EL PROCESO PERIODÍSTICO
Subjetividad, objetividad, intencionalidad, parcialidad, e imparcialidad del periodismo. Polémica y poder.
HILDA ROSA GUERRA MÁRQUEZ, ANABEL MIERES PÉREZ, AYMARA VIGIL RODRÍGUEZ Y ELIZABETH CABRERA MOREJÓN,
estudiantes de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
El Periodismo, como forma de comunicación de masas, tiene el objetivo de informar y orientar al público. En el proceso del periodismo se debaten de forma clara y precisa una serie de acontecimientos que pueden o no beneficiar el desarrollo de la sociedad, con el propósito de buscar un cambio sustancial, un llamamiento a la conciencia nacional e internacional sobre los determinados problemas existentes.
El periodista es el mediador entre el hecho y su sociedad, y como tal debe poner al receptor frente a la realidad, siempre con una intención al redactar el artículo -como le interesa que llegue al él-, con la mesura y el equilibrio necesarios.
Estamos comprometidos ante un público, por lo que es nuestra misión construir una realidad objetiva y verídica dentro de las posibilidades y dentro de las exigencias de la honestidad profesional, y de esta forma ponerla en manos de las masas.
Eduardo Ulibarri, plantea:
’’El periodismo debe obtener su trascendencia a partir del apego a los hechos: tal es su destino como mediador. La compulsión que los periodistas sentimos por la fidelidad, y la exigencia de utilizar el lenguaje no tanto como recurso mágico con posibilidades estéticas, sino como una herramienta utilitaria para comunicar, proviene de ella.’’
Es nuestro deber apegarnos de forma inseparable a la honestidad y a los valores de nuestra sociedad, contrastar fuentes para brindar información creíble, noticias sustentadas y respaldadas por hechos concretos. En esto consiste la objetividad del periodista.
José María Desartes plantea:
’’… lo objetividad de la noticia debe ser interpretada como una exigencia moral de honestidad intelectual en el informador, como un valor límite en la tarea profesional de los periodistas.’’
Pero no por ser objetivos dejamos a un lado lo subjetivo, al contrario, en esa construcción de lo real está volcada toda nuestra espiritualidad, nuestro modo de ver las cosas y nuestra forma de pensar.
Iraida Calzadilla Rodríguez, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, sugiere: ’’Un periodista tendrá siempre un objetivo fijo: mostrar la realidad lo más cercana posible a lo que es, aún cuando no pueda obviar su propio rol como sujeto constructor y manipulador del hecho en sí al que está vinculado, ya sea como protagonista o como espectador, o incluso las dos cosas en no pocas ocasiones.’’
Un periodista pone a la vista su subjetividad desde el momento en que escoge un acontecimiento sobre el cual va a escribir, al seleccionar la fuente hacia donde se va a remitir, en la forma como escribe sobre el hecho, en la medida en que incluye o excluye matices a su redacción, y en la importancia dada a cada uno de ellos. En cada paso dado, acción hecha, palabra dicha, y hecho recreado por este, están presentes su punto de vista, sus sentimientos, su interpretación, su cultura e ideología, insiste en sus clases la profesora Calzadilla.
Pero también está detrás de todo este proceso periodístico, la intencionalidad del profesional de la información. Cuando él selecciona y elabora elementos, los organiza jerárquicamente, en resumen, manipula –en el sentido constructor de la palabra – esa información, responde a los intereses de la línea editorial que representa, al medio para el cual trabaja, a los valores de su sociedad. Queda comprobado de esta forma que todo el proceso está sobre la base de una intención, y demuestra, además, que los periodistas no somos imparciales sino parciales, pues nos debemos a una ideología.
EJEMPLO:
Próximamente en nuestro país se realizara un concierto por la PAZ con artistas extranjeros como Juanes, figura principal, Olga Tañón; y nacionales como Silvio Rodríguez, Amaury Pérez, Carlos Varela, X Alfonso y el grupo Orishas. Esta noticia ha creado una polémica mundial, las televisoras la expusieron de distintas maneras:
En Cuba se da la noticia como un acontecimiento cultural, un concierto por la paz y para el pueblo y el mundo entero.
En otros canales internacionales se ve el tema como algo político y se oponen a la decisión del famoso artista a realizar el concierto precisamente en Cuba.
Esto demuestra lo que se planteaba anteriormente, se da la noticia con la intención de responder al medio para el que trabaja el periodista y como le interesa que llegue al público.
Los teóricos coinciden en afirmar que los profesionales de la información no solo distribuyen, sino que también producen autónomamente a partir de los diferentes géneros de opinión, en los que actúan como agentes activos de una idea, una estética, una práctica. Incluyen, además, la promoción del diálogo y la polémica, resultado y a la vez motor del flujo informativo.
Los periodistas no solo difundimos la información, sino somos capaces también de producirla, pasándola por el filtro de nuestra subjetividad e intencionalidad. Pero además tenemos la posibilidad de crear un debate, un ambiente de análisis, de discusión y polémica en la sociedad, producto de esa información transmitida, y que incentiva al mismo tiempo la creación de otra información. El periodismo tiene el dominio para informar, dirigir y educar a las masas; un poder para generar pensamiento y su opinión.
Como oficio político-ideológico está vinculado al poder de la nación, pues aboga por él, lo sostiene, pero también lo discute y hasta combate por su sustitución o por deshacerlo.
El periodismo tiene el deber de construir la realidad, apegándose a la veracidad de los hechos lo más posible que sea, y detrás de esa construcción está su subjetividad -propia de cada individuo, de su competencia sociocultural, de su idiosincrasia- e intencionalidad. Es capaz de conmover, persuadir hasta convencer a multitudes, por ello por siempre va a estar relacionado a un poder político; pero es valido mencionar, además, que al tener la capacidad de hacer todo esto, pues posee también una autoridad, un poder en la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA:
Calzadilla Rodríguez Iraida. La Nota. Editorial Pablo de la Torriente Ciudad de la Habana, 2005. Paginas 15, 16, 17, 22, 23,29.
Calzadilla Rodríguez, Iraida. Notas de clases. Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana. Curso escolar 2009-2010.
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