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Isla al Sur

LA HISTORIA EN MINUTOS. RADIO RELOJ. NOVIEMBRE (III)

LA HISTORIA EN MINUTOS. RADIO RELOJ. NOVIEMBRE (III)

Del 14 al 19 de noviembre: José Jacinto Milanés, Domingo Faustino Sarmiento, Juan Kepler, Christoph Willibald Gluck, Fundación de La Habana, José Martí, Alma Mater, Auguste Rodin, Máximo Gómez Báez, José Raúl Capablanca Graupere y Enrique José Varona.

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ

14 de noviembre:
José Jacinto Milanés

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL PRIMER ROMÁNTICO CUBANO. En su poesía el amor cabalga. Así llegan los versos de José Jacinto Milanés, el poeta matancero considerado el primer romántico cubano. Y es que el amor anda por la naturaleza que describe, por la libertad que proclama, por la Patria que respeta, desde palabras dichas para destacar la belleza, mejorar al hombre, apoyar la nobleza y censurar lo vil. Aquel hombre de fino espíritu, nacido en hogar pobre, llegó a ser, también, dramaturgo, escritor costumbrista, periodista y literato. Entre sus obras, destacan La guajirita del Yumurí, El poeta envilecido, La fuga de la tórtola y Epístolas a Ignacio Rodríguez Galván. El catorce de noviembre de mil 863, en el mediodía de su Matanzas natal, partió para siempre el poeta José Jacinto Milanés. Continuará en el próximo minuto...

POETA EN LOCURA. Conclusión. De sus cuarenta y nueve años, veinte permaneció en locura el poeta matancero José Jacinto Milanés y, de ellos, los últimos fueron de un mutismo extremo, interrumpido pocas veces para hablar en verso. Dicen que el amor le trajo la demencia al ser desdeñado, primero, por su prima Isabel de Ximeno Fuentes; y después, por Dolores Rodríguez Valera. Pasiones adversas que truncaron el hacer del poeta y marcaron para siempre, e irreversiblemente, el espíritu de aquel creador que nos legó cinco piezas teatrales, nueve cuadros de costumbres en verso, ciento veinticuatro poemas, y siete artículos sobre literatura. Por José Jacinto Milanés alguna iglesia cercana dio campanadas, cual premonición, en el mediodía de su muerte. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

14 de noviembre:
Domingo Faustino Sarmiento

LA HISTORIA EN MINUTOS. SARMIENTO EN LA HABANA. En nave de mostos insufribles, cerdos apresados y hombres enfermos en lastimosa estampa, llegó el catorce de noviembre de mil 847 a La Habana un hombre que con el tiempo se convertiría en paradigma, el educador argentino Domingo Faustino Sarmiento. Lejos todavía estaba de la presidencia de su país, y con ella llevar desarrollo y educación a niveles de administración progresista. Era aún hombre joven y venía a vincularse con personas deseosas de que la educación fuera estrella iluminadora. De esa estancia en la capital le quedaría una amistad imperecedera, la del sabio bibliógrafo Antonio Bachiller y Morales. Años más tarde, cuando Domingo Faustino Sarmiento fue proclamado dirigente de Argentina, elegiría como secretario personal a otro cubano de virtuosas cualidades, a Ramón Roa, teniente coronel de nuestra guerra independentista. Continuará...

EL AUTOR DE FACUNDO. Conclusión. Si como político Domingo Faustino Sarmiento sembró semilla de hombres honestos, su obra como escritor dio a la luz la novela más descollante del romanticismo hispanoamericano: Facundo, civilización y barbarie, concluida en mil 845. Este texto imprescindible de las letras argentinas se alza, incluso, como el más sobresaliente del siglo diecinueve en las tierras suramericanas. Además de una prolífica producción de temas sobre la enseñaza, de su autoría son también La vida de Dominguito y Conflictos y armonías de las razas en América. Domingo Faustino Sarmiento fue escritor y político pero, ante todo, asumió con hondura la profesión de educador. Su huella en tan hermosa labor queda, entre otras responsabilidades, en la dirección de la Escuela Normal de Preceptores, en Santiago, y en el estudio de diversos sistemas educativos. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

