humano. No debemos decir que el final de la página es el fin de la vida, sino que al final de cada página siempre hay otra que le sigue, donde se encuentra lo pendiente, lo que podemos idear para hacerla mejor.

-Cada día la industria y la producción se desarrollan aún más en el mundo en general, ¿es este un problema grave para el bienestar del medio ambiente o quizás la tecnología pudiera ser utilizada para su protección?

El comportamiento ideal sería que la tecnología no solo sirviera para desarrollar la humanidad y los procesos, sino que también se ocupara de que todos los desechos que generen las producciones sean tratados de manera respetuosa con el ambiente. Yo pienso que no hay que temer a la tecnología, sino encargarse de que ella se ocupe desde el primero hasta el último paso de ese desarrollo, que no solo sirva para extraer, proveer las materias primas o los elementos iniciales que se necesitan para un proceso. La tecnología no es el enemigo.

-En nuestro país existen leyes que están dirigidas a la protección del medio ambiente, pero ¿es suficiente o considera que el papel del Estado Cubano debe ser más activo en el tema?

Tenemos una Estrategia Ambiental Nacional regida por el CITMA, hay leyes específicas relacionadas con la explotación de los recursos naturales y la contaminación, el problema es reconocer su importancia y su cumplimiento. Pienso que no se hace lo suficiente, habría que ser más riguroso, no solo con las personas naturales sino también con las instituciones, porque muchas veces el funcionamiento de las mismas no tiene en cuenta la implicación ambiental de algunas de sus conductas, en ocasiones sí las toman en cuenta y generan acciones o crean mecanismos, pero al final no se cumple o se deja a medias y aquí hay que hacer las cosas bien, pero bien con mayúscula.

-Actualmente se lleva a cabo la demolición de hoteles y otras edificaciones ubicadas en la línea de playa de la zona turística de Varadero, ¿cómo y en qué medida contribuye a la protección del medio ambiente?

Muchas de las edificaciones que ahora se están demoliendo fueron construidas en una época en la que no se poseía información sobre la implicación que tendría construir sobre la primera línea de playa. Hubo un momento en el que fue necesario tomar una decisión: seguimos de espalda a la realidad o, ahora que estamos a tiempo, adoptamos una medida que es imprescindible para la supervivencia a largo plazo de un proyecto turístico o de comunidades. Existen poblaciones costeras en la zona de Caibarién que se han tenido que mover hacia otros lugares porque el aumento del nivel del mar y la severidad de los eventos climatológicos, las han afectado más de una vez. Hay que poner en una balanza costo-beneficio.

-El año pasado La Habana fue escogida como una de las ciudades maravillas de entre un grupo de sitios especialísimos, ¿no le parece paradójico que una ciudad con esa denominación albergue, debajo del tapete, basureros y contaminación?

Creo que esa categoría nos ha puesto la flecha roja delante de la frente, pues si es verdad que vivimos, porque es verdad, en una ciudad que puede ser considerada maravillosa por tantas personas que no la habitan, es una vergüenza que quienes la habitamos no hagamos algo para que no tenga espacios sucios y destruidos. Durante muchos años el cuidado del entorno se dejó solamente al estado, ahora están surgiendo nuevas iniciativas, nuevas formas productivas, una manera diferente de manejar la economía de la ciudad. A veces se habla de desarrollo local y se cree que solo puede funcionar para una comunidad de montaña, la Habana Vieja es un ejemplo de que eso es posible cuando la riqueza que se genera localmente se pone a su disposición.

-En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se desarrolló en París en el 2015, el presidente ecuatoriano Rafael Correa propuso el establecimiento de una Corte de Justicia Ambiental para sancionar los atentados contra los derechos de la naturaleza, ¿qué opinión le merece?

Los delitos ambientales siempre han existido, lo que pasa es que no eran reconocidos como tal. Yo apoyo la idea, a mí me parece que si nuestras legislaciones son rigurosas y fuertes, solo llegarán a la corte las cosas que impliquen a más de un país, o a empresas extranjeras que no respeten las regulaciones. Eso se fortalece con las fuerzas de cada uno de los países que deben perseguir los atentados ambientales. Establecer responsabilidades no siempre es tan fácil, pues en algunas ocasiones las personas más interesadas en cumplir no tienen los medios para hacerlo. Los temas de tecnología y protección del medio ambiente son costosos, pero hay que decidir porque si no la vida nos va a pasar la cuenta, por ello la Corte de Justicia Ambiental puede ser un elemento muy importante.

