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Isla al Sur

LA PROFE ELINA

LA PROFE ELINA

Con más de cuarenta años dedicados al arte que representa enseñar, la Doctora en Ciencias Filológicas María Elina Miranda Cancela, no ha dejado de acumular méritos; pero el principal, según ella, es pertenecer a esa legendaria prole de talentos que ha dado a luz la fecunda Escuela de Letras.

DARÍO ALEJANDRO PAULINO ESCOBAR,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Incentivada en su pasión por la cultura y lenguas clásicas, María Elina Miranda Cancela ha dedicado su obra investigativa a estudiar la presencia de los clásicos en la cultura cubana y latinoamericana en general.

Desde entonces ha merecido premios como el de Embajadora del Helenismo, concedido por la Prefectura de Atenas, la Orden Carlos Juan Finlay, entregada por el Consejo de Estado; además, es la Directora de la Cátedra de Filología y Tradición Clásicas. También es fundadora y presidenta del Grupo de Estudios Helénicos. Recibió el Premio a la Crítica por su libro “Calzar el Coturno Americano” y es desde finales del 2007, miembro de la Real Academia Cubana de la Lengua, entre otras importantes distinciones.

Sus publicaciones nacionales y extranjeras se extienden desde una decena de libros hasta una gran variedad de artículos y prólogos. A la vez que educa, investiga y escribe, es madre, esposa y mujer cubana de estos tiempos. Al hablar, explicar o disertar sobre cualquier tema, utiliza un tono pausado y casi maternal, así transmite su sabiduría.

Desde su oficina repleta de libros y mapas, casi todos en idiomas clásicos, esta educadora cumple con la máxima martiana de que  “…enseñar puede cualquiera, educar solo quien fuere un evangelio vivo”         
 
El descubrimiento

-¿Cómo descubrió su vocación?

¿Le fue muy difícil escoger la carrera?

Cuando era adolescente, pensaba estudiar distintas carreras; nunca tuve una definición en ese sentido. Alguna vez quise estudiar Medicina, Ingeniería; de hecho, cuando terminé el bachillerato, vacilaba entre matricular Ingeniería Química o Filosofía y Letras, así que no fue algo definido.

Eso sí, desde pequeña me gustó leer. Mi familia, y mi mamá en particular, favorecieron ese proceso comprándome libros. Así, fue un tanto al azar que matriculé en Lengua y Literatura Francesa porque con la Reforma Universitaria ya no existía Filosofía y Letras. Pensé, incluso, estudiar Historia del Arte, y después, al final, terminé en la Licenciatura en Literatura y Lenguas Clásicas que era como se llamaba. En esos tiempos era fácil cambiar de especialidad porque los dos primeros años eran comunes para todas las filologías clásica, hispánica, francesa, rusa e inglesa, las que se impartían entonces.

-¿Qué sintió la primera vez que se

sentó en un aula universitaria

y recibió la primera lección?

Mi primera clase como estudiante universitaria fue justamente con Mirta Aguirre. Fue muy impactante, porque ella nos hizo saber que al igual nosotros llegábamos a la Universidad, para ella también ése era su primer día, y, todos comenzábamos juntos.

-¿Cuál fue el profesor que más

admiró en sus años universitarios?

No pudiera decir uno en particular porque realmente tuve muy buenos profesores, figuras importantes dentro del mundo intelectual. Además de Mirta Aguirre, recibí docencia de Camila Henríquez Ureña, José Antonio Portuondo, Roberto Fernández Retamar, Vicentina Antuña y otras personalidades.

-¿Cómo llega a la docencia?

Ya en esos años había un movimiento de alumnos ayudantes e instructores no graduados  y, tanto Luisa Campuzano como yo, que éramos compañeras de curso, fuimos seleccionadas por la cátedra para ser instructoras no graduadas. Después, cuando me gradué, pasé a trabajar como profesora.

-¿Cuál fue la disciplina que escogió

para comenzar a dar clases?

Empecé impartiendo Lengua Griega, porque ha sido política del departamento, desde entonces, que todos nuestros profesores justamente comiencen por impartir lenguas como base, antes de otras asignaturas como Historia, Literatura. Luisa Campuzano enseñaba latín, y yo griego.

-De todas las asignaturas que ha impartido,

¿cuál ha sido la preferida?

Literatura,  porque tiene que ver con toda mi formación humanística y quizás porque uno estudia las lenguas clásicas no solo por lo que pueda incidir dentro de la lengua en el estudio de la lingüística, sino porque me dediqué al estudio de la literatura, y las lenguas son una forma de acercamiento en la comprensión de ésta.

Me decidí por Grecia y podría decir que quería conocer y ahondar en cómo una literatura y una cultura que ha gozado de tanto prestigio ha influido en la cultura posteriormente, cuál había sido realmente el precepto que había seguido, cuáles los valores y el por qué de la vigencia de los clásicos hasta nuestros días. Quizás eso fue lo que más me estimuló y se transformó en pregunta a la que traté de dar respuesta a través de la preparación y de las clases y de la obra que he llevado a cabo.

 Fundadora

-¿Cómo surgió la idea de fundar el

Grupo de Estudios Helénicos?

Por las difíciles circunstancias que se vivieron en los años noventa, ante la necesidad de bibliografía, de actualización, etc, que en Letras Clásicas es muy importante. Entonces pensamos que las Letras Clásicas estaban en un momento muy difícil, hasta temimos que pudiera, de alguna forma, desaparecer. Así comenzamos a luchar para que no sucediera.