15 de noviembre:
Juan Kepler

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL LEGISLADOR DEL CIELO. Al morir, Juan Kepler tenía como única fortuna un traje, dos camisas y varios ejemplares de sus obras. Sin embargo, al célebre astrónomo alemán, llamado El Legislador del Cielo, los príncipes a quienes servía le debían veinte mil florines, alta suma en aquel quince de noviembre de mil 630. A ese científico, al igual que a Galileo Galilei, se le considera como uno de los fundadores de la astronomía moderna. Al alemán Juan Kepler la ciencia le agradece obras de suma importancia para la continuidad de esos estudios en el tiempo, y principalmente, el descubrimiento de las leyes del movimiento de los planetas alrededor del sol. Sin embargo, murió agotado, en la miseria, quizás presintiendo con su deceso una vía para escapar del infortunio. Continuará en el próximo minuto...
 
UN ASTRÓNOMO EN APUROS. Conclusión. La vida del astrónomo alemán Juan Kepler estuvo marcada por el infortunio desde el mismo nacimiento. De padre guerrero mercenario, y de madre de pésima conducta, recibió su buena cuota de maltratos tanto por parte de los progenitores, como de los hermanos. De niño, la viruela debilitó su vista; de adolescente, una enfermedad le deshizo el equilibrio del organismo. A lo largo de su vida escasearon los recursos financieros en los bolsillos. En el hogar, perdió a tres hijos, y su primera esposa murió demente. Juan Kepler finalmente encontró a Susana Rentlinger, esposa que le proveyó de algún sosiego. El astrónomo de poca suerte falleció a los cincuenta y nueve años de edad, bajo los signos de la tristeza y la decepción. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

15 de noviembre:
Christoph Willibald Gluck

LA HISTORIA EN MINUTOS. EQUILIBRIO ENTRE MÚSICA Y PALABRA. A los setenta y tres años, lleno de melodía el espíritu y recibidos los honores humanos, murió en Viena el quince de noviembre de mil 787 el compositor alemán Christoph Willibald Gluck. Catalogado como uno de los fundamentales artífices en la renovación de la ópera, llevó hasta la obsesión el concepto de la ponderación entre la música y las palabras. De sí mismo apuntó: “…siempre me he esforzado en mi música por destacar el texto de una manera simple y natural, en lugar de hacerlo por medio de la expresión y la declamación adecuada”. Compositor imprescindible del siglo dieciocho, Christoph Willibald Gluck enfrentó no pocas incomprensiones con sus reformas operísticas, pero su hacer le llevó a una entrega donde los sentimientos y las emociones van innovados en expresiones por medio de la música como conductora universal. Continuará en el próximo minuto...

REPASO DE OBRAS. Conclusión. Ya la primera obra del compositor alemán Christoph Willibald Gluck le atrajo los aplausos de triunfo del público: Artajerjes se escuchó en la aquilatada La Scala de Milán, en mil 741. Otras composiciones cimeras de este autor son Eco y Narciso, Sofonisba, Antígona y Alceste. Sin embargo, Orfeo y Eurídice le trajo glorias en el contexto de la calidad dramática y la espontaneidad, y los vieneses acogieron la obra con verdadero entusiasmo y arrobamiento. No obstante, fue Ifigenia en Táuride su momento de esplendor como compositor, y esa pieza presentada en el París-Ciudad Luz, se asentó como la obra maestra de este compositor clásico de inconfundible estilo. En el alemán Christoph Willibald Gluck la ópera era punto de unión entre la ética y las emociones, y sin esa convergencia oportuna, nada era bien logrado. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

16 de noviembre:
Fundación de La Habana

LA HISTORIA EN MINUTOS. CUMPLEAÑOS DE UNA CIUDAD. Cuando regreso de algún viaje a provincia y atisbo a lo lejos el túnel de La Habana, respiro hondo y me digo: "Llegué a casa". Así le sucede no solo a los verdaderos habaneros, a los que nacieron en esta espléndida ciudad cosmopolita, sino también, a otros que, como yo, la invadieron y la abrazaron como suya para siempre, sin olvidar tampoco a la tierra chica. Ya no podemos estar sin sus calles populosas, sus teatros, sus baches, sus repletos latones de basura, sin el ir y venir de la agitada gente y sin esa magia irrepetible de ciudad abierta, parlanchina, enjuiciosa y desbordada. Esta es La Habana fundada el dieciséis de noviembre de mil 519. La Habana de Centro Histórico y de desarrollo impetuoso: culta y popular, abrigo y fuente nutricia. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.