-En el año 2002 se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio que los países que conforman la ONU acordaron cumplir para 2015; el número siete estaba dirigido a garantizar el sustento del Medio Ambiente, ¿qué estrategias se desarrollaron en Cuba en aras de cumplir con esa meta?

El hecho de que el país cuenta con una Estrategia Ambiental Nacional debía ser un punto de partida, el tema complicado es echar a andar los proyectos de cara a la realidad de las ciudades y territorios. Cuba se ha adelantado en tópicos en que otros países caminan más lento, porque tenemos el CITMA, porque hay instituciones del propio ministerio y de la Agencia de Medio Ambiente que poseen tareas específicas que cumplir, pero creo que nos falta integración, falta integrar cómo los resultados de uno pueden beneficiar el funcionamiento del otro. Creo que las palabras multidisciplinareidad, colaboración y cooperación podrían hacernos avanzar más.

-¿Cómo cuida Mara Roque el medio ambiente?

En mi casa a veces me dicen que soy la amiguita del planeta. Cuando paso por al lado de una pila de agua que está excesivamente abierta, la cierro un poco, si hay una habitación vacía con la luz encendida, la apago. Puedo decirte, con todo conocimiento de causa, que me duelen el despilfarro y la no protección del medio ambiente, yo sí lo hago, soy consecuente con lo que digo. Me encantaría tener un panel o un calentador solar en el techo de mi casa. No boto el papel que está impreso por una cara, pues utilizo la otra. Las instituciones científicas y tecnológicas deben poner un poco más, en manos del ciudadano, la posibilidad de ser menos irrespetuoso con el medio ambiente.

Como ser humano estoy convencida de que hay que tratar de estar al servicio lo más posible de ese presente y de ese futuro que se necesita, por mí, por mi familia, por mis hijos, por mi entorno, por mi ciudad, intentar estar todo el tiempo disponible y al servicio.

Entre los que hacemos el programa Antena tenemos un dicho: nuestro horario es abierto porque trabajamos las 25 horas del día, de los ocho días de la semana, que tiene cada uno de los 13 meses del año. Eso significa que siempre queremos dar más, estar todo el tiempo disponible, a la orden y tratando de hacer todo lo que seamos capaces por ser mejores, por brindar lo que tenemos, y ¿qué tenemos nosotros? Nuestro tiempo y un espacio en la televisión.

Pie de foto: Mara Roque, una mujer de ciencias que lleva el trabajo periodístico en la sangre.

Ficha técnica:

Objetivo central: Obtener el criterio de la periodista Mara Roque acerca del medio ambiente en Cuba, la protección que se brinda y el papel de los medios de difusión.

Objetivos colaterales: Ver el medio ambiente desde una perspectiva más amplia, es decir, no solo a través de Cuba, sino del mundo; Ver a la entrevistada desde su profesión y condición de ser humano.

Tipo de entrevista:

Por los participantes: Personal.

Por su estructura: Clásica (de preguntas y respuestas).

Por su contenido: Opinión autorizada.

Por el canal que se obtuvo: Vía directa.

Tipo de título: Con el nombre del entrevistado.

Tipo de entrada: De presentación.

Tipo de cuerpo: De preguntas y respuestas.

Tipo de preguntas declaradas: 1-¿Cómo llega a interesarse por temas de la ciencia, la tecnología y el medio ambiente? ¿Cuándo ocurre eso? (Abierta, directa); 2-En cuanto a su trabajo ambientalista, ¿qué objetivos se traza como directora del programa Antena? (Abierta); 3-¿El periodismo científico, y principalmente el ambiental, tienen suficiente cobertura en nuestro país? (Abierta, directa, polémica); 4-¿Cómo ve el futuro medioambiental de Cuba? (De opinión, abierta, directa); 5-¿Existe otra manera de hacer atractivo el cuidado del medio ambiente más allá del argumento del fin de la vida? (Abierta, directa, de opinión); 6-Cada día la industria y la producción se desarrollan aún más en el mundo en general, ¿es este un problema grave para el bienestar del medio ambiente o quizás la tecnología pudiera ser utilizada para su protección? (Abierta, de opinión); 7-En nuestro país existen leyes que están dirigidas a la protección del medio ambiente, pero ¿es suficiente o considera que el papel del Estado Cubano debe ser más activo en el tema? (De opinión, polémica); 8-Actualmente se lleva a cabo la demolición de hoteles y otras edificaciones ubicadas en la línea de playa de la zona turística de Varadero, ¿cómo y en qué medida contribuye a la protección del medio ambiente? (Abierta, de opinión); 9-El año pasado La Habana fue escogida como una de las ciudades maravillas de entre un grupo de sitios especialísimos, ¿no le parece paradójico que una ciudad con esa denominación albergue, debajo del tapete, basureros y contaminación? (Polémica, de opinión, dicotómica); 10-En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se desarrolló en París en el 2015, el presidente ecuatoriano Rafael Correa propuso el establecimiento de una Corte de Justicia Ambiental para sancionar los atentados contra los derechos de la naturaleza, ¿qué opinión le merece? (Abierta, de opinión); 11-En el año 2002 se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio que los países que conforman la ONU acordaron cumplir para 2015; el número 7 estaba dirigido a garantizar el sustento del Medio Ambiente, ¿qué estrategias se desarrollaron en Cuba en aras de cumplir con esa meta? (Abierta); 12-¿Cómo cuida Mara Roque el medio ambiente? (Abierta, directa).

