Blogia
Isla al Sur

SCULL SIGUE EMPUJANDO CARRERAS

SCULL SIGUE EMPUJANDO CARRERAS

El estelar atleta capitalino relata pasajes de su vida deportiva y comenta sobre béisbol, nuestro deporte nacional.

Texto y foto:
YOSEL MARTÍNEZ CASTELLANOS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

San Miguel del Padrón es un municipio eminentemente beisbolero, hacer una lista de sus mejores atletas sería interminable, pero nunca se omitiría a Antonio Scull Hernández, cuarto bate de los equipos Metropolitanos e Industriales. Apodado por varios comentaristas como “el látigo sanmiguelino” o “el ídolo de La Cuevita”, este pelotero capitalino alcanzó los títulos de doble campeón olímpico en Atlanta 1996 y Atenas 2004, además de Mundial en Taipei 2001 con la selección cubana.

-¿Cómo llega Scull a practicar el béisbol?

A los 11 años,  en el estadio La Curva del municipio San Miguel. Julio Castanedo fue mi primer entrenador y por mi buena actuación, pasé a entrenar en la Academia Provincial de Béisbol. En el año 1985 integré por primera vez el equipo Metropolitanos, en el cual obtuve 325 de average, condición que me propició ser seleccionado Novato del Año. Por los resultados que obtuve durante esa temporada fui escogido entre los atletas que integraron la selección de Ciudad de La Habana para participar en la Serie Selectiva.

-¿Qué hace en estos momentos (2007)?

Ahora me encuentro como entrenador de bateo en la academia provincial de la ciudad. Trabajo con muchachos jóvenes que poseen buenas condiciones para en un futuro cercano integrar las preselecciones capitalinas con vistas a participar en la Serie Nacional de Béisbol.

-Usted jugó muchas temporadas en el

equipo Metropolitanos. En 1999 pasó

a integrar las filas de los Industriales,

junto a los mejores peloteros de su team

en ese momento. ¿Qué opinión tiene

acerca de concebir al conjunto rojo como

cantera de los leones de la capital?

Ninguno de los que en ese año fuimos trasladados hacia el equipo Industriales quería abandonar a los Metros, porque ya era un colectivo que llevaba nueve años jugando junto. Existía una compenetración entre los miembros, a lo que en términos beisboleros se le llama teamwork, o sea, trabajo de equipo. Esa temporada la selección azul sufrió un debilitamiento en sus filas y el gobierno de la capital habló con nosotros para que nos incorporáramos en la siguiente temporada a Industriales, por ser el equipo principal de la ciudad y tener la mayor cantidad de aficionados.

Metropolitanos se merece tener una nómina y un estadio propios, para que puedan defender los colores de su bandera y sus jugadores logren jugar 10, 15 ó 20 años en el mismo conjunto, de modo que recupere a esa afición que los seguía en los años 80. Yo mismo me considero metropolitanista.

-¿Qué significa jugar en

el equipo Industriales?

Jugar en Industriales son palabras mayores, es el equipo a derrotar en la pelota cubana; es el que tiene más fanáticos y detractores. Creo que Industriales tiene un lugar especial dentro de la capital, tiene un sello, una identidad que lo diferencia del resto de los conjuntos del país.

-¿Qué representa para usted

el estadio Latinoamericano?  

Estar en el Latinoamericano es como tener una reunión con el Comandante en Jefe Fidel Castro en el Consejo de Estado. Cuando ese estadio se llena es lo más grande que te puede pasar en el mundo, crea una sensación imposible de describir. No es lo mismo estar en las gradas que pisar el césped, es totalmente distinto.

-Muchos aficionados opinan que los

jugadores actuales no muestran 

combatividad dentro del terreno,

al contrario de lo que ocurría años

atrás. ¿Qué criterio

tiene sobre el tema?    

Yo era muy combativo, me sentía bien de esa manera, si no estaba en buenas condiciones le decía al manager: “Me siento mal, así no puedo salir al terreno”. Ahora los atletas no son tan aguerridos, son más pasivos. La pelota es un deporte que hay que jugarlo con agresividad, aunque con mucha disciplina y entrega, eso se ha perdido en el terreno.

En épocas pasadas los peloteros iban con amor a la grama y no tenían las condiciones de alojamiento y entrenamiento con que cuentan los deportistas hoy día. En una ocasión, el ómnibus que debía transportarnos hacia Campechuela, para jugar con Granma, se rompió al faltar 10 kilómetros hasta el estadio y nos montamos en un camión cañero que nos llevó hasta allí. Ese partido se desarrolló con gran entusiasmo, ningún pelotero de nuestro equipo se predispuso por lo ocurrido.

