Blogia
Isla al Sur

EL ESCALÓN PERDIDO DE LA INTERPRETACIÓN

EL ESCALÓN PERDIDO DE LA INTERPRETACIÓN

Para la Máster en Ciencias de la Comunicación, Iraida Calzadilla Rodríguez, profesora de  la Universidad de La Habana, las notas periodísticas sufren de ausencias, pues se han inclinado hacia lo informativo y ha disminuido la investigación profunda y el tratar de cumplir los intereses públicos.

ANAYS ALMENARES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La interpretación, periodísticamente hablando, se ha convertido en una noción polémica entre el gremio de reporteros. Muchos jóvenes y otros más experimentados en la profesión conciben el término como consecuencia de otros géneros que no incluyen la información. A raíz de esto, ha escaseado en las ediciones de los medios de prensa la denominada “nota interpretativa”, y ha sido sustituida, quizás como auxilio, por lo que conocemos como notas ampliadas, reduciéndola así a solo aspectos referenciales de lo que pudiera constituirla en su sentido profundo.

Del controversial tema, la Máster Iraida Calzadilla Rodríguez, profesora de  Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, ofrece sus impresiones, basadas en años de pesquisa y de la propia experiencia con este tipo de redacción.

-¿Realizan los periodistas cubanos

notas interpretativas?

Desde el punto de vista teórico, los periodistas cubanos no suelen dominar el término de “nota interpretativa”; son quizás las hornadas de reporteros más jóvenes, egresados de los programas más actuales de la carrera, los que tratan de introducir con mayor coherencia la definición del concepto. En las redacciones se habla de notas comentadas, de notas cronicadas, que son segmentaciones de la interpretación, pero no ella en su integralidad. Yo, particularmente, me inclino por denominarlas informaciones mixtas, pues también en la información se percibe la hibridez de los géneros.

Hecha la aclaración, modestamente pienso que lo que más se produce desde el estilo interpretativo es el reportaje, y no en todos los medios. La nota sufre de ausencias. Hay una tendencia marcada hacia lo informativo, y aún en ese estilo, se aprecian penurias de datos básicos y abundancia de declaraciones con poca densidad informativa. Pero la interpretación, con su mirada integradora de los conflictos, requiere de espacio y de investigación. El primero, un asunto complejo y atávico en cualquier medio. La segunda, una habilidad un tanto perdida en los reporteros, tras las insuperables reservas impuestas por las instituciones a informaciones que debieran ser de interés y dominio públicos.  

-En relación con este tema, cómo deben

manejarse la referencia de fuentes,

sus juicios y los soportes documentales,

así como el análisis.

Las fuentes, en el periodismo todo, son fundamentales, pues ellas dan base y credibilidad a los productos comunicativos. En la nota interpretativa adquieren esplendor, toda vez que tanto en las activas como en las documentales, está la sustentación de la tesis que se va a demostrar. Las fuentes en la nota interpretativa deben ser tantas como sean necesarias y con discursividades heterogéneas, si se quiere ofrecer el asunto en su vasta complejidad y dimensión. 

Acerca de los juicios lógicos y de valor, adquieren voz y rostro al ser ofrecidos por las fuentes en la nota interpretativa. Ellas dan, parafraseando a Martí, ala y color al hecho que se despieza en el análisis para luego volver a reconstruirlo y sintetizarlo desde la interpretación. Las fuentes son el soporte que hace creíble un antecedente, un contexto, un pronóstico en la nota interpretativa.

En cuanto al análisis, como método en la interpretación, y particularmente en la nota, es imprescindible para abordar todas las posibles cuestiones que convergen ante una situación dada. En la nota, el periodista debe cuidar que su voz no esté explícitamente, pues sabemos que implícitamente siempre estará en el proceso de construcción del mensaje, cual acto subjetivo y humano imposible de negar.

El análisis, entonces, será entendido como una acción cognoscitiva propia a esta manera de concertar el mensaje periodístico. El análisis del periodista ahora estará en la trama, en la arquitectura, en la hibridación lógica de hechos, antecedentes, contextos, causas y posibles consecuencias de un acontecimiento.

-¿Considera que este estilo periodístico

se encuentra a tono con las necesidades

informativas de los inicios del siglo XXI,

en medio de transmisiones noticiosas

casi inmediatas? ¿Por qué?

Desde el siglo XX la prensa impresa perdió la supremacía de la inmediatez. En el XXI pide a gritos una reconformación de sus mensajes, aún cuando ningún estilo suplanta o hace sucumbir a otro, pues siempre serán necesarias las informaciones que den cuenta de un hecho puntual; hablo del ineludible equilibrio. Se trata solo de reajustar los espacios y los modos de ofrecerlos desde el papel, tener capacidad de respuestas para olfatear cuándo puede ser conformado desde lo informativo, y cuándo requiere tratamiento interpretativo. 

Cada vez más el lector incrementa sus exigencias en el consumo de informaciones. Ya no se conforma con las seis preguntas básicas; ahora quiere el entramado profundo del cómo, del por qué y el para qué de los hechos. Necesita visiones holistas, sistémicas, del contexto que le toca vivir. Quiere y necesita entender el mundo, pero siendo parte de esa construcción del conocimiento, sabiéndose reconocido en el texto: desea que su voz esté presente en las otras voces que hablan por él desde el espacio mediático. 

-Particularmente en Cuba, ¿cuál considera

el antecedente más antiguo de

 la interpretación periodística?

Este es uno de los aspectos que más opiniones diversas provoca entre los expertos cubanos. Unos plantean que los orígenes se remontan a la tradición ensayística cubana de comienzos del siglo XIX, con Francisco de Arango y Parreño y su Discurso sobre el estado de la agricultura en La Habana y los modos de fomentarla. Otros, que está en Félix Varela, en El Habanero. Y varios coinciden en que fue José Martí el primigenio, con su periodismo apegado a una realidad vivida en profundidad humana.

Más en nuestro tiempo y, sobre todo, tratando de acercarme a definiciones explicitadas, me apego a señalar como antecedente contemporáneo la noticia integral que conceptualizó José Antonio Benítez, uno de los primeros teóricos cubanos en el campo del periodismo y reconocida su capacidad por grandes estudiosos en el área iberoamericana. Sin embargo, aún cuando es lo que a mi juicio más se acerca a la nota interpretativa, Benítez no logró deslindarse totalmente de la escuela norteamericana en la cual se formó y continuó aferrado a calificaciones del estilo informativo. Fue un hombre de su tiempo pero, indudablemente, un gran maestro.

0 comentarios