Tipo de conclusión: De frase que evidencia que es el final.

Tipo de fuentes: Directas.

PARA UNA BAHÍA MÁS LIMPIA

PARA UNA BAHÍA MÁS LIMPIA

El Tercer Festival Comunitario Ambiental que convoca el Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana se realizará en enero.

Texto y fotos:
THU TRAN LE ANH,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El próximo 19 de enero (2013) se realizará el Tercer Festival Comunitario Ambiental que convoca el Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana (GTE-BH) para cuidar y preservar el ecosistema de la zona de la costa de la ciudad, muy dañado desde hace varios años atrás.

Este año el Festival está dedicado al aniversario 160 del nacimiento del Héroe Nacional cubano José Martí y a el cumpleaños cinco del GTE-BH que presenta una buena labor de educación ambiental.

Las actividades del Festival serán en la Plaza Vieja, amplio lugar para poder desarrollar todas las actividades e invitar a las personas a que pasen por allí a que participar en esta fiesta de color azul para ayudar al mar.

Habrá bailes, juegos de niños, concursos, mesas donde los artesanos que pertenecen al GTE- BH pueden mostrar y vender sus producciones tradicionales, además de una exposición de pinturas que reflejan a la bahía, hechas por los integrantes de este proyecto ambiental y las personas pueden ir a dos conferencias sobre el cambio climático y el desarrollo de las localidades.

“Este año el Festival constituirá una excelente ocasión para poder admirar el interés de las nuevas generaciones por nuestra bahía, además se mostrarán los logros del 2012, así como las metas y objetivos que nos hemos propuesto para el venidero año”, dijo el General de Brigada retirado y Máster  Armando Choy Rodríguez.

La bahía de La Habana fue una de las que más contaminación presentó en el Caribe y en el mundo. El proyecto comunitario GTE-BH fue creado en 1998 por la necesidad de mejorar la Bahía de La Habana que estaba muy dañada, porque los barcos echaban petróleo, las industrias alrededor de la costa, las alcantarillas y también las personas que tiraban basuras. 

“El proceso de limpieza de las aguas iniciado hace casi 15 años continúa, y la carga contaminante que llega a la bahía hoy disminuyó en un 58 por ciento con respecto a los indicadores de hace 14 años, por eso es muy importante continuar con el trabajo de la educación ambiental para educar a las personas”, expresó Choy.

Los contenidos de este festival es ayudar al medio ambiente y lograr que todas las familias habaneras ayuden a tener un mar limpio para poder ver y cuidar todo o que vive bajo el agua.

Armando Choy dijo también que el proyecto tiene diez grupos que participan en el cuidado de la bahía y que son de los municipios del Cerro, Habana Vieja, Arroyo Naranjo, Diez de Octubre y Regla donde trabajan con personas de diferentes edades, pero más con los niños para enseñarlos sobre como cuidar el medio ambiente marítimo.

Ficha Técnica:

Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: Sumario de Cuándo.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide Invertida + Datos adicionales.
Primer valor noticia: Repercusión.
Otros dos valores noticia: Interés colectivo, Proximidad.
Tipo de fuentes declaradas: Fuentes no documentales.

LA TIERRA, ESE ELEVADOR NUESTRO

LA TIERRA, ESE ELEVADOR NUESTRO

ALBERTO CABRERA TOPPIN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El ser humano ha convertido a la Tierra en una especie de elevador inmenso. Suena extraño, pero es real. Todo, o casi todo –para no ser absoluto– está sujeto al régimen “subir o bajar”.

