AFECTO DEL HOGAR VS SOLEDAD Y TRISTEZA
La burbuja de la ternura y el apoyo en ocasiones se disuelve, debido a las consecuencias de la dipsomanía en la familia.
CLAUDIA TURCAS GONZÁLEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Inestabilidad, violencia, tensión y pérdida del amor son trastornos ocasionados por la dependencia del alcohol en las relaciones familiares; en nuestro país, la cifra de destrucción del núcleo hogareño se encuentra entre el 10 y 15 por ciento debido a esta situación.
La pérdida del puesto de trabajo, los problemas financieros y los conflictos conyugales o divorcios son tan solo unos de los inconvenientes sociales causados por el alcoholismo, pues los estudios demuestran que la enfermedad no solo perturba a los consumidores, sino también perjudica profundamente a cualquier persona de su comunidad familiar.
“El alcoholismo o dipsomanía altera la dinámica familiar, provoca daños materiales y esencialmente económicos, causa un desequilibrio debido a los malos tratos o la violencia contra algunos de sus integrantes”, explica Jesús Amador Montejo, director del Centro de Tratamientos Especializados del Hospital Psiquiátrico de La Habana.
Frecuentemente en los centros de ayuda a alcohólicos son reportados casos similares al de Eliezer M*. Él pasaba los días embriagado, llegaba a la casa y maltrataba a la esposa e hija, y no quería reconocer que el alcohol era su gran problema.
“Lo perdí todo, la familia me dejó, se llevaron a mi niñita y mis padres y hermanos no me hablaban”, reconoce Eliezer, “pero ahora estoy bien, recuperé todo lo perdido gracias a la Asociación de Alcohólicos Anónimos (A.A), en la cual comprendí todo lo que desaprovechaba por andar con una botella debajo del brazo”.
A su vez, Indira E*, señala: “Mi padre fue alcohólico, yo lo adoraba, pero no soportaba pararme a su lado y sentir ese olor tan repugnante. No dormía, tenía miedo de verlo llegar y golpear a mamá. Solo deseaba que estuviera en la calle, no lo quería tener cerca. Mi mayor deseo era observarlo llegar limpio y recuperado”.
“El alcoholismo afecta a la familia y a la sociedad en que vive. La familia es la primera en percibir los desajustes en el bebedor, empieza un cambio en el seno familiar, desacuerdo matrimonial sin motivo aparente, malos tratos a los hijos y a la pareja, lo cual ocasiona que el bebedor poco a poco se margine e insista en que posee la misma capacidad de trabajo y de enfrentar los problemas familiares, cuando en realidad no es así”, apuntan las doctoras Miriam Bolet Astoviza y María Matilde Socarrás Suárez, en su Trabajo de Revisión del Hospital Universitario “General Calixto García”, en el cual realizan un análisis de diversos pacientes afectados por el alcoholismo.
Como grupo social, los dipsómanos tienen uno de los porcentajes más altos de separación matrimonial y de divorcio. No obstante, estudios y encuestas realizadas en el país revelan que alrededor de la mitad de las personas enfermas por alcoholismo logran mantener vínculo marital por mucho tiempo.
“A mi esposo le gusta tomar, lo hace todos los días. Yo no pierdo mi tiempo reprochándole nada, pues tengo un niño de solo un año y medio. Él necesita de un padre y no se lo negaré por solo unos momentos de maltrato”, afirmó Evelyn L*, ama de casa.
La dinámica familiar en el hogar de procedencia del alcohólico es objeto de muchas investigaciones y todas señalan su coincidencia con la llamada “crisis familiares no transitorias”, o sea, la hostilidad excesiva, la violencia doméstica, el descuido de los hijos, las situaciones judiciales, los actos deshonrosos, las malas relaciones interpersonales, entre otras. Estas situaciones condicionan un trastorno del aprendizaje en una población específica de menores que se han denominado “niños con incapacidad para aprender”.
