PERIODISMO Y PIRÁMIDE INVERTIDA
Tema: José Francisco Sánchez, Doctor en Ciencias de la Información y profesor de la Universidad de Navarra, España, señala: “Ya no basta –si alguna vez bastó- contestar cinco o seis dobleves, redactarlas en orden decreciente y considerarse un periodista. Porque si entregamos una estructura altamente reiterativa, que carece de final y en que, cuanto más se avanza, menos interés promete, a nadie puede extrañar que casi el noventa por ciento de los lectores no pasen de los titulares”.
ELIZABETH CABRERA MOREJÓN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
El Periodismo ha sido fundamental en el desarrollo de la sociedad en los últimos 300 años. Surge a partir de la necesidad de informarle a las personas lo ocurrido en su localidad, en el país y en el mundo, premisa en la cual tiene un rol fundamental el comunicador. Los periodistas son los encargados de llevar al público la información o el hecho noticioso de la manera más sencilla posible.
De ello depende en gran medida la formación de quienes informan y la estructura empleada a la hora de redactar los textos periodísticos. En el ordenamiento de los elementos informativos se tiene en cuenta el interés del periodista y de la institución a la cual pertenece. Puede ser en orden cronológico o pirámide normal, tal y como sucedieron los hechos, o de forma decreciente, cuando se pone al comienzo de la redacción los datos de mayor importancia, forma de distribuir el texto reconocida como pirámide invertida.
Esta aparece como consecuencia de la búsqueda de un modo capaz de transmitir la noticia lo más rápido posible. “Su uso, al principio, tenía una justificación. Se contaba con poco tiempo de transmisión y se pagaba la cantidad de palabras, además, influía el espacio en las planas de los periódicos. Si se paraban los textos de linotipo con barra de plomo y el diseñador no medía bien o el periodista hacía las líneas del texto muy largas y se pasaba del espacio del cual se disponía en la página, cuando el emplanador iba a meter el plomo en la rama y el texto no cabía, tenía que cortar, ¿y por dónde se iba a cortar?, por la parte inferior, era más fácil y cómodo. Tirar lo de menos importancia hacia abajo aseguraba la noticia”, comenta Antonio Paneque, editor jefe de la Redacción de Negocios-Turismo de la editorial de Prensa Latina.
Paneque, quien fuera segundo jefe de la Redacción de Cultura en el periódico Granma hace unos años atrás, asevera también que “la pirámide invertida está compuesta por varias micro pirámides invertidas, porque cuando se distribuye cada párrafo de este formato textual, es en sí mismo una pequeña estructura decreciente desde el momento de la selección de los datos”.
Para este reportero de larga data, “actualmente las personas necesitan lecturas rápidas, y es cada vez más imprescindible poner en el título la esencia de la noticia y después en el primer párrafo lo fundamental; ya en el segundo, explicar los sucesos mediante el uso de citas o antecedentes del hecho. Siendo esto una explicación práctica para el empleo de dicha variante periodística, cuestión elemental en el ordenamiento de los elementos de mayor importancia”.
En el momento de redactar una información en orden descendente se deben tener en cuenta los principios de dicha estructura. Jerarquizar los datos respondiendo a las seis preguntas claves para cualquier noticia: ¿Qué, Quién, Dónde, Cuándo, Cómo y Por qué? que componen el lead en la pirámide invertida y las cuales son registradas en el género como las seis dobleves (6W). Es de gran importancia también el empleo de un lenguaje claro, conciso y concreto para una mejor comprensión por parte del lector.
Marta Rojas, periodista del periódico Granma y reconocida novelista, dice que “acudir a este método es imprescindible para la construcción de una nota informativa, su organización dinámica hace más ágil la lectura. Es importante responder las seis preguntas, no importa el orden, siempre se deben dar esas respuestas, de no hacerlo, la noticia pierde fuerza. Cuando estás cubriendo un hecho y tomas los datos, se va pensando en qué es lo más importante. Particularmente, considero muy útil su uso en informaciones. Para las crónicas, artículos u otros escritos, existe libertad de empezar de otras maneras, con una estructura más cercana a la literatura”.
Redactar con Pirámide Invertida…
La redacción de los párrafos con una sola idea desarrollada facilita la lectura y evita rehacer un texto cuando decidimos alterar el orden de los componentes de la noticia.
La información elaborada con pirámide invertida es un modelo de escritura periodística donde lo fundamental es relatar un hecho o acontecimiento, poniendo lo más importante al inicio y dejando lo menos relevante para el final. Este tipo de estructura se redacta sin valoración expresa por parte del periodista, pues la indirecta está desde el mismo hecho de la selección en el acontecer, hasta la jerarquización de los datos. Debe predominar la ausencia de calificativos, una correcta atribución de las informaciones a las fuentes principales ya sean testigos, funcionarios de instituciones y hasta la persona afectada o vinculada con lo ocurrido.
Pirámide: ¿normal o invertida?
