NUESTROS ANCESTROS Y LA SALUD
VIVIAN SÁNCHEZ,
periodista de Radio Habana Cuba,
Cortesía para Isla al Sur.
A pesar de su longevidad, la Medicina tradicional es muy útil en la actualidad para curar o prevenir muchas patologías. Dentro del libro de las prácticas antiguas y tradicionales de la Medicina pueden incluirse las utilizadas en China, India y Asia, así como la indígena. Sus bondades nos ofrecen terapias que pueden incorporarse a la medicina de nuestros días.
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“La naturaleza no tiene celos, como los hombres, (...) los hombres siempre necesitarán de los productos de la naturaleza y como en cada región sólo se dan determinados productos, siempre se mantendrá su cambio activo, que asegura a todos los pueblos la comodidad y la riqueza”. (José Martí)
El origen de la medicina se remonta a muchos, muchos años atrás…
Hace 25 siglos, Hipócrates definía salud como el estado en el cual un individuo está en armonía consigo mismo y con el entorno, y adicionó que todo lo que afectaba a la mente afectaba al cuerpo.
En el año 1946 se definió salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente como la ausencia de enfermedades.
Esta comparación nos permite valorar las prácticas médicas tradicionales desde sus inicios. Ya entonces estamos listos para cruzar el umbral del mundo de la Medicina Tradicional.
El hombre ante el enigma de las enfermedades y sus escasos conocimientos para explicarlas, atribuyó su aparición a causas sobrenaturales. Así surgieron un conjunto de prácticas que tenían como objetivo eliminar las enfermedades mediante conjuros, danzas, hechizos y talismanes.
Sin embargo, desde esos años se aplicaron técnicas quirúrgicas, cataplasmas, suturas y colocación de dislocaciones y fracturas. Nació también la medicina natural con el empleo de plantas con propiedades estimulantes y narcóticas que son usadas en nuestros días.
Las medicinas y terapias tradicionales constituyen un conjunto de conocimientos y enfoques médicos, prácticas de conservación de la salud y curación, que incorporan medicinas basadas en plantas, animales y/o minerales, técnicas manuales y ejercicios aplicados de forma individual o en combinación para mantener el bienestar y además tratar, diagnosticar y prevenir las enfermedades. Ellas existieron mucho antes del desarrollo y la difusión de la medicina occidental y reflejan la cultura, historia y creencias de un país o región, conocimientos que se trasmitieron de generación en generación. En la actualidad colaboran, pero no forman parte de la medicina alopática.
Las medicinas más reconocidas por su tradición e importancia pueden dividirse en dos grandes grupos. Las Tradicionales, en las que se incluyen la medicina tradicional china, medicina ayurvédica, medicina Unani, y la medicina indígena. Y las No Tradicionales, que agrupa a la Homeopatía y la Quiropráctica.
En la mayoría de los países donde la medicina occidental asume la responsabilidad exclusiva en la atención de salud, las terapias tradicionales se consideran complementarias o alternativas con respecto a los sistemas nacionales de salud o colaboran directamente para formar parte de la llamada Medicina Integrativa.
Algunos conceptos necesarios
Medicina Alternativa: En lugar del tratamiento convencional.
Medicina Complementaria: Adicional a tratamientos convencionales.
Medicina Alopática: Alopatía del griego allos –otro- y pathos –enfermedad-. Llamada también convencional es la ciencia que busca prevenir, tratar y curar las enfermedades con el uso de drogas diferentes.
Medicina Integrativa: Concepto más actual que combina las terapias médicas alopáticas con las de medicina tradicional basadas en datos científicos de calidad sobre su seguridad y eficacia.
Un acercamiento a la Medicina Tradicional china
La medicina tradicional china, conocida también como medicina oriental tradicional, reúne a un conjunto de prácticas médicas originarias de China hace miles de años. Sus principios teóricos incluyen el Yin-Yang y los cinco elementos, agua, tierra, madera, fuego y metal. Todos los tratamientos se hacen basados en esas referencias filosóficas.
El “QI” o energía vital, cuando está equilibrado recorre el cuerpo de la persona y regula el equilibrio emocional, mental y físico. El “QI” se encuentra en estrecha relación con las fuerzas opuestas del “Yin” (energía negativa) y el “Yang” (energía positiva).
Desde esa perspectiva, la enfermedad ocurre cuando se altera el flujo del “Qi” y se produce un desequilibrio entre el “Yin” y el “Yang”.