-Sus estadísticas dicen que usted

fue uno de los mejores impulsadores

del país en los últimos años.

¿Cuál era el secreto para

alcanzar esa forma deportiva?

Trabajé mucho con bates de menor peso para desarrollar la velocidad y el tacto. Cuando tenía que batear con hombres en posición anotadora, venía con la mentalidad de hacer contacto con la bola, muchas veces daba jonrón, “el home run sale, no se da”,  siempre a la hora de impulsar carreras las cosas me salían bien, por eso fui el mejor empujador de la pelota cubana en los últimos 10 años.

-Usted le bateaba de forma

fácil al picheo de Norge Luis

Vera. ¿Cómo lo lograba?
 

Tuve que hacer un análisis de sus lanzamientos porque los dos primeros años que nos enfrentamos me sacó muchos outs. En casa, mi esposa grabó algunos juegos de él y de esa forma pude estudiar sus envíos; qué me tiraba, en qué conteo y hacia qué esquina. De esa manera  pude conectarle con más facilidad.

-¿Cuál era el lanzador al que le

resultaba más difícil conectarle?

Desy Lomba, pitcher de Cienfuegos que me dominaba muy fácil. Otro serpentinero incómodo de conectar fue el zurdo Faustino Corrales, de Pinar del Río, por su gran curva.

-Los duelos Industriales-Santiago,

¿cómo los vivía Scull? 

Con mucho ardor, eran duelos rompecorazones. Después que se acababa un juego la polémica sobre cuál es el mejor equipo pasaba a los aficionados. Nosotros cada vez que salíamos hacia la grama tratábamos de ganar para que quedara un buen sabor dentro del público de la capital.

-Usted era un jugador de carácter fuerte.

¿Puede comentar alguna discusión

con jugadores contrarios o árbitros?

Al propio Vera, aquí en el Latino, le bateé de 3-3, con dos jonrones. Cuando fuimos a Santiago me dio dos pelotazos y discutimos, pero todo quedó en el juego. En cuanto a árbitros, Francisco de Paula me cantó un lanzamiento que para mí era malo y protesté por ese conteo, le pedí tiempo y él mandó al pitcher a lanzar; yo me puse delante del catcher y él me expulsó del partido. Eso me costó una sanción que consistió en no poder asistir al Juego de las Estrellas.

-¿Cómo acogía las críticas

de los aficionados?

En general me llevaban bastante bien, me criticaron cuando cambié de Metropolitanos para Industriales porque al principio las cosas no me salían bien, algo que me dolió mucho. A la siguiente temporada todo marchó mejor y no me reprocharon. Actualmente llego al Latinoamericano y los industrialistas me dan muestras de apoyo y respeto.

-¿Considera que se fue

injusto con usted a la hora de

conformar el equipo Cuba?

Sí, porque un atleta que asistió como yo a tres olimpiadas, no pudo intervenir en otros eventos como las Copas Intercontinentales  o los Campeonatos Panamericanos. Rendimiento tuve para formar parte del equipo Cuba, pero los entrenadores son quienes hacen las selecciones y no me escogieron.

-En la Olimpiada de Sydney 2000,

Cuba perdió la final frente a los Estados

Unidos. Ben Sheets maniató la artillería

cubana. ¿Cómo se sintió esa

derrota en las filas cubanas? 

Nos dolió mucho porque nuestro equipo estaba bien. A Ben Sheets no lo habíamos visto lanzar y vino en tremenda forma; soltaba bajito la bola  y con control, no se le pudo batear pese a que contábamos con varios de los mejores beisbolistas cubanos, dígase Linares, Pacheco, Kindelán, entre otros. Así es el deporte: unas veces se gana, otras se pierde. Pero en el Mundial del 2001, en Taipei de China, vencimos en la final a Estados Unidos y de alguna forma nos quitamos la espinita de la garganta.

-Durante más de 20 años pasó

la mitad de ellos fuera de su casa.

¿Cuán importante es el apoyo

de la familia para un pelotero?

Es fundamental para un atleta: sin la familia no somos nadie.  Nos ayuda en los momentos difíciles, da aliento, nos dice qué está saliendo mal, te graba los videos de los juegos para que corrijas tus errores. Le estoy muy agradecido por el apoyo que me brindaron todos.

