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Isla al Sur

EL ARTE DE LA INTERVIÚ

EL ARTE DE LA INTERVIÚ

Tema: Desde su perspectiva, diga cuáles pueden ser los tres principales errores o problemas en la preparación de la entrevista.

SUSANA TESTÉ RODRÍGUEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La palabra entrevista se deriva del latín y significa los que van entre sí. El diccionario de la Real Academia Española define la palabra entrevista como la conversación que tiene como finalidad la obtención de información. Esta proviene del francés entrevoir  y significa lo que se entrevé o lo que se vislumbra.

Para los periodistas, este género  tiene un mayor significado, pues gran parte de nuestras vidas la pasamos interrogando personas, ya sea con el propósito de resaltar su labor o de obtener  información. No hay recetas para la buena entrevista, no existen métodos ni fórmulas. Hacer de la interviú  una cómoda y agradable conversación es un reto, esto se puede lograr respetando a nuestros entrevistados. Minimizarlos o  subestimarlos es el onceno  pecado capital para  los periodistas.

Según la profesora cubana de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de La Habana, Miriam Rodríguez Betancourt: “La entrevista resulta un método al que calificamos de indagatorio, que surge prácticamente con el lenguaje articulado, como necesidad social de relación humana en el proceso de producción de bienes materiales y que se utiliza en casi todos los géneros periodísticos para la obtención de determinada información”.

Las primeras entrevistas publicadas y reconocidas como tal son norteamericanas. Existen discrepancias entre si la primera fue de   James Gordon Bennett, director del New York Herald, donde este  recoge el testimonio, en forma de citas textuales, extractos de la conversación y declaraciones de una plática con  Rosina Townsend, dueña de un burdel neoyorquino, en el que se produjo un asesinato.

La segunda es de personalidad, donde Horace Greely, del  Tribune de Nueva York, acude a Salt  Lake City,  Estados Unidos, para reunirse con José Smith, fundador de los mormones.
“La entrevista, además de sus características propias, es también información y reportaje. Su misión: decir al lector “quién es” y “cómo es “ tal o cual persona; lo que dice, piensa o hace con respecto a un problema determinado; o simplemente, lo que hace en su vida como persona. En este caso una entrevista es un retrato –con algo de narración- de un hombre, pero con el molde vivo, puesto ante el lector”, así afirma Gonzalo Martin Vivaldi en su libro Curso de Redacción.

La entrevista periodística es el desarrollo de un cuestionario planificado, coherente y dirigido a satisfacer incógnitas concretas y a descubrir soluciones;  también se puede definir como la técnica de obtención de material de interés, por medio de preguntas que el reportero formula a otras personas. Es el género periodístico más conocido y fácilmente identificable por el público.

“Una interview no es, ni más ni menos, que una conversación llevada a la letra impresa”, dice Manuel Arco en La Interviú. Muchos especialistas del tema categorizan las entrevistas de varias maneras, entre las que se cuentan: informativas (o noticiosas), de opinión, de personalidad o biográfica y de retrato; atendiendo a los objetivos. En tanto que, por el número de personas que en ellas intervienen, pueden ser individuales o colectivas.

En  todos los casos las funciones coinciden, en general, con las  explicadas por  la profesora Miriam Rodríguez Betancourt, en su libro Acerca de la entrevista, estas son: obtener información, analizar, profundizar, esclarecer un asunto que en determinado contexto puede constituirse objetivo principal, establecer y/o reafirmar un criterio, tanto desde el punto de vista del entrevistado como del entrevistador, traer a colación un tema o asunto de la actualidad y  obtener testimonio de un aspecto de la realidad.

Para lograr una buena entrevista debemos colocarnos a un nivel de igualdad profesional, manifestar interés por lo que  se contesta, no sugerir al entrevistado las respuestas, ni condicionar  las mismas, mostrarnos comedidos y equilibrados en los comentarios y dar a la persona entrevistada el tiempo suficiente para pensar.

A David Mehegan, periodista reconocido por los aportes a la teoría del Periodismo, Donald Murray  preguntó cómo se preparaba para entrevistar. Y este contestó: “Necesito saber lo suficiente sobre aquello de lo que voy a escribir; así evitaré formular preguntas que me hagan quedar como un imbécil y, sobre todo, tendré la posibilidad de entender a la persona con la que voy a hablar. Pero tampoco me abruma ignorar algunas o incluso muchas cosas, porque tengo la teoría de que nuestro trabajo (el de los periodistas) consiste en desconocer algo y, después, saber descubrirlo”.

El entrevistador  volvió a preguntar: “¿Utiliza alguna técnica especial en la entrevistas cara a cara?”, y el periodista respondió otra vez: “Ninguna, salvo el procurar acercarme a las personas con afán de saber tratarlas respetuosamente, poner mucha atención e intentar responder inteligentemente con preguntas no preparadas cuando el entrevistado dice cosas sorprendentes o imprevisibles. Mucha gente desconfía de los periodistas, les disgustan, pero si consigues que esas mismas personas sientan que pueden confiar en ti, entonces cuentan libremente su historia”.

Reinaldo Santana, periodista editor del Canal de Televisión de la Agencia de Información Nacional (AIN), asegura: “El entrevistador debe tener disposición y paciencia para llevar a cabo con éxito una entrevista, debe hablar de manera clara, precisa y en voz entendible. Las preguntas debe hacerlas lo más natural posible para que el entrevistado responda con sinceridad y se sienta a gusto. Estas deben ser precisas y para nada tediosas, exactas de lo que se quiere preguntar y adecuadas al nivel de instrucción del entrevistado”.

