EL ÁRBOL DE LA VIDA
Nuevas plantaciones en el municipio matancero de Jagüey Grande con alto rendimiento alimenticio y curativo.
ANAMARYS CARBALLEA CIGALES,
estudiante de segundo año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
La Moringa Oleifera, un árbol originario de la India, traspasó hace dos meses sus fronteras para florecer en las tierras tropicales del municipio matancero Jagüey Grande.
Rider Socorro, presidente de la cooperativa de campesinos sindicalizados José Martí, informó que la planta comenzó a sembrarse en fincas cubanas para el aprovechamiento de los nutrientes que la conforman.
“El cultivo de la planta es fácil, ya que crece en cualquier tipo de tierra, incluso en condiciones de sequía, y puede alcanzar un tamaño de hasta los 12 metros de altura”, explicó .
Según un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la moringa contiene una enorme lista de propiedades nutritivas y curativas, entre las que destacan el efecto: anti-inflamatorio, analgésico, evita ataques de asma y funciona como activador del metabolismo.
Además, el árbol promueve el crecimiento del cabello, hidrata la piel y fortalece los músculos y huesos del organismo. Asimismo contribuye al mejoramiento de la capacidad de aprendizaje.
Las hojas de moringa tienen grandes cualidades nutritivas. El estudio de ese departamento destaca el contenido de proteínas que es del 27 por ciento,tanto como el huevo y el doble que la leche.
El sabor de la moringa es agradable y sus partes se pueden comer crudas, especialmente las hojas y flores, manifestó Saúl Pérez, trabajador de la cooperativa matancera.
Por otra parte, su belleza es muy utilizada como planta ornamental, y la madera sirve como leña para hacer carbón y celulosa destinada a la fabricación de papel de gran calidad, comentó Rider Socorro.
“También se emplea como alimento para el ganado vacuno, porcino, entre otros que generan incrementos en el rendimiento de ganancia de peso y producción de leche”, afirmó.
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