Los cinco órganos “Yin” encargados de almacenar energía son hígado, corazón, pulmón, bazo y riñones. Los cinco “Yang” son los que la transforman, es decir vesícula biliar, intestino delgado y grueso, vejiga y estómago.
El “Yin” y el “Yang” son básicos para explicar todos los cambios y fenómenos naturales dentro del cuerpo y fuera de él.
De la transformación del “Yang” y su unión con el “Yin” surgen las CINCO energías elementales o “Wu Hsin”. Todos los fenómenos de la naturaleza y sus funciones orgánicas pertenecen a uno de los 5 elementos, según sus características. Los sabores, estaciones, sonidos, climas, emociones, virtudes, entre otros, están emparejados con la fusión del “Yin” y el “Yang”.
Sin “YIn” NO puede haber “Yang”, sin “Yang” NO puede haber “Yin”. Un exceso de YIn puede convertirse en Yang.
Todas las terapias de la Medicina Tradicional China se basan en poner en equilibrio el flujo de energía vital o “Qi” entre todos los canales del organismo para que funcionen de forma armónica el “Yin” y el “Yang”. Para eso aplican terapias como la acupuntura y masajes reparadores, hierbas, combinación de alimentos que reestablecen la salud y la meditación.
Dentro de la Medicina Tradicional China existen diferentes terapias que se han convertido en disciplinas como la Acupuntura, Digitopuntura, Fitoterapia, Aromaterapia y Cromoterapia, entre otras. Las dietas y masajes son muy importantes dentro del estilo de vida oriental, así como los ejercicios con los estilos del Tai Chi y el Chi-Kung.
Aunque durante muchos años, la medicina occidental negó los principios curativos de la Medicina Tradicional China, hoy la ciencia moderna reconoce sus bondades y la eficacia de sus terapias en numerosos cuadros patológicos. En la actualidad se reconoce la existencia de energía eléctrica en el cuerpo de todos los seres vivos y el hombre no es una excepción en ello.
La fisiología actual muestra que las cargas eléctricas del cuerpo pueden ser medidas. De hecho, métodos de diagnóstico como electrocardiogramas, electroencefalogramas y electromiografías tienen su fundamento en la distribución de cargas eléctricas por el organismo.
¿Qué es la Medicina Ayurvédica?
Es la medicina tradicional de la India. La palabra Ayurveda procede de dos términos del sánscrito: Ayu que significa vida, y veda, que significa conocimiento o ciencia, es decir, es la “ciencia de la vida”.
Es un sistema que combina terapias naturales con un acercamiento personalizado al tratamiento de la enfermedad. Pone énfasis en cuerpo, mente y espíritu y se refuerza en reestablecer la armonía natural del individuo, condición indispensable de la salud.
En la Medicina Ayurvédica se distingue la Naturaleza o Prakriti, de la Concienca o Purusha, que está exenta de ellos. Considera el yo individual y el yo universal.
La Medicina Ayurvédica presta atención especial al pulso, la lengua, los ojos y las uñas. El pulso puede ser de tres tipos, Vata (vida), Pitta (espíritu) y Kapha (materia). Ello permite valorar la fuerza, vitalidad y el normal tono de órganos específicos.
Con la observación de la lengua, la medicina Ayurvédica puede evaluar el funcionamiento de órganos internos. Con la recogida de la orina y observando su color se evalúa el estado de salud del individuo. Un color oscuro indica un desequilibrio Vata, un amarillo oscuro, Pitta y una orina turbia es un desequilibrio Kapha.
El Ayurveda, según la constitución de cada persona, ofrece un plan integral para mantener y/o restablecer el equilibrio mente-cuerpo en base a la alimentación, actividad física, rutinas cotidianas, armonía mental y el desarrollo espiritual, y con el apoyo de hierbas medicinales y de técnicas de desintoxicación y rejuvenecimiento. Por eso se reconoce como una ciencia de la vida en todos sus aspectos, psicológicos, sociológicos, patológicos e higiénicos.
Se considera una forma análoga de las medicinas hipocráticas y unani, pero va mucho más lejos, pues considera que solo el hombre puede comprenderse, tratarse o curarse conociendo el medio en el que está inmerso.
La medicina ayurvédica Incluye dieta y medicamentos herbarios y tiene efecto preventivo y terapéutico.
La naturaleza de la alimentación tiene un lugar determinante en todo tratamiento ayurvédico, porque constituye el aporte cotidiano según el cual el cuerpo se construye y se destruye. Por eso debe adaptarse a las estaciones, al lugar y a los temperamentos. Debe ocurrir lo mismo con las drogas, más eficaces si sus propiedades psíquicas o físicas fueran transformadas. Hoy los tratamientos ayurvédicos incluyen remedios vegetales, animales y minerales.