Oriana Fallacci, en entrevista con Yasser Arafat, líder del Movimiento  Palestino, arremete: “No está usted casado y no se conocen mujeres en su vida. ¿Quiere ser como Ho Chi Minh o la idea de vivir junto a una mujer le repugna?”. En mi opinión, este es un ejemplo de pregunta agresiva, rozando el límite de la descortesía. Aquí se subestima y desvaloriza al entrevistado.

Muchos especialistas están de acuerdo en que existen errores, los cuales atentan contra la confección de la entrevista, por ejemplo, no prepararse antes de hacerla y preguntar sobre cuestiones ya dichas, además, sin una elaboración suficiente, resulta muy difícil advertir cuándo un entrevistado miente. Sin la mínima documentación previa estamos indefensos, y en ese mismo plano colocamos a nuestros lectores. Otro error es no saber llevar la entrevista de acuerdo con los objetivos trazados. No redactarla correctamente, según las reglas de redacción  o faltándo a la fidelidad  de las respuestas del entrevistado.

“Las frases hechas, los clichés, son ya una institución en el periodismo moderno, tan al día, tan preocupado por la inmediatez, hasta el punto de descuidar la redacción. En las entrevistas, como en todos los géneros periodísticos, entran en juego, como soporte primordial, el uso de las reglas gramaticales, las expresiones lingüísticas y la claridad, precisión, exactitud en lo que se escribe”, afirma Roberto Castellano, periodista de la agencia de noticias Prensa Latina. 

En mi entrevista Pasión de un periodista, a Roberto Pavón, periodista cubano y Premio Nacional de Periodismo José Martí, pregunto: ¿Cómo es que llega al Noticiero de Televisión siendo el estilo de trabajo  tan distinto al de la prensa escrita?  Esta pregunta se pudo concebir de otra manera, más orgánica, más intencional. Incluso, desde el punto de vista estructural, gramatical, el Cómo es que, según afirma la profesora cubana de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de La Habana, Iraida Calzadilla, provoca un alargamiento de la frase y sea incómoda de pronunciar, a esto se denomina queísmo y en el periodismo actual debe prevalecer el buen uso del lenguaje.  

Aquí van algunas frases muy usadas y qué piensan sobre ellas los lectores de hoy: “Después de leer  un artículo sobre el agujero de la capa de ozono, o sobre lo maleducada que está la juventud, terminar con al final del día lo importante es confiar en la posibilidad de un futuro mejor….Es decepcionante y se traduce en  pobreza del lenguaje o mediocridad,  en el peor de los casos”, asegura Daimara Hernández, joven capitalina futura estudiante de Historia del Arte.

“La verdadera……”. Parece que si el adjetivo verdadero(a) no califica las cosas, éstas no son reales, por ejemplo: la verdadera tragedia, el verdadero asunto. Existen palabras a las  que no hace falta adornar con  adjetivos, pues su significado basta para lograr el efecto necesario”, dice Yesika Quesada, estudiante de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de La Habana.

“Lo que es”, esta pseudo definición metafísica para referirse a cualquier cosa, es realmente agobiante, ya que abarrota de que los textos y, además, no dice nada”, asevera Norberto Rivero, editor del periódico El Habanero.

Sobre las buenas y malas entrevistas, y las fórmulas para estas, dice David Mehegan en su libro Writing for your readers: “No, para entrevistar no existen estrategias, solo trucos útiles para salir del paso, que no hace mucha falta enseñar porque la experiencia, incluso corta, nos enseña mejor y más rápido. Lo único que se puede hacer es cultivar cuatro pilares importantes: saber mirar, saber escuchar, saber pensar y saber expresar lo que uno ha visto, escuchado y meditado”.

Dice Salvador Pániker, autor del libro de entrevistas titulado Conversaciones en Madrid: "Toda persona entrevistada acaba reducida a los límites mentales de su entrevistador".

Si es cierto lo que dice este periodista, la imagen de los entrevistados está en las manos entrevistador. Es obligación, entonces, dar a conocer exactamente lo visto y escuchado, sin tergiversar nada. El respeto por las personas lo enseñan en la Academia, pero más allá de toda didáctica, es menester entre los hombres.

Bibliografía:

Arco, Manuel: La Interviú. En Enciclopedia de Periodismo. Barcelona, 1966.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. Notas de clases. Curso 2008-2009. Facultad de Comunicaciones de la Universidad de La Habana.

Fallacci, Oriana. Entrevista con la Historia.

Martín Vivaldi, Gonzalo: Curso de redacción. Editorial Paraninfo, Madrid, 1969.

Mehegan,David. Writing for your readers. En Internet.

Rodríguez Betancourt, Miriam: Acerca de la entrevista periodística. Editorial Pablo de la Torriente, La Habana, 2000, pág. 15.

Salvador, Panikel. Conversaciones en Madrid. En Internet.

Wikipedia, la enciclopedia libre. En: La entrevista periodística.

Fuentes activas:

Daymara Hernández, futura estudiante de Historia del Arte de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana.

Yesika Quesada, estudiante cubana de Periodismo, Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Norberto Rivero, periodista cubano editor del periódico El Habanero.

Reinaldo Santana, periodista de la Agencia de Información Nacional (AIN).

Roberto Castellano, periodista de Prensa Latina (PL).

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