“Los hijos de los dipsómanos son los más perjudicados. En la mayoría de los casos gran parte de los problemas del enfermo terminan repercutiendo en la personalidad del descendiente. La posibilidad de problemas conductuales como el abandono de la escuela y también la ingestión de alcohol en ellos, está por encima de un 60 por ciento en la mayoría de las familias perturbadas por este inconveniente”, expresa la psicóloga Niuris Hernández.
No existe una causa definida para el alcoholismo, pero hay factores que pueden desempeñar un papel en su desarrollo. Los estudiosos del tema afirman la probabilidad tan alta de desencadenamiento de esta enfermedad principalmente en personas con un familiar alcohólico. Exactamente no se conoce la razón, pero puede encontrarse la respuesta en anomalías genéticas, bioquímicas o psicológicas.
“Mi hijo no se afectará, ¿quién dijo eso? Yo tomo para divertirme y no me emborracho. Al final, mi papá también lo hacía y yo soy un hombre sano”, aseguró Emilio H*.
“Los dipsómanos que dicen “yo tengo tremendo aguante”, no se endrogan porque tienen un síndrome de intolerancia. Aunque no llegan a embriagarse son dependientes del alcohol. Ellos son los primeros en necesitar de terapia grupal y consultas técnicas encaminadas a la rehabilitación. No reconocen su dipsomanía, pierden valores y nunca se sienten culpables de los problemas psicológicos tan grandes que pueden presentar sus hijos”, explicó la doctora María Nela Heredia Leyva, especialista de primer grado de Psiquiatría y responsable de la consulta de alcoholismo del Centro de Tratamientos Especializados del Hospital Psiquiátrico de La Habana.
Los programas educativos sobre el alcohol dirigido a los niños, adolescentes y a sus familiares pueden ser de gran utilidad, pues los hábitos correctos son fundamentales para la prevención del abuso de esta sustancia.
* Los nombres de las personas que ofrecieron sus declaraciones fueron sustituidos por seudónimos con el fin de respetar su privacidad.
RECUADRO 1
Tipos de familia en los pacientes alcohólicos
Tipos de familia No. %
Antagónica 24 40,0
Colaboradora 14 23,4
Indiferente 14 23,4
Resignada 6 10,0
Castigadora 2 3,2
Total 60 100,0
Fuente: Encuesta.
(La clasificación que acepta diferentes tipos de familia en el alcohólico, está basada en la forma en que sus miembros son capaces de admitir y manejar a uno de sus integrantes enfermos. El recuadro 1 muestra que 40% de las familias fueron antagónicas y sólo 23% colaboradoras.)
RECUADRO 2
Repercusiones familiares y sociales en los alcohólicos estudiados
Repercusiones familiares No. %
Tensiones y dificultades 20 33,3
Hurtos hogareños 13 21,6
Violencia con la esposa 12 20,0
Rechazo familiar 11 18,3
Afectación económica 8 13,3
Violencia con los hijos 6 10,0
Ninguna 11 18,3
Repercusiones sociales
Riñas 26 43,3
Hurtos 15 25,0
Escándalo público 14 23,3
Arresto policial 11 18,3
Daño a la propiedad social 10 16,6
Ninguna 8 13,3
Fuente: Encuesta.
(Las repercusiones familiares y sociales que tuvieron los alcohólicos sobre sus familias se detallan en el recuadro 2; entre las primeras sobresalieron las tensiones y dificultades (33,3%), los hurtos hogareños (21,6%) y la violencia con las esposas (20,0%); mientras que en el orden social se destacaron las riñas (43,3%), los hurtos (25,0%) y los escándalos públicos (23,3%))
Nota: Tablas concebidas en el “Trabajo de Caracterización Sociofamiliar en un grupo de pacientes alcohólicos”, de Rodolfo García Roldán, Ana Zoila Garcés Rodríguez, Marta López Martínez y Eva de la Fe López.
FICHA TÉCNICA:
Tema: El alcoholismo.
Propósito: El alcoholismo en la familia.