-En su última Serie Nacional no pudo

rendir al máximo. ¿Lo afectó el querer

superar el récord de 221 jonrones en

poder de Pedro Medina, como jugador

capitalino con más cuadrangulares?

No, para nada. Mi rendimiento se vio afectado porque tenía tendinitis en las muñecas y me ocasionaba  molestias a la hora de batear. Las manos se me inflamaron y no pude dar lo mejor de mí.
 
-¿Qué opina acerca del dopaje actual en las

Grandes Ligas? ¿Cuánto ayuda el doping

a mejorar el rendimiento de un jugador?

El doping es una sustancia que mantiene fresco, no se siente el cansancio dentro del juego. Todos los récords que se puedan lograr no es debido a tu fuerza, a tu voluntad, es simplemente producto de lo que se está ingiriendo o tomando. El dopaje no debe permitirse en ningún deporte en el mundo. Hasta ahora no hay casos donde se encuentre a un pelotero nuestro.      

-San Miguel del Padrón es un municipio

eminentemente beisbolero, sin embargo,

cuenta con un estadio en malas condiciones,

desde hace años no se efectúa allí un

partido del Campeonato Provincial de

Béisbol de Ciudad de La Habana.

¿Qué factores provocaron tal descuido?

El año pasado los jugadores sanmiguelinos nos reunimos con el gobierno municipal para tratar el asunto. Ellos dijeron que nos iban a apoyar y darían el presupuesto para reparar la instalación. Hasta ahora, estamos esperando una respuesta. Es una lástima que ese terreno cada día empeore más, cuando está considerado uno de los mejores estadios de la capital, incluso, lleva el nombre de Bobby Salamanca, eso hay que respetarlo.

Yo mismo no trabajo con las categorías infantiles en el territorio por no tener una grama con las condiciones mínimas de entrenamiento. Ojalá el problema se solucione porque San Miguel del Padrón está considerado como uno de los municipios que más beisbolistas  aporta a los dos conjuntos capitalinos.

-Si usted fuera director de béisbol, ¿a

quiénes elegiría para integrar su equipo?

Yo conformaría una selección con jugadores ya retirados de la década de los 80 y principios de los 90, para hacer una novena de lujo.

-¿A usted “lo retiraron” como a muchos

o decidió retirarse? ¿Espera volver a

integrar alguna vez uno

de los equipos capitalinos?

No, yo decidí retirarme, las lesiones en las muñecas me impidieron estar en óptima forma. Quisiera haber abandonado el béisbol en plenitud de facultades. A mí este año me invitaron a jugar la Copa Antillana de Acero y no acepté porque no iba a dar lo mejor de mí. 

-¿Por qué Ciudad de La Habana

tiene tantas glorias que ya

abandonaron el béisbol y

no se les hace un retiro oficial?

Si hay atletas de otras provincias a quienes les hacen un reconocimiento con más o menos calidad porque se lo ganaron, nosotros los deportistas capitalinos también lo deberíamos tener. A mí me gustaría retirarme junto a otros reconocidos porque le  hemos dado glorias a Cuba y al béisbol capitalino y merecemos una despedida digna y decorosa.

-¿Qué le aconsejaría a

los jóvenes peloteros?

Que sean disciplinados. Si van a formar parte de alguno de los dos equipos de la capital, que lo tomen con seriedad porque es lo máximo para un atleta poder representar a su provincia y al país. Les recomiendo también no abandonar los estudios.

-¿Cómo quisiera Antonio Scull

que lo recordara el pueblo?              

Como un pelotero, primero de Metropolitanos y después de Industriales, donde me entregué por completo en el terreno, en aras de obtener la victoria para la afición capitalina. 

Ficha técnica:

Objetivo Central: Reflejar aspectos de la vida deportiva de Antonio Scull y su desempeño tras el retiro del deporte activo.  

Objetivos colaterales: Buscar opiniones sobre la situación actual del béisbol en Cuba y el mundo.

Tipo de entrevista:
Por su forma: Clásica.
Por su contenido: Biográfica (de personalidad).
Por el canal que se obtuvo: Entrevista Directa.

Tipo de título: De referencia al tema o entrevistado.
Tipo de entrada: Directa (o de presentación).
Tipo de cuerpo: Preguntas y respuestas.
Tipo de conclusión: De comentario del entrevistado.

Fuentes consultadas:
Antonio Scull Hernández (activa, no documental y directa).
Michel Ortega, estudiante de Periodismo (activa, no documental y directa).                                 
Guía Cubana de Béisbol, año 2006 (documental, complementaria).

0 comentarios