 
16 de noviembre:
José Martí

LA HISTORIA EN MINUTOS. NOVIEMBRE EN MARTÍ. La visita entre el dieciséis y el veinte de noviembre a un buen número de organizaciones partidistas, e incluso de recreo como La Primavera y El Progreso, son apenas un botón de muestra del intenso trabajo que desarrolló José Martí en el Cayo Hueso de mil 892. El Delegado, que siempre se caracterizó por un andar con prisas, desde la misma llegada el día nueve a esa zona de la Florida, y tras las bienvenidas de rigor, emprendió una cruzada de encuentros, iniciados con la asistencia a un concierto de banda cubana. Le sucedió la acogida en el Club San Carlos para escuchar el ávido público sobre su viaje por República Dominicana, Haití y Jamaica. En esa primera etapa de trabajo en Cayo Hueso, José Martí también compartió en una reunión extraordinaria de la Convención Cubana, y sus puntos de vista fueron aceptados con total respeto. Continuará en el próximo minuto...

MES SIN DESCANSOS. Conclusión. Cuando se ve en fotos la escuálida figura y el aspecto cansino de José Martí, una no puede menos que preguntarse cómo lograba sacar fuerzas físicas aquel espíritu revolucionario e íntegro. En noviembre de mil 892 estuvo el Apóstol bregando sin descansos en Cayo Hueso, y de ello dan muestra las reuniones con los clubes Protectoras de la Patria, Hijas de la Libertad y hasta el Abarbanel, constituido por hebreos que manifestaron afecto hacia Cuba e inconformidad con el régimen anticolonial que la asolaba. Contaron también las sesiones como orador en el Instituto Cunill, donde habló a profesores y estudiantes, la intervención en el Liceo Cubano, con lleno de asistencia, y la conferencia en inglés que ofreció en el Club San Carlos y en la que arremetió contra el anexionismo. Ese fue el noviembre del noventa y dos en nuestro José Martí. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

17 de noviembre:
Alma Mater

LA HISTORIA EN MINUTOS. NACE ALMA MATER. Fragua de ideas políticas, de pensamiento revolucionario, taller y creación, ha sido la revista Alma Mater para los universitarios cubanos. Fundada el diecisiete de noviembre de mil 922 por el líder estudiantil Julio Antonio Mella, la publicación devino documento a favor de las luchas de los jóvenes en contra de tiranías y dictaduras. Figuras insertadas para siempre en nuestra historia, dejaron allí suscritos sus ideales. Con el triunfo de la Revolución, reverdeció en sus propósitos de defensa del proyecto político que abrazaba a los universitarios venidos de cualquier estamento social en un país inclusivo. Luego de un receso en la edición por dificultades económicas en el país, la revista Alma Mater volvió en mil 996 a los universitarios cubanos para continuar reflejando sus intereses, decir sus aciertos y ser cuaderno crítico de la organización que representa, la Federación Estudiantil Universitaria. Volvió a ser taller, fragua, creación. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.


 
17 de noviembre:
Auguste Rodin

LA HISTORIA EN MINUTOS. RODIN Y LA ERA DE BRONCE. Sus esculturas son como puñetazos reveladores de la psicología de personajes en eterna búsqueda interior, una mezcla sólida y sensitiva de la naturaleza humana, una indagación en la hondura del yo. Tal es la fuerza del escultor francés Auguste Rodin, uno de los más descollantes en la transición del siglo diecinueve al veinte. De él, con ese poder abrupto, es La era de bronce, el desnudo masculino que en mil 877 escandalizó a los ya liberales parisinos, y su presentación echó a rodar especulaciones relativas a posibles patrones de yeso trabajados sobre modelos vivos. Otras obras del autor son Hombre con la nariz rota, San Juan Bautista, El beso, El pensador, Los burgueses de Calais, y Adán y Eva. El escultor francés Auguste Rodin falleció el diecisiete de noviembre de mil 917, en Meudon, muy próximo al París de florecimientos. Continuará en el próximo minuto...