Mucho han olvidado que existió una época donde la naturaleza, en un único conjunto, era el ser de inteligencia superior. En ese entonces, nuestros ancestros y el resto de la fauna, junto a la flora, estaban sumidos a sus decisiones, que no eran desacertadas en absoluto. Que las hojas de los árboles cayeran no era un desperdicio, sino abono; la fotosíntesis del reino vegetal cargaba de oxígeno la atmósfera; el ciclo del agua llevaba el líquido vital de lugares en los que abundaba a sitios secos… Parecía reinar un equilibro perfecto.

Sin embargo, desde su llegada el homo sapiens destruye – tal vez involuntariamente- tal armonía, y en la actualidad no parece su propósito el detenerse.

Una mirada al contexto internacional lo reafirma, y en especial la situación con el precio del petróleo. Según los sitios digitales repsol.com y Wikipeda, el Medio Oriente califica como la región de mayores reservas mundiales de crudo (48 por ciento del total) y la de mayor producción con más de un tercio, aunque Venezuela es el país más rico en oro negro (superior a 300 mil millones de barriles). No obstante, Asia se yergue como la zona donde más se consume, y Estados Unidos, la nación que más lo consume e importa.

Puede decirse que ningún otro recuro natural tiene tanta volatilidad en cuanto a la relación precio-demanda. En un solo segundo, la tarifa puede variar un dólar o incluso más. Esto se debe, a decir de expertos, “a la disposición de la resera y al mercado”.

Pero nadie repara en que no existen mecanismos que regulen la venta del crudo desde lo años setenta del pasado siglo, cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) decidió no establecer un precio fijo, aunque, según han confirmado sus voceros, sí regula la producción de los países miembro de modo que no exista competencia.

Mientras las naciones disputan cuánto petróleo vender, las reservas continúan agotándose, por lo que se ha hecho una alternativa casi obligatoria el remitirse a otras fuentes de energía, algunas mucho menos saludable para el medio ambiente. Así es como el petróleo y el gas de esquisto han entrado al mercado en esta década, pues se han encontrado vías menos costosas para extraer el recurso, a pesar de que en el proceso pudiera ser contaminado el subsuelo de forma irremediable. Al parecer, Australia ha debutado con una reserva recién encontrada de 233 mil millones de barriles que pudiera montar en el ascensor la cotización de este producto, pero en sentido descendente.

Por el momento, la energía parece estar en el centro de atención de las potencias industrializadas, cuando las emisiones de gases de efecto invernadero producto de la combustión de gasolina y otro semejantes son la causa fundamental del deshielo de los glaciares en todo el mundo. Casualmente, esa agua congelada representa el 1,6 por ciento de los recursos hidráulicos totales del planeta, un dato que de seguro se tomará en cuenta dentro de 50 años si  continúa el ritmo del consumo actual.

Asimismo, pasa inadvertida la creciente salinización del mayor acuífero del mundo, el Guaraní, cuyos 50 mil kilómetros cúbicos de agua podría abastecer a la población mundial por un período de dos siglos, a decir de varios sitios en Internet.

Resulta curioso, además, que la tecnología para obtener electricidad por la vía más sostenible no marche a la misma velocidad que lo hacen las telecomunicaciones. En apenas diez años, el avance tecnológico de equipos portátiles de telefonía y otros no ha sido compatible con el desarrollo de paneles solares y parques eólicos, cuyo aporte a la generación eléctrica mundial continúa estando muy por debajo de otras fuentes como la nuclear, a pesar de la renovación constante de la luz solar y la energía motriz del viento, las corrientes marinas, las mareas y los ríos.

A la par de este panorama ambiental, suben constantemente el número de víctimas por atentados bélicos y terroristas, la cifra de fallecidos por hambre, las personas que no tienen acceso a agua potable, educación, salud… También está en constante ascenso la temperatura global y las especies en peligro de extinción, y al parecer nada cambará por el momento. El elevador que construimos parece no detenerse. Veremos cuando ya no haya hacia dónde subir.

POR UNA VIDA SOSTENIBLE

POR UNA VIDA SOSTENIBLE

La Doctora Teresita Borges asegura que Cuba continua luchando contra la disminución de la vida y su diversidad.

Texto y foto:
RAYMON DARIEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
 
Llegué a la hora prevista a la Agencia de Medio Ambiente, lugar donde trabaja mi entrevistada, la Doctora Teresita Borges Hernández, especialista en temas medioambientales de la institución. Presta, con una sonrisa, me preguntó: -¿Por dónde comenzamos?

-Doctora, ¿cómo podríamos caracterizar

la diversidad biológica cubana?

La biodiversidad de nuestro archipiélago se caracteriza por la gran variedad de ecosistemas y el alto grado de endemismo de sus recursos bióticos.      

