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Isla al Sur

AGUA DERRAMADA, ¿HAY QUIEN LA RECOJA?

AGUA DERRAMADA, ¿HAY QUIEN LA RECOJA?

Más del 50 por ciento del volumen de agua bombeado se pierde en el camino debido al mal estado de las conductoras, redes de distribución y tuberías domiciliarias.

SERGIO ALEJANDRO GÓMEZ GALLO,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación de la

Universidad de La Habana.

El Coronel de Ingenieros Francisco de Albear y Lara seguramente no se imaginó a cientos de miles de los habaneros de hoy bebiendo y utilizando la misma agua traída por él en el siglo XIX, desde los cristalinos manantiales de Vento hasta la capital, con un acueducto que actualmente lleva su nombre y a cuya construcción dedicó 37 años. En 1887 la muerte le impidió ver la culminación de su obra maestra, concluida en 1893.

El Acueducto de Albear es considerado la obra más importante de Cuba en el siglo XIX, obtuvo Medalla de Oro en la Exposición Universal de París en 1878 y en la actualidad es calificado por los expertos como una de las siete maravillas de la ingeniería civil en la Isla.

Construido para llevar agua potable desde los manantiales de Vento hasta la ciudad, que por entonces contaba con alrededor de 100 mil habitantes, el canal aún continua en servicio, abastece del líquido a cerca de 400 mil habaneros de los municipios de Centro Habana, Habana Vieja y una pequeña parte del Cerro. Este centenario acueducto se suma a otros de más reciente construcción para dar abasto a la demanda total de la ciudad.

Pero mucha agua ha corrido por los conductos desde su inauguración y 114 años nunca pasan sin que su efecto se haga sentir.

Agua que no has de beber

La mayor parte de los miles de kilómetros de conductoras, redes de distribución y tuberías domiciliarias de agua en toda la ciudad se encuentran en mal estado, lo cual produce que más del 50 por ciento del volumen bombeado se pierda en el camino.

Esta situación incide en el abasto del recurso a la población, el cual constituye uno de los tres planteamientos permanentes en los procesos de rendición de cuenta del Poder Popular, y el segundo lugar entre las quejas de Acuse de Recibo, la popular sección del periódico Juventud Rebelde.

Oxalida del Valle Mendieta, delegada de la circunscripción 156 del municipio Boyeros, refiere que el mayor problema con el agua en la zona lo constituye el CDR # 2, en específico el edificio 12306, el cual tiene "una acometida inventada y no le llega casi nada del líquido.

"Se le ha planteado a Acueducto en numerosas ocasiones sin lograr solucionar el problema, además lo hemos llevado a otros niveles, pero el resultado ha sido el mismo. Actualmente a los residentes de ese multifamiliar lo abastecen con pipas dos veces por semana", asegura la delegada

Anabel Suárez, una de las perjudicadas, afirma que a veces falla la pipa y solo tienen agua una vez a la semana: "Yo tengo un niño chiquito y no tener agua todos los días es un problema".

Sahilly Valdés Valles, jefa de la Unidad Empresarial de Base de Acueductos y Alcantarillados del Sur, entidad encargada de resolver el problema, asevera que la principal dificultad que enfrentan para solucionar cualquier tipo de inconveniente es la falta de recursos.

"Tenemos pendientes instalaciones de acometidas desde hace ocho o nueve años, por no tener los recursos para llevar a cabo el trabajo. Además, cerca de 40 casos de salideros de agua limpia continúan sin solución. Lo que sí asegura la empresa es que si no le llega el agua al cliente por las redes, nosotros se la proporcionamos  aunque sea a cubos", agrega Valdés.

La empresa mixta española-cubana Aguas de La Habana desde el año 2000 se ocupa de la distribución en ocho municipios capitalinos: La Lisa, Marianao, Playa, Plaza de la Revolución, Cerro, 10 de Ocutubre, Centro Habana y Habana Vieja.  Además, es la encargada  de la administración y mantenimiento del canal de Albear y sus redes. Esta entidad comparte las tareas con las empresas Cuenca del Sur, Aguas del Este y Cotorro, encargadas del resto de los municipios de la capital.

"En los siete años que la compañía lleva trabajando solamente se han cambiado cerca de 500 kilómetros de tuberías, una mínima parte de los miles que conforman el entramado de redes de la capital", asevera el miembro del departamento de Comunicación Institucional de Aguas de la Habana, Carlos Luis Santana.