RODIN Y CAMILLE. Conclusión. Del escultor francés Auguste Rodin fue discípula, colaboradora y amante la también escultura Camille Claudel, artista a la que solo en las décadas de los setenta y los ochenta del siglo veinte se le rindió merecido homenaje a su obra. Al principio de esta unión prevaleció la profunda identidad de la alumna hacia su maestro, y ello se observa en retratos y grupos de desnudos donde las figuras contorsionadas son recurrentes para expresar los estados de ánimos. Luego de la separación y a pesar de que la Claudel continuó colocando sus obras en prestigiosos salones, la economía tuvo bajas notables y la escultora sucumbió a crisis depresivas que la llevaron de uno a otro hospital psiquiátrico en consecutivo peregrinar hasta la muerte. Camille Claudel imaginó en sus angustias, fracasos y obsesiones que el escultor Auguste Rodin era injusto con ella. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

18 de noviembre:
Máximo Gómez Báez

LA HISTORIA EN MINUTOS. MÁXIMO, NOMBRE PREMONICIÓN. Nació en Baní, República Dominicana, el dieciocho de noviembre de mil 836, aquel “cubano” entre todos los cubanos que reclutaba al combate lanzándose frenéticamente sobre los españoles y repartiendo machete sin par. Ese era Máximo Gómez Báez, el legendario hombre de La Sacra, Palo Seco, Las Guásimas, Naranjo, Saratoga y Altagracia, combates todos en las bravas llanuras camagüeyanas. Aquel mambí-leyenda cuyas virtudes estaban en sus cualidades de mando, disciplina, honor, exigencia, austeridad y ejemplaridad como jefe, sería lo máximo, como su nombre hecho premonición. El Generalísimo Máximo Gómez, el patriarca, había dicho: “Como quiera que sea es preciso vencer los obstáculos, pues en nuestra guerra no debemos creer en los imposibles”. Continuará en el próximo minuto...

EL VIEJO SUBLIME. Conclusión. A Máximo Gómez Báez se le recuerda desde esa firme figura a caballo, como quien va a lanzarse de inmediato al próximo combate. Pocas veces se habla del hombre que “soñaba con Bolívar, San Martín, Robespierre, Garibaldi y toda esa gente loca y guapa”, como él decía. Ni de aquel que con delicadeza escribió: “La pena y el dolor buscan al dolor y la pena para asociarse, los que sufren pronto se hermanan”. Al que confesó a Clemencia: “A ti, hija amada de mi corazón. A ti, pedazo de mi alma, amor de todos mis amores y esperanza de mi vida”. Al que dijo: “Murió mi Panchito... mis brazos se quedaron abiertos esperándole”. Máximo Gómez Báez, el Viejo sublime de nuestras guerras de independencia, junto a la bravura sin par también fue hombre de poderosa ternura. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

18 de noviembre:
Máximo Gómez Báez

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL PRIMER GUERRILLERO DE AMERICA. En Baní, República Dominicana, nació uno de los cubanos mayores, Máximo Gómez, asentada su nacionalidad no solo en el amor a esta Isla, sino también, en la entrega heroica durante la manigua insurgente. Fue el dieciocho de noviembre de mil 836 cuando vio la luz quien luego llamaríamos El Generalísimo, y su enemigo en armas, Martínez Campos, lo denominó El Primer Guerrillero de América, como símbolo de mérito, no obstante pertenecer a irreconciliables bandos. El dominicano-cubano entró en nuestra historia como uno de los jefes más valerosos, como leyenda donde se entroncan la rispidez del militar en guerra y la ternura humanísima del hombre noble. Máximo Gómez Báez condenó a españoles y norteamericanos y murió en La Habana, en su también "patria", como llamó a Cuba. Continuará en el próximo minuto...

CUANDO "EL VIEJO" ERA JOVEN. Conclusión. Solemos recordar a Máximo Gómez con cabeza cana y noble rostro de patriarca. Pero cuando inició sus afanes libertarios en Cuba tenía ojos, bigote y barba negrísimos, y un porte marcial que los avatares del tiempo y la crudeza de la manigua no lograron doblegar. Así se apareció en el campamento mambí de Donato Mármol, enviado por Carlos Manuel de Céspedes y, de inmediato, pasó a ocupar la vanguardia. Poco después, el dominicano haría historia en Tienda del Pino, con la primera carga al machete. El combate dejó muertos a más de doscientos españoles y, en los vivos, quedó la impronta de un arma nacida en la fragua del trabajo. A Máximo Gómez solo pudieron decirle "El Viejo", como muestra de sumo respeto, los más cercanos colaboradores y, para eso, no en todas las ocasiones. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.