Objetivos colaterales: Problemas psicológicos en los miembros de la familia que rodean al alcohólico. Consecuencias del alcoholismo de un progenitor en sus descendientes. Dejar a la interpretación del lector las consecuencias que puede traer el alcoholismo para el núcleo familiar. Reflejar de cierta forma, aunque reducida, las consecuencias del alcoholismo en general y las repercusiones que este puede traer.
Fuentes:
Jesús Amador Montejo, Director del Centro de Tratamientos Especializados del Hospital Psiquiátrico de la Habana.
Doctora María Nela Heredia Leyva, Especialista de primer grado de Psiquiatría y responsable de la consulta de alcoholismo del Centro de Tratamientos Especializados del Hospital Psiquiátrico de la Habana.
Doctoras Miriam Bolet Astoviza y María Matilde Socarrás Suárez en su Trabajo de Revisión del Hospital Universitario “General Calixto García”
“Trabajo de Caracterización Sociofamiliar en un grupo de pacientes alcohólicos” de Rodolfo García Roldán, Ana Zoila Garcés Rodríguez, Marta López Martínez y Eva de la Fe López.
Psicóloga retirada Niuris Hernández.
El nombre de las personas alcohólicas y afectadas no se mostrará, con el fin de respetar su privacidad.
Trabajo de Revisión del Hospital Militar “Carlos J. Finlay”, de la My. Eulalia García Gutiérrez, Lic. Gilda Lima Mompó, My. Laura Aldana Vilas, Dr. Pedro Casanova Carrillo y Dr. Vladimir Feliciano Álvarez.
Sociedad de Alcohólicos Anónimos (A.A) de Cuba, “Grupo Habana”. Dirección: San Lázaro No.805 e/ Marqués González y Oquendo, Ciudad Habana.
Sociedad de Alcohólicos Anónimos (A.A) de Cuba, “Grupo Unidad”. Dirección: Iglesia del Carmen, Infanta e/Neptuno y Concordia, C entro Habana (sesiones de familiares).
Tipos de juicios:
Se utilizaron juicios analíticos para demostrar el problema, comprender la extensión de este y señalar que es necesario combatirlo.
Se emplearon juicios de valor, pues las fuentes consultadas ofrecieron opiniones sólidas respecto al tema a tratar.
Se emplearon juicios también disyuntivos porque se presentan situaciones contrapuestas y comparaciones. Por ejemplo, cuando Emilio H* se refiere a su situación y antes y después de su declaración se hace un análisis de los problemas que él presenta y no reconoce.
Ej.: “Mi hijo no se afectará, ¿quién dijo eso? Yo tomo para divertirme y no me emborracho. Al final, mi papá también lo hacía y yo soy un hombre sano”, aseguró Emilio H*.
Y: “Los dipsómanos que dicen “yo tengo tremendo aguante”, no se endrogan porque tiene un síndrome de intolerancia. Aunque no llegan a embriagarse son dependientes del alcohol. Ellos son los primeros en necesitar de terapia grupal y consultas técnicas encaminadas a la rehabilitación. No reconocen su dipsomanía, pierden valores y nunca se sienten culpables de los problemas psicológicos tan grandes que pueden presentar sus hijos”
Tipo de Título: Llamativo
Tipo de Lead: De resumen
Soportes a emplear:
Hecho: El alcoholismo y la familia.
Objetivos colaterales: Hacer un análisis un poco más profundo del alcoholismo en todas sus aristas y llegar a influir al lector con las declaraciones ofrecidas por los dipsómanos y los afectados por ellos. De igual forma hacer una presentación de las consecuencias que provoca la dipsomanía en la comunidad familiar del enfermo.
Contexto: Señalización de los problemas que puede ocasionar el alcoholismo en la familia.
Antecedentes: Causas y consecuencias que presentan las personas que se encuentran alrededor de los enfermos producto de la dipsomanía.
Textos Complementarios: Dos tablas para apoyar el desarrollo del tema tratado en la nota interpretativa.
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