LA VIDA ES MI INSPIRACIÓN
Visiones y decisiones de María Georgina Henríquez de la Cruz, artista de la plástica contemporánea cubana.
YENIA MATOS HENRÍQUEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
La conversación tuvo lugar en el taller de la artista. Las paredes tenían como adornos varias de sus obras: “Me sirven de inspiración para seguir adelante, además, son mis mejores adornos”, me cuenta. Así comenzó el diálogo con María Georgina Henríquez de la Cruz, quien prefiere que simplemente la llamen Yoyi, porque “es más corto y más fácil de recordar”.
Graduada de Arquitectura en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, también realizó estudios de pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas San Alejandro y ha cursado postgrados de Semiótica de la Imagen Televisiva, Diseño Escenográfico y Estética de los Medios Masivos de Comunicación, entre otros.
-Como para dedicarse a todo, entonces, ¿por qué escoge la pintura como labor permanente?
Desde pequeña pinto, he llevado ese bichito dentro siempre y por eso estudié pintura cuando estaba en el preuniversitario. Terminé, pero tenía un miedo inmenso a ese mundo, a las decepciones, y entonces decidí ingresar en la Universidad, en la carrera de Arquitectura, que tiene mucho que ver con la pintura, ambas son manifestaciones del arte. Pero resulta que nunca ejercí como arquitecta, es decir, trabajé como inversionista en ese campo, no como arquitecta directamente. Un buen día decidí plasmar otra vez mis ideas con colores en el lienzo o la cartulina y hacer de ello mi labor, y aquí estoy, como una más de los tantos que forman el movimiento de artistas contemporáneos en el país.
-Trópico con sombrero (1998), Papalotes (2006) y Lo que el viento nos dejó (2006), son las tres últimas exposiciones personales que ha presentado y contienen una gran variedad de temas. ¿Prefiere alguno en particular?
No prefiero ningún tema en particular. Pinto lo que me inspire el momento, el día, el tiempo en que vivimos, lo que me rodea y me motive, todo ello constituye temas variados. Mis males, alegrías, sirven de inspiración también y los plasmo en el lienzo siempre mediante símbolos, es decir, de manera indirecta. Mi pintura es eso: mi vida cotidiana, mi sentir y padecer.
-¿Considera que no ha logrado pintar algún tema en especial?
Siempre tengo temas, mencioné que estos dependían de la realidad diaria, por lo tanto, siempre hay, pero el tiempo conspira y existen proyectos que quedan sin realizarse, sin concretarse. La vida es así, a veces se puede y a veces no.
-¿Ha sido una decepción para usted?
No me he sentido decepcionada porque en su lugar ha habido otros temas, igual de interesantes, que han llenado ese huequito que queda cuando a veces no logro expresar en el lienzo lo que traigo en mente.
-De los temas que ha desarrollado, ¿cuál le satisface más?
En particular, ninguno satisface más que otro. Lo que estoy haciendo en determinado momento es lo que interesa, a lo que dedico toda mi atención, es en lo que más me concentro y es por tanto, satisfacción. En general estoy orgullosa de todo lo que he hecho, es mi trabajo y hago lo mejor que puedo para que quede bien, no solo para complacerme, sino para complacer al espectador también.
-Usted ha incursionado muy poco en el arte abstracto. ¿Es porque prefiere la pintura figurativa?
Mira, el trabajo depende mucho, como ya mencioné, del momento en que estamos viviendo y del estado anímico que tenga; entonces sí prefiero la pintura figurativa, porque de esa manera expreso mejor las ideas y creo que así es más fácil comunicar lo que deseo. Tengo algunas obras abstractas, que han surgido en tiempos no tan fáciles y salieron a la luz por eso, pero no es lo que más prefiero.
-Los colores que utiliza en sus obras son más bien claros, cálidos, y muy pocas veces oscuros, ¿a qué se debe?