Para solucionar la grave situación en las conductoras y redes de distribución, el país ha comenzado un plan de rehabilitación masiva a largo plazo, a un costo de 60 millones de pesos en moneda libremente convertible que, entre este año y el 2011, se propone rehabilitar 2 032 kilómetros de redes de acueducto de la capital, afirma Jesús Hernández, vicepresidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).

En el presente año la reparación comprende 260 kilómetros en los municipios más afectados de la ciudad, como son Arroyo Naranjo, Boyeros, San Miguel del Padrón, Habana del Este, Cotorro, 10 de Octubre, Lisa y Playa. También se emprenderán acciones específicas en Habana Vieja, Plaza, Centro Habana, Marianao y Cerro, agrega el Vicepresidente.

Cuando el bolsillo duele...

El subdirector de Operaciones de Aguas de La Habana, Antonio Castillo Pérez, sostiene que el problema no solo se resuelve con el cambio de las redes. Uno de los factores que influye en la pérdida de volúmenes de agua es el despilfarro y el mal uso dado por los consumidores al vital líquido.

"En estos momentos la mayoría de los usuarios abonan un peso por persona, que es el precio del servicio y no del consumo del cliente. Ante esta situación, muchos se aprovechan y desperdician el agua, porque no importa cuánto gasten, siempre pagarán lo mismo.

"El nuevo plan de rehabilitación en las redes incluirá la instalación de metros contadores para calcular el gasto de cada consumidor y que éste pague según la cantidad de agua consumida. Cuando el cliente sienta en su bolsillo el peso del despilfarro, se acabará el problema", destaca Castillo.

Si bien la indolencia y el derroche restan sus volúmenes, la indisciplina social también lleva parte en el asunto. Miles y miles de ladrones de agua (motores) están conectados furtivamente a las acometidas. Abundan los tanques enterrados y las cisternas particulares para paliar las carencias del servicio.

En declaraciones a la revista Bohemia, el director de la Empresa de Acueductos y Alcantarillados de La Habana del Este, Raúl Suárez Fernández, asegura que cuando no hay electricidad en la zona de Alamar, el líquido sube por gravedad sin problemas. "¡Fíjate cómo influyen los ladrones de agua!"

Por su parte, Yolanda, del municipio 10 de Octubre refiere que ella conoce la ilegalidad de los ladrones de agua, pero es la única manera de que esta llegue hasta los dos tanques que tiene instalados en su patio: "A mis 75 años estoy muy vieja para cargar cubos de una pipa, añade".

A la par, aumentan quienes rompen metros contadores, o los invierten para alterar sus medidas. Sin olvidar los morosos del pago, y los que se llevan las tapas de los registros para fabricar cabillas, entre otros muchísimos inventos.

La solución también pasa por el hogar

Un estudio del Centro Universitario José Antonio Echeverría (CUJAE), en Ciudad de La Habana, calcula que el 48 por ciento del total del agua que llega a los hogares capitalinos se pierde por fugas en cisternas y el mal estado de tuberías y herrajes.

La responsabilidad de los encargados de distribuir el líquido potable termina en las aceras, puertas adentro recae principalmente en los propietarios y constituye un dolor de cabeza para éstos.  Además, La Micro Social, entidad de la Vivienda encargada de los conflictos detrás de la fachada, cuenta con muy pocos recursos para las reparaciones.

En una encuesta periodística aplicada recientemente por BOHEMIA, el 35,7 por ciento de los participantes dijo conocer de salideros en sus hogares. Sobre todo en llaves, tuberías y tanques de inodoro.

Por otra parte, casi la mitad de los consultados afirmó recurrir a plomeros particulares para subsanar los problemas, a pesar de ser "escasos, careros y de mal quedar. Ni hablar del servicio estatal de plomería. Sencillamente, no existe".

José Ramón, plomero particular del municipio Centro Habana, refiere cobrar entre 50 y 100 pesos por un trabajo de plomería, dependiendo de las dimensiones del problema: "Eso sumado al precio de los materiales.  Un metro de tubería en la calle está a 20 pesos.

"El servicio más caro que brindo es la instalación de todos los implementos de un baño (taza, lavamanos, ducha), por ese trabajo cobro 35 CUC, aunque otros plomeros llegan a pedir 50".

Otros de los encuestados por Bohemia (34,5 por ciento) asumen personalmente sus arreglos. Lo mismo con tapitas de bulbos de penicilina que con cámaras de bicicletas. "La mayoría consideró insuficiente la oferta en las tiendas y elevados los precios, tanto en CUC como en pesos. Ambos problemas son vistos como limitantes para solucionar los escapes en las moradas", se asevera en la publicación.