-¿Cuáles usted considera que serían

las principales causas de la pérdida

de la pluralidad de especies?

Toda esta riqueza está amenazada por sobrexplotación, alteraciones, fragmentación y destrucción de hábitats, ecosistemas y paisajes. Actividades como el uso de técnicas productivas dañinas, el manejo inadecuado de especies exóticas, los incendios rurales y forestales, la caza indiscriminada y la pesca furtiva, así como el comercio de especies amenazadas provocan la degradación y contaminación del suelo, las aguas, la atmósfera y dañan la diversidad biológica.

-¿Usted cree que el hombre es

el principal factor negativo...?

Claro, los seres humanos hemos alterado durante años el hábitat natural de las especies, por ejemplo, una carretera en medio de un ecosistema interrumpe el movimiento de las especies. Al cortarse el suministro de agua que llega desde una fuente natural se impide que un hábitat determinado se desarrolle normalmente. En Cuba, el desarrollo de la industria azucarera fue la causa principal desde el siglo XVIII de la desaparición de los bosques y, por tanto, de la pérdida de diversidad biológica.

-¿Qué consecuencias trae consigo

la pérdida de diversidad biológica?

Con la disminución de la biodiversidad se pierden todos los servicios ambientales que brindan los ecosistemas que son básicos para la vida y para mantener un equilibrio general en el entorno. Se afecta la calidad de la atmósfera, la calidad de los suelos, disminuyen los recursos naturales y la vida en su totalidad.

-¿Existe alguna oportunidad

para mitigar estas amenazas?

Sí, es necesaria una mayor participación de las comunidades locales en la protección de los recursos naturales, un mayor compromiso y sentido de pertenencia. La educación ambiental es un elemento importantísimo en este aspecto, que debe incentivarse en las escuelas y los hogares.

En general se necesita tener el tema de la vida mucho más en cuenta en todas las esferas del país. El problema es entender lo que se puede hacer y lo que no. Existe una legislación y en muchos casos es incumplida por distintas causas como la falta de conocimiento y de educación ambiental. Yo considero que las leyes no se hacen para sancionar a las personas, sino para educarlas.

-¿Cuáles son las zonas de la Isla

más dañadas en este sentido?

Yo creo que la pérdida de la biodiversidad se ha manifestado de forma general en toda la Isla. En los macizos montañosos y en las zonas costeras es donde más se evidencia este fenómeno por la confluencia de diferentes ecosistemas en ellos.

-¿En Cuba se  podrán erradicar

estas dificultades?

A pesar de todos los obstáculos existentes, indiscutiblemente hay oportunidades. Por ejemplo, la Isla cuenta con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, poseedor de 103 áreas legalmente aprobadas y que ocupan el 16,9 por ciento de la superficie marina y terrestre del territorio cubano. También contamos con una estrategia nacional sobre la diversidad biológica y su plan de acción que se actualiza periódicamente teniendo en cuenta las experiencias de lo que se ha logrado y lo que no. Es decir, hay una serie de mecanismos reales para vencer las dificultades y personas dispuestas a trabajar duro.

-¿Existe intercambio con otras

naciones en esta materia?

Durante la Conferencia de Río en 1992, Cuba, representada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, firmó el convenio sobre la protección de especies y sostenibilidad de las especies. Así se integró internacionalmente a más de 190 estados para debatir los problemas más controvertidos y estimular el intercambio de experiencias. 

-¿Usted cree que en un futuro podamos

hablar de una biodiversidad sostenible?

Eso es lo que pretendemos y por lo que lucha nuestro país. Incluso, en la actualización del modelo económico se incluyen medidas y acciones que permitan una relación armoniosa entre el hombre y el medio ambiente y estamos tratando de hacer todo lo que se pueda en un contexto internacional bastante complicado. Cuba sigue luchando por una vida sostenible.

 

SOS POR LOS MOLUSCOS CUBANOS

SOS POR LOS MOLUSCOS CUBANOS

ROBERTO M. LÓPEZ DE VIVIGO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Las personas sin escrúpulos acabaron con casi todas las reservas de coral negro existentes en Cuba en el siglo pasado. Estos moluscos tan bellos desaparecieron prácticamente, y hoy se encuentran diezmados en lugares de difícil acceso, por lo que su comercialización solo está autorizada para la empresa estatal Coral Negro.

A pesar de que los moluscos son el grupo más extendido sobre la Tierra detrás de los insectos, en nuestro país de cada 100 de ellos, cinco o seis son endémicos, es decir, más del 95 por ciento, lo que requiere de un cuidado especial del gobierno y la población, según se plantea en el libro Moluscos  terrestres de Cuba, de Jesús Ortea y José Espinosa.