Creo que independientemente de lo que desee transmitir, quiero el bienestar del espectador con respecto a mi labor. Esto no quiere decir la no utilización de los colores oscuros, sí lo hago, pero siempre trato de combinarlos y hacer prevalecer los cálidos. Los colores oscuros deprimen y no es esa la intención en cualquiera de los temas a tratar, pretendo que el espectador vea un rayo de luz, de esperanza, o de lo contrario, el mal escondido en lo más simple de la vida.
-Un artista siempre recibe críticas buenas o malas, ¿cómo han sido las que le ha tocado y qué aprendió de ellas?
Las críticas en general han sido buenas, aunque sí he recibido algunas malas, por ejemplo, cuando empecé a pintar cambiaba con bastante frecuencia de técnica, quería experimentar, porque creía expresar así mejor mis ideas, pero un especialista en Artes Plásticas, amigo mío en aquel entonces, me aconsejó asentarme en una técnica específica y desarrollarla. En ese momento me hirió profundamente y no lo entendí, pero después comprendí su intención, quería ayudarme y lo hizo, aunque todavía me gusta experimentar y lo hago a menudo. De las críticas he aprendido a escuchar lo que todos tienen por decir y a tomar aquello que realmente puede favorecerme en mi trabajo.
-Muchos conocedores y no tan conocedores de la plástica piensan que el arte actual no es arte, o al menos no se corresponde con el concepto de arte conocido. ¿Qué cree de ello?
Ese tema me preocupa hace algún tiempo. A veces no sé decir si ciertas formas de manifestaciones cumplen o no con los cánones o leyes del concepto de arte, porque no soy estudiosa del tema, si tuviera tiempo lo hiciera para salir de dudas. Puede ser parte también de una etapa de transición, el mundo cambia y el hombre necesita expresar esos cambios. Creo que cada quien tiene derecho a expresarse de la manera más deseada.
-¿Cómo cree usted que se evidencie la influencia de otros artistas no tan contemporáneos en los de la actualidad? ¿Será para bien, o para mal?
Siempre hay influencia de otros artistas en las obras actuales. Estas se evidencian en la apropiación que hacen los pintores contemporáneos de tendencias antiguas y no tanto, pero que han quedado en la historia: Renacimiento, Barroco, Clasicismo, y más cercanas a nuestro tiempo: Vanguardismo, que incluye tendencias como el Cubismo, Puntillismo, etc., por mencionar algunas. Afortunadamente todos utilizamos las viejas tendencias (en buen sentido) y eso es para bien, porque además de servir muchas veces de complemento o base de un trabajo, es una manera más de homenajear a los grandes maestros de la plástica universal, quienes siempre deben estar presentes.
-¿Hay, entonces, algún artista en particular que ejerza influencia en su obra pictórica?
Sí, y no es solamente uno, son varios. De los clásicos, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarotti, entre otros, son muchos y si los menciono a todos no terminaría nunca; de los más cercanos a nosotros son, principalmente, cubanos: Cosme Proenza, Montoto, Pedro Pablo Oliva, García Peña. Todos tienen sus particularidades y no por eso ninguno, para mí, es mejor que otro. De todos modos, los sigo y respeto profundamente.
Ficha técnica:
Objetivo central: Conocer más sobre la artista de la plástica María Georgina Henríquez de la Cruz.
Objetivos colaterales:
-Conocer qué inspira a la artista en su arte, su opinión sobre el arte contemporáneo y las características de este, y qué artistas reconocidos ejercen influencia en el arte cubano hoy, según la artista, y la opinión de la entrevistada al respecto.
Tipo de entrevista:
Por su forma: Clásica.
Por su contenido: De opinión autorizada, con elementos de la biográfica.
Por el canal que se obtuvo: Directa.
Tipo de título: De cita directa
Tipo de entrada: Directa o de presentación.
Tipo de cuerpo: Clásico, de preguntas y respuestas
Tipo de cierre: De opinión o comentario de la entrevistada
Fuentes consultadas:
-Documentales: Currículum y catálogos de exposiciones, que pertenecen a la artista.
No documentales: María Georgina Henríquez de la Cruz, artista de la plástica contemporánea cubana.
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