La pirámide invertida como forma de conocer la noticia de manera casi inmediata, es criticada por quienes la consideran una vía hacia el periodismo facilista, pero constituye para otros el método idóneo en el conocimiento de lo acontecido desde el comienzo del texto. Se facilita la lectura dando la noticia en el primer párrafo, aunque se corre el riesgo de que el resto del cuerpo no sea leído, lo cual será para los expertos el comienzo de su desaparición.
Esta estructura es un método eficaz, pero no es la única forma de hacer periodismo. Así lo refleja un grupo de profesores de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Missouri en el libro News Reporting and Writing, en el cual definen la posibilidad de que en “los próximos años la pirámide invertida sea menos importante para los periódicos. Pero si se produce ese cambio, será a través de una evolución y no de una revolución”. Señalan algunas de las deficiencias de la pirámide: “…no anima a los receptores a terminar la lectura; normalmente los lectores ya han recibido esa noticia a través de la radio o de la televisión y, precisamente, en forma de pirámide invertida”.
Desde este punto de vista, los expertos y hasta los mismos periodistas, comienzan a rescatar y a consignar el valor de la pirámide normal, y los espacios que no cubre en algunas ocasiones la que hasta el momento es la más usada en los periódicos, la invertida. No se trata de dejarla de usar, es solo permitir la entrada de estructuras capaces de atraer aún más la atención del lector.
En este sentido, Lino Pérez, periodista de la Agencia de Información Nacional (AIN), define a “la pirámide normal como una construcción poco usada en los espacios informativos, lo cual se debe a la falta de tiempo, y a la necesidad de entregar los trabajos sin arriesgarse a perder información si se tuviera que cortar el texto. Debo admitir la necesidad de la pirámide invertida en ocasiones, pero en lo personal prefiero la normal, ella deja para el final la noticia en sí relacionando los componentes de la narración en orden cronológico, respetando cada momento del suceso”.
Iraida Calzadilla, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en su libro La Nota, afirma: “La pirámide normal o desarrollo cronológico es hoy defendible, en tanto mantenga el ritmo ascendente en la atención al público a partir de crear cierto suspenso sobre el por qué se relata un determinado suceso. Puede ser un «gancho» narrativo propiciar al receptor diversas claves que le lleven hasta el final para conocer la incógnita”.
La profesora propone, de manera flexible, una multiplicidad de ordenaciones en la construcción de la información: “Aunque al redactar el cuerpo generalmente el periodista está en disposición subjetiva de hacerlo acatando las normas de la pirámide invertida —incluso casi siempre está convencido de haber escrito así— las estructuras pueden adoptar muy diversas formas, las cuales pasarán inadvertidas a un ojo inexperto, pues cada párrafo guardará autonomía y coherencia a la vez, tal como funciona la fórmula de la pirámide invertida, de manera que suprimir o cambiar de lugar algunas de esas unidades no perjudica la comprensión del texto”.
A partir de la opinión de los especialistas se concluye que emplear la pirámide invertida es muy útil para una nota informativa, para un suceso de gran importancia a nivel nacional que deba darse rápido y sin correr el riesgo de perder la información.
Por otro lado, es conveniente no encasillarse siempre con la misma estructura. No todos los textos deben ser escritos de la misma manera, eso alejará el interés del lector sobre la noticia. No se trata de salir de la pirámide invertida.
Es, como diría José Francisco Sánchez, Doctor en Ciencias de la Información y profesor de la Universidad de Navarra, “evitar llenar el periódico con textos de este tipo, en vez de escribirlos con mayor calidad y tratados en profundidad. Lo cual supone una mayor inversión de tiempo por cada redactor y mejor formación de los periodistas. Porque ya no basta –si alguna vez bastó- contestar cinco o seis dobleves, redactarlas en orden decreciente y considerarse un periodista. Porque si entregamos una estructura altamente reiterativa, que carece de final y en que, cuanto más se avanza, menos interés promete, a nadie puede extrañar que casi el noventa por ciento de los lectores no pasen de los titulares”.
Anexo:
TITULARES:
Antetítulo o Epígrafe
Título
Sumario o Bajante
LEAD:
¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo?
¿Dónde? ¿Cómo?
¿Por qué?
CUERPO DE LA NOTICIA:
Datos en orden decreciente
DETALLES
Bibliografía:
Calzadilla Rodríguez, Iraida: La Nota. Editorial Pablo de la Torriente Ciudad de La Habana, 2005.
Casasús, Josep M: Iniciación a la Periodística, Teide, Barcelona, 1988, pp. 123-124.
Darcy el September 23rd: ¿Un “adiós” a la Pirámide Invertida?
En: www.google.com. Consultado: 5 de julio del 2010.
Francisco Sánchez, José: La pirámide invertida: caída de un mito. En: www.google.com. Consultado: 5 de julio del 2010.
Periodistas consultados:
Antonio Paneque, editor jefe del Departamento de Negocios del Centro de Publicaciones Prensa Latina.
Lino Pérez, periodista de la Agencia Internacional de Noticias (AIN).
Marta Rojas, periodista del periódico Granma.
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