En casi todo el orbe, los moluscos se usan para confeccionar pulsos, collares, anillos y adornos. Nuestra Isla también es testigo de que en sus ferias se exhiban bisutería de cobo y sigua, principalmente. El fenómeno no es nuevo, desde tiempos prehispánicos se han utilizado como prendas; los numerosos restos de conchas en la cueva española de Altamira son una prueba.

El daño medioambiental y la necesidad de cumplir con acuerdos internacionales hicieron que en 2011 se estableciera la Resolución 160 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, resultado de años de estudio, y que prohíbe y regula la explotación de especies raras, en peligro de extinción o de alto valor ecológico y económico.

Sin embargo, el éxito de la reglamentación no es definitivo: multas de entre 250 y 500 pesos para personas naturales son insuficientes para impedir la comercialización. Los infractores cobran por cada animal hasta 10 veces el valor de la contravención. A los sin escrúpulos hay que castigarlos con mano dura; retirarles la licencia para vender o subir las multas, lo que influiría más en la protección a la madre naturaleza. Los escarmientos tienen que ser ejemplarizantes.

Mientras los estudios para saber en realidad el estado de los moluscos se hacen imposibles ante la crisis económica, en el primer trimestre de 2013 se detectaron alrededor de 4 660 violaciones, lo que representa casi el 60 por ciento de todas las del año anterior.      

A la espera de los equipos de buceo y monitoreo que puedan ilustrar la verdadera situación de estos animales, se debe trabajar en campañas para concientizar a las personas sobre la importancia de conservar esas especies y no explotarlas sin autorización.  

La resolución también establece que los decomisos vayan hacia los centros de rescate. En Cuba, estos lugares son los zoológicos. No obstante, ellos no tienen actualmente la capacidad ni la estructura para recibir más animales, que muchas veces resultan enfermos o muertos (por la mala transportación). Si no se previó crear sitios específicos para los decomisos, urge habilitar locales para su subsistencia, y evitar así la pérdida de ellos. Como tantas veces, la planificación incorrecta influyó, en este caso, en la correcta aplicación de la reglamentación.                   

La flora y la fauna son libres. Explotarlas, sin medir las consecuencias, es inconcebible. Regirnos por la ley es fundamental para que en el futuro podamos disfrutar de esa naturaleza tan única, patrimonio común de los cubanos.            

¿LE GUSTARÍA HACER LOS HONORES?

¿LE GUSTARÍA HACER LOS HONORES?

JANELLE PUMARIEGA SANTANA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

¿Arrojó usted alguna vez un papel en la calle? Sea sincero. Si la respuesta es afirmativa piense entonces en cuántas ocasiones cometió este “delito menor”, y tendrá en su mente la cantidad de oportunidades en que ha satisfecho su comodidad personal al no cargar con el molesto papel durante el resto del viaje. Dicha cantidad constituirá, además, el número de veces que agredió de forma cruel, si bien no malintencionada –no dudo de su buena voluntad –al medio ambiente.

Por pequeña que sea su cifra, suponga que es igualmente la de cada uno de los 11 millones de cubanos. Ahora ponga a prueba sus conocimientos matemáticos y realice la multiplicación: veces en que un individuo arroja un papel a la calle por cantidad de habitantes de la Isla.

La cifra de agresiones resulta elevadísima, ¿cierto? Y eso ocurriría en una Cuba menos contaminada que la real, pues, por desgracia, la gente arroja papeles a las calles muchas más veces que ese número pequeño que usted utilizó como multiplicador en nuestro ejemplo hipotético.

Lo peor es que no estamos hablando de una cifra fija, ya  aumenta con el paso del tiempo al incrementarse la falta de conciencia de la población.

Hay quienes van en una guagua, se comen un caramelo y arrojan la envoltura por la ventanilla. Otros han hecho de los jardines que hay tras las barandas de Coppelia –también utilizadas como barandas de la cola del P16, P4, P9, etcétera –un depósito oficial de colillas de cigarros, sobrecitos de sorbetos sin sorbetos y cucuruchos de maní vacíos, o quizás con el último grano atorado en la parte más fina del cono. 

Qué decir de la bahía de La Habana, donde navegan botes, botas y botellas, donde no solo flotan las boyas sino también las latas de Ciego Montero.

Y los desechos sólidos son solo uno entre los tantos problemas que nos afectan. Contaminación del aire por sustancias químicas, ruido, pérdida de la biodiversidad, tala indiscriminada de árboles, degradación de los suelos… En fin, a Cuba la acechan diversos conflictos medioambientales, y gran parte de la población, aún teniendo conocimiento del daño que provoca y sabiendo cómo contribuir a eliminarlos, hace caso omiso.