Entre las drogas vegetales, utilizan hojas, raíces, flores, frutos, gomas o la corteza del hermano, de la acacia, entre otras plantas. Entre las drogas animales, están la carne, pelos, cascos, excrementos o huesos de elefante, camello, león, tigre, lobo, reptiles o insectos. Las drogas minerales comprenden metales como el oro, plata, zinc, cobre y hierro, metaloides como el arsénico y antimonio y piedras preciosas como la esmeralda, zafiro y rubí.
El Ayurveda invita al hombre a no querer conquistar o dominar la naturaleza, sino a colaborar con ella, a adoptar sus ritmos y a hacerse su amigo. Indica, además, que en la medida que se confronten pensamientos occidentales y orientales nacerá el hombre universal que cada uno siente crecer en sí.
Medicina Unani
Es un sistema médico greco-árabe modificado, que se desarrolló producto de la influencia que produjo la filosofía, la ciencia y la medicina griega en los árabes. Se practica en el sur de la India y Paquistán, países en que coexiste con la medicina tradicional de la India o la Ayurveda. Los practicantes de la Medicina Unani colaboran y estudian en instituciones comunes con los seguidores de la Medicina Ayurvédica; sin embargo, el origen y la antigüedad de ambas es diferente. La Medicina Unani proviene de los musulmanes y la Ayurvédica se basa en las tradiciones védicas.
Unani, significa jónico, pues los árabes rendían homenaje a sus deudores. La base doctrinal de esta medicina descansa en las tradiciones griegas e hipocráticas del “Canon de Avicena”. Tuvo su apogeo en la India bajo el predominio de los mongoles, cuya herencia greco-árabe fue enriquecida desde el siglo VIII por importantes descubrimientos químicos y farmacéuticos enriquecidos con contribuciones indias y chinas. Los musulmanes invadieron la India entre los años 1100 y 1200 después de Cristo, llevando con ellos su propia medicina. Bajo la dominación árabe, la Unani floreció constituyéndose, junto a la ayurveda, en una de las dos medicinas tradicionales de la India.
El principio básico de la medicina unani consiste en que la salud es el estado natural y no la enfermedad. El cuerpo, por tanto, tiende a corregir cualquier desequilibrio y a restablecer el bienestar. Bajo el método Unani, el desorden de algún órgano, o cualquier enfermedad particular, debe ser tratado en correspondencia con la totalidad de los órganos, o de la persona en que se producen. Existe, por tanto, un tratamiento único para cada persona en particular.
La Medicina Unani considera también al hombre de una manera integral, ocupándose, además, de los factores psíquicos. Lo fundamental de esta antigua práctica médica es que los elementos corporales son considerados como simple reflejo de la materia universal. Los tratamientos deben adaptarse a las características de cada enfermo. Consideran que dietas, regímenes alimenticios o drogas son eficaces para algunos, pero para otros no lo son. En general, los medicamentos utilizados por la medicina Unani son de origen vegetal, pero existen algunas de origen animal o mineral.
Medicina Indígena
Agrupa un número de prácticas de curación utilizadas por grupos que habitaban diferentes regiones del mundo y de América en particular antes de la colonización.
A pesar de considerar las enfermedades como castigos por faltas cometidas, la salud como don divino y su lucha contra el dolor físico se manifestaba con plegarias y sacrificios a sus dioses, la medicina indígena diseñó remedios para contrarrestar esos males.
Tenían dioses de la medicina a los que les atribuían facultades portentosas como Ixchel, entre los mayas, y Xipelotépec, entre los méxicas, y los sacerdotes en sus templos curaban con baños, pócimas o practicaban desde entonces la cirugía. Utilizaron medicamentos de origen mineral y animal, pero mayormente de las plantas y adquirieron extraordinarios conocimientos que han quedado recogidos en obras como el Diccionario Botánico Badiano. Los remedios herbarios se preparaban en ungüentos, cataplasmas, gargarismos y buches, entre otros.
Llegaron a reconocer que algunas enfermedades se transmitían por contagio y les llamaron cocoliztli y para combatirlas diseñaron cuidados especiales. Reducían las luxaciones y fracturas y curaban las llagas y la gota.
Hoy la Medicina no niega el arsenal de conocimientos y prácticas heredadas de la historia. Hoy la tradición se une al objetivo de prevenir y curar para ofrecer bienestar y salud.
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