                
19 de noviembre:
José Raúl Capablanca Graupere

LA HISTORIA EN MINUTOS. NACE “LA MÁQUINA DE JUGAR AJEDREZ”. Fue en el Castillo del Príncipe, en La Habana de fines del siglo decimonónico. El diecinueve de noviembre de mil 888 llegó al mundo José Raúl Capablanca Graupere, el genio nacido de español y de cubana, y quien heredó toda la brillantez de su tatarabuelo, el sabio naturalista Tranquilino Sandalio de Noda. El as del juego ciencia ganó por primera vez en público a los cinco años, fue campeón cubano a los doce, panamericano a los veinte, y titular del orbe a los treinta y dos. A José Raúl Capablanca se le conoce también como “máquina de jugar ajedrez”, “campeón de campeones”, y “virtuoso intachable”. El norteamericano Reuben Fine lo definió como “un jugador perfecto, el único que siempre dominó todas las finuras del juego del rey”. Continuará en el próximo minuto...

“NUNCA DEJARÉ DE SER CUBANO”. Conclusión. Si hubiera aceptado la propuesta norteamericana de asumir la ciudadanía de ese país, la riqueza le hubiera sonreído a José Raúl Capablanca. Pero el genio del ajedrez respondió al ofrecimiento: “Nunca dejaré de ser cubano”. Aquel hombre mimado por el público tuvo como virtudes esenciales la eminente inteligencia, la intachable honradez y la modestia. Era, además, abstemio, no fumador, jugador de tenis, billar y cartas, amante de la música y la lectura, y dominaba varios idiomas. Vivió su esplendor entre dos guerras mundiales y, en ese pequeño período de paz, ganó y perdió la corona. Cuando su más notable contrincante, el ruso-francés Alexander Alekhine, conoció de la muerte de José Raúl Capablanca, dijo: “Nunca antes hubo, ni volverá a existir, un genio igual”. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.


  
19 de noviembre:
Enrique José Varona

LA HISTORIA EN MINUTOS. VARONA. A los ochenta y cuatro años y con un quehacer de patriota entero, falleció el pedagogo y filósofo cubano Enrique José Varona. La Habana despidió al camagüeyano el diecinueve de noviembre de mil 933, agradecida la patria de un hombre que estuvo siempre en el centro de los problemas de su tiempo. Colaborador con José Martí desde los días impetuosos del Partido Revolucionario Cubano y desde la palabra exaltada de Patria como redactor y después director, no tuvo descansos. Si las guerras libertarias del siglo diecinueve lo tuvieron entre sus fieles, no menos acerada fue luego su palabra. Al imperialismo norteamericano le llamó "íncubo que chupa nuestra sangre". Enrique José Varona mereció de Pedro Albizu Campos la definición de "patriota antillano en la más justa acepción de la palabra. Continuará en el siguiente minuto...

EL MAESTRO DE LA JUVENTUD CUBANA. Conclusión. Raúl Roa llamó al pedagogo cubano Enrique José Varona "maestro de la juventud cubana". Aquel hombre de pródigo magisterio estuvo en la década de los años veinte enfrentado a la dictadura machadista, y se afilió a las huestes de los estudiantes universitarios. Ya a principios de siglo emprendió la Reforma Educacional y fundó el primer centro de pedagogos de Cuba y las naciones de habla hispana. El "educador por excelencia" escribió títulos con referencia escolar, abordó varios campos de la Filosofía y realizó investigaciones sobre ética y estética. Siempre con absoluta confianza en los jóvenes, Enrique José Varona dijo: "Las universidades deben ser talleres donde se trabaje, no teatros donde se declame". Hasta el último momento honró el oficio mayor de ser maestro. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

Pie de foto: José Jacinto Milanés, Juan Kepler, Domingo Faustino Sarmiento, José Martí, Christoph Willibald Gluck, Fundación de La Habana, Alma Mater, Auguste Rodin, Máximo Gómez Báez, Enrique José Varona y José Raúl Capablanca Graupere.

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