¿A usted, particularmente, le gustaría acabar con todo lo que es suyo: sus ropas, sus adornos, sus muebles, su vivienda?

La Educación Ambiental enfrenta muchos retos, como la manera de transmitir los mensajes, el contenido, que requiere claridad en las ideas y precisión, la divulgación en medios masivos… Pero existe un factor clave para su avance: el logro de una conciencia individual.

Es necesario crear un sentido de pertenencia para con el medio ambiente, de manera tal que lo protejamos como preservamos nuestros objetos más preciados, el hogar, la propia vida. Porque, ¿qué es el medio ambiente sino la propia vida?

Si usted alguna vez ha dicho, antes de arrojar algún desecho a la calle: “Porque yo lo haga no va a pasar nada, ya que los demás también lo hacen”, recuerde que otra persona que piense de igual forma, lo incluye a usted en esos “demás”. De esta manera ambos están afectando la salud de su entorno.

Cuando cada cubano logre erradicar ese comportamiento, estaremos en presencia de una conciencia ambiental colectiva. Pero alguien tendrá que dar el primer paso: ¿le gustaría hacer los honores?

 

LA CLARIA: “FEA PERO SABROSA”

LA CLARIA: “FEA PERO SABROSA”

DAIRON MIRANDA QUINTERO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cuando se habla de la claria, muchas personas argumentan tener asco de ella porque “come de todo”, olvidando de qué se alimentan o dónde viven otros animales como el pollo, el pato y el cerdo, muy consumidos por los seres humanos. 

Este pez, considerado también en ocasiones “piraña” por su voraz apetito y aspecto desagradable, tiene una gran importancia comercial como proveedor de carne, razón por la cual ha sido introducido como fuente de alimentación en más de 30 países, entre los que se encuentran Cuba, Estados Unidos, Indonesia, China, Taiwán, Gran Bretaña, Papúa Nueva Guinea y Tailandia.

No es acertado hacer un análisis personal acerca de la relevancia de la claria como alimento nutritivo o no, sin antes conocer los principales rasgos y antecedentes estadísticos relacionados con la especie.

“ACLARIANDO…”

Según la enciclopedia virtual Wikipedia, la claria o pez gato (catfish en inglés), deriva su nombre del griego chlaros, que significa vivo, animado, características fieles a la capacidad de estos peces de mantenerse vivos fuera del agua dulce largo tiempo.

Es un animal acuático originario de Asia, que comprende bajo su nombre unas 2 000 especies extendidas por la India, el Sudeste asiático, Indonesia y en particular por el norte de África, donde la diversidad es mayor. Las coloraciones más comunes del pez son el uniforme gris oscuro y el barro negro o marrón.

Debido a su capacidad para buscar alimentos fuera de los estanques, deslizándose por tierra mediante fuertes sacudidas de la cola, se le considera un pez carnívoro y altamente depredador; al punto que cuatro miembros del género Clarias (anguillaris, buthupogon, gariepinus y macrocephalus) pueden alcanzar más de un metro de longitud, en dependencia de la cantidad de carne que consuman.

La especie, conocida también como pez diablo, se alimenta de huevos, lagartijas, aves, ratas, tortugas, tilapias, ranas, cocodrilos pequeños, e incluso muerde a animales mucho más grandes que ella. Esta invasora ha logrado introducirse en cuevas subterráneas, alcantarillados y hasta en tuberías caseras.

En la actualidad, los tipos existentes de pez gato, están distribuidos por casi todos los continentes, pues se reproducen, crecen y adaptan a las condiciones más adversas. Uno de ellos, el batrachus, está incluido en la lista “100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo”, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés).

EN CUBA: ¿“ACLARIANDO” O ACABANDO?

Jesús Baisre, asesor de la Industria Pesquera Cubana, comentó a la revista Mar y Pesca que “entre 1998 y 2000, a Cuba se trajeron dos tipos de clarias, la macrocephalus y la gariepinus, originarias de Asia y África. (…)Fueron introducidas en el país para aumentar el consumo de proteínas de la población”.

Según datos del Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP), la especie amenaza fuertemente, en el medio natural, a 242 de la fauna cubana, de las cuales 75 son endémicas, 29 raras o locales y 25 introducidas.