"Hace cuatro meses se rompió la llave del patio de mi casa y salí a comprarla a una ferretería en dinero cubano. Me costó 25 pesos una pila plástica, muy fea, por cierto. En menos de un mes se rompió y tuve que adquirir otra en una tienda en divisas, la cual me costó 11 CUC. Esa me salió buena, pero a qué precio", cuenta Anais López, vecina del municipio Boyeros.

En una investigación para este reportaje se constató que en los comercios en moneda nacional la oferta es poca y de baja calidad. En la ferretería de Vento y Camagüey una pila plástica cuesta 25 pesos; los codos y las T de tuberías, 10 pesos; el cintillo de un lavamanos, 50 pesos. 

"Aquí todo es caro y no te dura un día, pero no tengo más remedio", asegura uno de los clientes de la tienda, después de pagar un codo para lavamanos.

En los comercios que venden los productos en moneda libremente convertible el surtido es mucho mayor, pero la mayoría de los precios no están al alcance del ciudadano promedio. En las tiendas PANAMERICANAS las pilas de baño oscilan entre 10 y 13 CUC, dependiendo del modelo; los herrajes de baño, 7.90 CUC y los codos y T, cerca de 1 CUC.

Antonio Castillo asegura que para las empresas como Aguas de La Habana es imprescindible que las personas puedan comprar los utensilios para  mantener  las conductoras en las casas en buen estado.

"Nosotros estamos en diálogo con las entidades correspondientes para tratar de lograr que los utensilios sean asequibles para la población", apunta el Subdirector, y agrega que ésta es la única forma de evitar los salideros y filtraciones que son una pérdida económica para el país y una incomodidad para lo usuarios.

Las guerras por el agua

Quienes  escuchan por primera vez sobre el tema se preguntan el por qué de tanta alarma si hay abundancia de este elemento en el planeta. Es verdad, mas solo el uno por ciento puede aprovecharse en el consumo humano, pues el 97 por ciento es salobre y la otra parte dulce está congelada en los polos.        

Algunos expertos pronostican que en el siglo XXI se desatarán guerras para tener el control sobre el agua. Sobre todo en lugares donde el  recurso escasea como en Medio Oriente y África, allí el líquido es valorado a la par de otros recursos tan importantes como los hidrocarburos. Por eso algunos le denominan el oro azul.

El agua potable se agota o se contamina, a la par que la población mundial crece. Ante este fenómeno, Cuba y su gobierno toman medidas para garantizar el uso racional del líquido.

En Ciudad de La Habana las fuentes de abasto entregan cada día 660 litros per cápita, para garantizar una norma de 470, que en comparación con los niveles mundiales es derrochadora. En Canadá una familia media utiliza 350 litros por día. En Europa no sube de 165 y en las zonas áridas de África apenas llega a 20.

La situación privilegiada de los cubanos y los bajos costos de este servicio pueden hacernos olvidar las dimensiones del problema. Quizás la única manera de evitar las guerras pronosticadas es combatir desde adentro el derroche y la indolencia, a la par de las estrategias del país para lograr un manejo más eficiente del recurso. 

Cuentan que Albear trabajaba hasta el agotamiento a pie de obra, donde contrajo el paludismo que provocó su muerte. Si tomáramos una parte del empeño del insigne cubano, quizá la suma de la labor de cada uno de nosotros trascienda en el tiempo y sea admirada por las nuevas generaciones, de la misma forma en que hoy valoramos el fruto de 37 años de trabajo del Coronel de Ingenieros.

Ficha técnica:

Tipo de reportaje: Interpretativo

Tipo de Título: Llamativo

Tipo de Entrada: De resumen

Tipo de Cuerpo: De bloques temáticos

Tipo de cierre: De caso

Estrategia de fuentes

Activas:

Decisores: Oxalida del Valle Mendieta, delegada la circunscripción 156 del municipio Boyeros; Sahilly Valdés Valles, jefa de la Unidad Empresarial de Base de Acueductos y Alcantarillados del Sur; Carlos Luis Santana, miembro del departamento de Comunicación Institucional de Aguas de la Habana; Jesús Hernández, vicepresidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH); El subdirector de Operaciones de Aguas de La Habana, Antonio Castillo Pérez; director de la Empresa de Acueductos y Alcantarillados de La Habana del Este, Raúl Suárez Fernández;

Población: Anabel Suárez, una de las perjudicadas; Yolanda del municipio 10 de octubre; José Ramón, plomero particular del municipio Centro Habana; Anais López del municipio Boyeros; clientes de las tiendas en moneda nacional.

Pasivas:

Estudio de la CUJAE sobre pérdidas de agua en los hogares; Artículos y encuestas de la revista Bohemia.

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