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Isla al Sur

NUEVOS TIEMPOS, NUEVA JUVENTUD

NUEVOS TIEMPOS, NUEVA JUVENTUD

HERBERT PINO RODRÍGUEZ,
estudiante de cuarto año 
de Comunicación Social,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“Esta juventud está perdida”, muchos hemos oído esa frase en diferentes ocasiones, pero nunca analizamos el por qué de la afirmación. Los criterios podrían ser tan diversos como jóvenes hay en el país. La cuestión radica en entender a la sociedad y las generaciones que viven en ella como algo heterogéneo y cambiante.

No somos un muñeco de trapo o un espantapájaros inerte, somos algo más complejo y difícil de encasillar en cualquier modelo. No por gusto han existido investigadores y estudiosos de la conducta humana y sus rasgos socio psicológicos. Se necesita comprender muy a fondo todos estos fenómenos para poder emitir un criterio sobre cómo debería ser la juventud de hoy.

Basta de críticas y comparaciones aciagas. Todos hemos sido testigos de transformaciones y no siempre nos unimos para corregir los problemas a tiempo. Si los jóvenes son o no una generación perdida, pienso que es también nuestra culpa, la de todos.

A lo largo de la historia el mundo ha estado sujeto a cambios y el hombre ha sido actor y espejo fundamental de cada uno de ellos. Como sujetos socio histórico, nos hemos desarrollado en plena correspondencia con la dinámica constante de nuestras sociedades. Somos el fruto de un largo devenir, construido a fuerza de sudor y sacrificio, lo cual implica una evolución, reconocida por muchos o involución para otros. Me arriesgo a decir, que quienes piensan de esta última forma, no son capaces de entender los factores antropológicos, socio psicológicos e históricos que influyen en cada generación social.

No es menos cierto la existencia de una degradación y pérdida de valores en los jóvenes de hoy, pero me pregunto si hemos sido capaces de ir a la raíz del asunto y a las causas motivadoras de estos males. Estoy seguro que no. Nos hemos conformado con echarnos la culpa unos a los otros y no buscar una solución común a tal situación. Aunque, ¿hay algo que solucionar? La realidad es que no se puede ver a las personas aisladas del contexto al que pertenecen. Cada quien actúa según el momento en que vive y así da una representación social, reflejo fiel de sus actitudes.

Hoy no podemos hacer a los más jóvenes pensar igual que sus abuelos. Las condiciones han cambiado. Vivimos en la era de la globalización y las nuevas tecnologías. El mundo se debate entre la sociedad del conocimiento y el desconocimiento, donde la comunicación ha alcanzado un terreno amplio y múltiples vías más rápidas para llevarse a cabo. Es un espacio que a los jóvenes de esta generación les ha tocado vivir.

Sin embargo, no tratamos de defendernos con estas ideas, buscamos lograr un entendimiento, un diálogo entre generaciones, con el cual aprendamos los unos de los otros y seamos capaces de disminuir entre todos las brechas generacionales. No somos ingenuos, conocemos los problemas y muchas veces no estamos de acuerdo con ciertas conductas que en nuestra sociedad se ven a diario. Pero nos ha faltado combatividad y energía para criticarlos y enfrentarlos oportunamente. Ahí, pienso que ha estado nuestra principal debilidad.

Tampoco creemos en esa frase sobre lo perdida que está la juventud. Es algo cíclico, en algún período de la vida todas las generaciones han estado perdidas, pues siempre hay alguien mayor que no está de acuerdo con lo nuevo y lo diferente. Aceptar la diversidad es algo complicado para muchos y sobre todo cuando implica un cambio en nuestras concepciones y maneras de pensar. Quizás, la respuesta más fácil de algunos, está en otra muy conocida frase: “Para gustos se han hecho los colores”, aunque esta no signifique la mejor salida al asunto.

Lo cierto es que hoy, los jóvenes tenemos gustos muy diferentes a los de nuestros padres. El terreno en el que nos movemos es difícil, pero podremos pasarlo y seguir adelante. Todos merecemos la oportunidad de reconocer nuestros errores y sólo la experiencia dirá la manera mejor de solucionarlos. Como ha escrito recientemente el periodista José Alejandro Rodríguez: “Habrá que bregar junto a Martí «con todos y para el bien de todos»”.

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