Para ello organizamos un congreso de Filología Clásica en América, nos visitaron especialistas de toda la región. Gracias a esas relaciones, recibimos el respaldo que también nos brindó la República de Grecia, mediante su embajador en aquel momento, el señor Doudomis.  Así tuvimos medios y posibilidades  de pensar en hacer la Maestría en Filología y Tradición Clásica, y también  la Cátedra de Cultura Neohelénica, cuyo propósito es fomentar los estudios de la cultura griega desde la antigüedad hasta nuestros días; es decir, no limitarnos a la Grecia Clásica o de la antigüedad, sino también conocer más sobre la cultura, sobre la lengua y la literatura actual de este país.

-¿Qué es el Aula de la Cultura Neohelénica?

Como parte del grupo se creó esta aula, cuyo objetivo es insistir en los estudios sobre Grecia contemporánea con el respaldo del proyecto del gobierno de la República Helénica, a raíz de un encuentro intergubernamental para firmar un convenio con tal propósito.

Parlamentarios griegos presenciaron la fundación del Aula Neohelénica, centrada en estudios acerca de la cultura, la lengua y la literatura contemporánea de esa península mediterránea.

-Usted recibió el título de Embajadora del Helenismo,

otorgado por la Prefectura de Atenas.

¿Considera que fue una recompensa

al trabajo de tantos años?

Pienso que no solo fue un reconocimiento a mi labor en particular, sino a todo el vínculo que ha existido al pasar de los años entre la cultura griega y la cultura cubana, y cómo la cultura griega y la literatura griega han actuado de una forma destacada en el imaginario cultural cubano.

La investigadora y escritora

-Su libro “Calzar el Coturno Americano”

obtuvo el Premio a la Crítica.

¿Por qué ese título?

Esta es una frase de José María Heredia de cuando les pedía a sus amigos del círculo delmontino, es decir, de Domingo del Monte, que dejaran de escribir tragedias, que escribieran dramas relacionados con las repúblicas que querían constituirse. Él decía que estaba a punto de escribir esa tragedia que se quería, pero americana; entonces, ésa es la frase que señala, y así se titula el libro, porque lo que muestra es la presencia de autores que han tomado los mitos clásicos como paradigma para construir una obra auténticamente nuestra. 

-¿Qué representa para usted el hecho

de ser una de las solo seis féminas que

integran la Academia Cubana de la Lengua?

La Academia de la Lengua es una institución donde ha habido una presencia femenina muy importante; de hecho, Dulce María Loynaz, fue la mujer que la presidió durante muchísimos años. Por supuesto, es un gran honor, un gran compromiso con las letras cubanas.

-¿Qué lugar en su vida le concede a la docencia?

Imagínate, después de haber estado enseñando durante 42 años, ya es una parte muy importante de mi vida. Pienso que la docencia es muy enriquecedora desde todo punto de vista porque en el intercambio con el estudiante no solo uno enseña, sino también aprende mucho. Hace poco comentaba con un joven profesor cómo cualquier grupo nuevo te hace una pregunta en la cual uno nunca había reparado y, entonces, obliga a pensar para responderla.

-Si tuviera que agradecer a

alguien por la ayuda prestada,

¿quién o quienes serían?

A mi madre, porque siempre me apoyó desde todo punto de vista. Ella procuró que estudiara, me proporcionó muchas cosas y estuvo a mi lado durante toda su vida para que yo pudiera ejercer profesionalmente.

-¿Cuál ha sido el mayor y

el mejor premio de su vida?

Mi hija, haber tenido una hija.

-¿Qué consejo usted daría a las

nuevas generaciones de profesionales

profesores de Letras?

Quizás también uno de los mayores premios es ver surgir nuevas generaciones de profesores que se van formando y pueden continuar la obra. No hablo de una obra personal, sino de la obra cultural de este país. Pienso que ese es el concepto que siempre hemos tenido y el consejo que damos, es decir, que sean unos verdaderos profesionales  y unos auténticos humanistas.

-¿Tiene fecha definida para retirarse de las aulas?

No, no la tengo.

Y respondió con la calma que otorgan los años, con la responsabilidad de la persona conocedora de que todavía queda una gran obra por continuar y con la valentía de las antiguas protagonistas de páginas históricas en la región helénica.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Nosotros, los del 280, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario de la casa de altos estudios cubana.

Ficha Técnica:

Objetivo Central: A propósito del aniversario 280 de la fundación de la Universidad de La Habana, institución donde han surgido y por donde han pasado destacadas figuras destacadas dentro de la pedagogía cubana, que el público conozca la vida y obra profesional de esta destacada intelectual.

Objetivos Colaterales: Lograr que la entrevistada emita algunas opiniones sobre determinados temas de actualidad que influyen en su actividad como pedagoga. Que la entrevistad hable sobre facetas o aspectos de su vida que sea desconocidos para el público.

Tipo de entrevista:

Por su forma: Clásica
Por su contenido: De retrato o personalidad.
Canal por el que se obtuvo: Cara a cara.

Tipo de Título: Con el nombre del entrevistado.
Tipo de Entrada: Biográfica.
Tipo de Cuerpo: Preguntas y Respuestas.
Tipo de conclusión: De comentario del entrevistador.
 
Fuentes Consultadas:

José Antonio Baujín Pérez, Decano de la Facultad de Artes y Letras.
Marcia Fernández, Profesora de Redacción de la Facultad de Artes y Letras.
Mónica Rivero Cabrera, estudiante de Periodismo.
Alumnos de la entrevistada.
Currículum de la profesora.
Internet.

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