Una de las zonas donde más peligra el medio ambiente es la Ciénaga de Zapata, reservorio natural en el que los problemas comenzaron cuando los primeros ejemplares en cautiverio escaparon de las pocetas y llegaron a ríos, lagunas, presas y criaderos particulares. Todo lo contrario de Pinar del Río, provincia en la que este mes se lleva a cabo el Proyecto para el manejo de especies exóticas invasoras.

Dos años después de haber sido introducida la claria en Cuba, las grandes lluvias que provocaron los ciclones Michelle, Isidoro y Lily, durante el 2001 y el 2002, propiciaron su dispersión.

Sin embargo, en el presente, la que llega al mercado (a 39 pesos en moneda nacional el kilogramo) para el consumo humano, es cultivada bajo condiciones de hábitat controlado en estanques, y con una alimentación limitada y específica, gracias a que el animal resiste ayunos prolongados, puede vivir casi sin oxígeno, y tolera, como pocos seres vivos, concentraciones de miles de ejemplares por metro cúbico de agua.

Y ENTONCES, ¡A COMER SE HA DICHO!

El pez es capaz de ganar 10 gramos de peso por día, pues convierte el alimento en peso corporal, por lo que su carne, casi sin espinas, posee un 18 por ciento de proteína, es calórica y rica en hierro y vitaminas A y B.

A pesar de parecer una “barra de pan gris y con bigotes dispuesta a comerse el mundo entero”, se puede apreciar que la claria es una fuente de alimentación sana y económica, algo que pudo notar una oficinista llamada Roxana, quien comentó en el sitio http://www.elmundo.es lo siguiente: "Que se sepa, nadie se ha enfermado o muerto todavía por comer claria. Es un pescado prieto y feo, pero su carne es blanca y sabrosa”.

APAGA UNA LUZ PARA ILUMINAR EL FUTURO

APAGA UNA LUZ PARA ILUMINAR EL FUTURO

LAM NGUYEN THANH,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

¿Se ha imaginado una ciudad tenebrosa, sin las luminarias en la calle, con los edificios escondidos por la oscuridad inmensa? Esta imagen no sería de un futuro muy lejano si no podemos buscar una repuesta adecuada a la preocupación común de toda la sociedad moderna: ¿hasta cuándo gastaremos la electricidad innecesariamente?

La electricidad se considera una de las invenciones más importantes de la sociedad. La utilización de esta innovación posibilita condiciones favorables para un sinnúmero de otras invenciones necesarias como los televisores, radios, refrigeradores, la computación y las tecnologías usadas en la medicina.  
Actualmente el uso de la electricidad es fundamental para realizar gran parte de nuestras actividades. Gracias a este tipo de energía tenemos una mejor calidad de vida.

Desde los primeros años del siglo XXI, la electricidad se ha convertido en imprescindible, aunque la mayoría de las personas casi ignora su gran importancia en la vida cotidiana. ¿Cómo se produce? ¿Qué haríamos si no hay electricidad? Estas dudas le interesan a muy pocos evacuarlas.

En todos lados no es difícil encontrar las lámparas encendidas a las once de la mañana en la calle o una televisión en uso aunque el cuarto esté desocupado. Parece una cosa trivial al recomendar una luz pequeñita, sin embargo, con la energía que es gastada de mil luces así en un año, el dinero que pierde puede alcanzar millones de dólares.

Hoy día, cuando el consumo de esta energía es cada vez más alto, la hidroelectricidad y termoelectricidad ya no pueden satisfacer esta gran necesidad de la humanidad, muchos países han considerado construir compañías de energía nuclear a pesar de los riesgos posibles y el enorme gasto financiero. En lugar de eso, ¿por qué no pensar de una solución más económica y durable: la educación de ahorrar la energía? 

Esta acción es un elemento fundamental para el aprovechamiento de los recursos energéticos; ahorrar equivale a disminuir el consumo de combustibles en la generación de electricidad evitando también la emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera.

Ahorrar y usar eficientemente la energía eléctrica, así como cuidar el medio ambiente, no son sinónimo de sacrificar o reducir al máximo nuestro nivel de bienestar o el grado de satisfacción de nuestras necesidades cotidianas.

Por el contrario, un cambio de hábitos y actitudes pueden llevar a una mayor eficiencia en el uso de la electricidad y la protección de la economía familiar y la preservación de nuestro entorno natural: apagar los equipos eléctricos cuando no es necesario su utilización, aprovechar la energía solar, evitar el consumo de electricidad en espera…

En esta época las crisis tanto ambientales como energéticas, económicas, del medio ambiente, comienzan a ser el centro de atención de gran parte de la población, ya que cada uno de nosotros deberíamos aportar nuestro granito de arena para cuidar el entorno donde vivimos.