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Isla al Sur

EL ÁRBOL QUE USÓ UNA CASA COMO MACETA

EL ÁRBOL QUE USÓ UNA CASA COMO MACETA

Un laurel decidió crecer en sitio fuera de lo común.

Texto y foto:
LUIS ALBERTO AUTIÉ CANTÓN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Como buscando un aire más puro, alejado de la contaminación citadina, un ejemplar de laurel decidió ir contra la norma y echó raíces a una altura en la cual sus semejantes tienen sus copas: en el techo de un edificio.

Según cuenta Mariana Fusté González, vecina de la cuadra, nadie subía  nunca a la azotea del viejo inmueble número 815, ubicado en Bernaza entre Obispo y Obraría, en la Habana Vieja. "Cierta mañana, un grupo de trabajadores de Salud Pública tuvo que hacer una inspección para descartar la existencia de focos de mosquito Aedes Aegypti y descubrieron el árbol, que ya estaba bastante desarrollado”, recuerda.

La planta nació, aparentemente, a partir de una semilla que algún pájaro dejó caer. Las edificaciones antiguas, como esta, se construyeron con una capa de tierra de unos treinta centímetros bajo las lozas del techo, para aislar el calor de los rayos del sol. Eso, unido a la humedad acumulada y a la exposición permanente a la intemperie, contribuyó a que creciera y se desarrollara.

Yunidis Hidalgo, habitante del último piso del edificio, relata cómo al principio hubo criterios encontrados entre los vecinos sobre si debían podar el laurel o no. “Llegamos a la conclusión de que no afectaba en nada a la estructura. Al contrario, le daba un aspecto diferente, bello.  Entonces decidimos dejarlo”, reveló.

La forma en que crecieron las raíces, adaptándose al reducido tamaño del lugar, provocó que el árbol no creciera tanto como los de su especie. Esto contribuyó a que el daño al techo del edificio fuera mínimo. “Si fuera más grande, hubiera provocado grietas irreparables y el último piso se habría colapsado", explicó Isabel. "Además, creció ladeado hacia la calle, por lo que su peso no representa ningún peligro."

René Sánchez, custodio de la librería La Moderna Poesía, cita en la misma arteria de la Habana Vieja, dice que la mayoría de las personas que pasan por aquí tropiezan con la extraña imagen del árbol.

“Parece una nube verde flotando entre las edificaciones. Algunos de lo visitantes a la librería pasan unos minutos contemplándolo e incluso muchos extranjeros se toman fotografías debajo, en la calle. Yo creo que, después de los "almendrones" que parquean aquí, es lo que más llama la atención en esta esquina", opinó  René.

La Habana Vieja es uno de los municipios capitalinos con más bajo índice de forestación. Quizá por eso allí los árboles, al no encontrar condiciones en el suelo, decidieron nacer un poco más cerca de las nubes.

Pie de foto: El árbol parece una nube verde suspendida entre las casas de la calle.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Especial Imaginativo.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.
Primer valor noticia: Rareza.
Otros dos valores noticia: Actualidad; Interés colectivo.
Tipo de fuentes declaradas: Directas, no documentales (Mariana Fusté González; Yunidis Hidalgo; René Sánchez).
Tipo de noticia: Ligera

 

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