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Isla al Sur

ARIAS: LO ÉTICO VA A ESTAR SIEMPRE EN MARTÍ

ARIAS: LO ÉTICO VA A ESTAR SIEMPRE EN MARTÍ

RANDY SABORIT MORA*,
Periodista de Prensa Latina,
Cortesía para Isla al Sur.
 
La Habana, (PL) Para el investigador cubano Salvador Arias, lo ético siempre va a estar en José Martí, y sobre todo en su periodismo, que a su juicio, se nutre de lo bueno del diarismo de la época, segunda mitad del siglo XIX.

“Lo ético va a estar siempre en Martí. Para él, el periodismo es un ejercicio ético y en La Edad de Oro (1889), como es para formar a los niños del futuro, que son la esperanza del mundo, lo ético está muy presente. Cualquier artículo suyo lo pasa por ese tamiz”, comentó Arias, quien ha analizado en profundidad aquella revista.

En opinión del investigador titular del Centro de Estudios Martianos (CEM), con sede en esta capital,  La Edad de Oro se diferencia de sus otras publicaciones porque prevalece una forma de escribir mucho más sintética.

Mediante aquel medio, precisa el Doctor en Ciencias Filológicas, el Maestro ajustó la capacidad literaria de desborde que tenía a una esencialidad de comunicar lo más importante y accesible a los niños, lo cual no significaba que se limitara en cuanto la utilización de recursos estilísticos.

Tampoco se cohibía, acotó, en Filosofía porque abundan planteamientos filosóficos en La Edad de Oro, que lleva a un plano más profundo. En una simple noticia, él no se queda en lo informativo, sino que analiza cómo trasciende el hecho en todos sus aspectos.

El estudioso sostuvo que aquella revista, considerada hoy como un clásico de la literatura infantil, no estaba escrita para los niños de Nueva York -ciudad donde se publicó- sino para los de Latinoamérica.

No obstante, él sabía que no todos los menores de la región podrían leerla entonces porque no habían ido a la escuela”.

“Aquella publicación era una prosa esencial, elegante, atractiva, comunicativa. Cada vez que exponía algo era con una intención. Trataba con mucho cuidado la interrelación entre las ilustraciones y lo escrito, jugaba con eso, buscaba soluciones y sobre eso hay muchas historias”, indicó el también ensayista.

Respecto al texto titulado La Exposición de París, lo que quería destacar era la presencia en aquella feria de los países de Nuestra América (región que comprendía a los pueblos desde México a Chile y Argentina, según la definición de aquel político), de todos sus hijos.

Destacó que para los niños escribía y a ellos no se le debe transmitir mucha doctrina de manera directa porque la rechazan. “Sin embargo, en La Edad de Oro está todo el sistema filosófico, ético, de valores, estético de Martí, pero de una forma que los infantes la leen y les encanta.

“Aunque aquel periodista varía la comunicación de acuerdo con el receptor, hay un rasgo importante que es el respeto al lector, a la dignidad del público, ya sea niño, hombre, mujer… Es incapaz de escribir algo irrespetuoso con el lector”, comentó el autor del ensayo Un proyecto martiano esencial: La Edad de Oro, Premio de Investigación Cultural y de la Crítica Literaria y Artística en Cuba.

Aquel escritor estuvo en la creación del movimiento literario denominado modernismo. “Él tomó de muchas partes, indudablemente tuvo mucha influencia francesa en cuanto a la concepción literaria.

Martí manifestó en la Revista  Venezolana (julio, 1881) que no sólo el pintor era quien necesitaba el color para hacer sus obras, sino también el escritor.

Referido a La América, que dirigió en 1884,  Arias señaló que fue un periódico para lidiar con el resto de los rotativos editados en la época. Un mensuario de anuncios que competía con los otros, que estaban en el promedio de los diarios de entonces y que utiliza también como un arma para comunicar sus ideas a la clase de Hispanoamérica.

Para Martí era esencial la literatura y no la retórica de aquella etapa, apuntó el estudioso al respecto, y recalcó que el redactor iba a la esencia de los asuntos.

“De ir a la raíz es que surge la literatura real, buena. Cuando hablaba de los poetas de América Latina criticaba que no buscan la emoción, sino la apariencia, el sentimentalismo.”

Él tuvo que luchar contra la retórica, el estilo predominante en las últimas dos décadas del siglo XIX, sobre todo en el español. “Por eso tomó del inglés porque le era mucho más funcional, más práctico”.

“Para aquel momento, en español se utilizaba mucho adorno y se decía poco. Sin embargo, cuando debía ser frondoso, barroco, lo era. Él podía hacerlo, pero buscaba que no fuera una literatura vana, sin raíces, por el lujo de expresar, sino que cada vez que manifestara algo fuera  a cabalidad”, opinó el especialista.

Como un aspecto a tener presente para estudiar a Martí, el investigador consideró que el prócer conocía mucho del periodismo de la época, y sobre todo el estadounidense. “Él admiraba el periodismo estadounidense en sus aspectos buenos”.

Lo peculiar es su estilo como escritor, sintetizó Arias, al exponer que para comprender a Martí es necesario analizar el periodismo de Estados Unidos de finales del siglo XIX, y ver luego el aporte que hizo como periodista, con una prosa inusual en español.

*Versión hecha por el corresponsal de Prensa Latina en Guatemala a una entrevista realizada a Salvador Arias el 15 de abril de 2009 para su tesis de maestría “Latinoamérica para los latinoamericanos.  Acercamiento a la construcción de la noticia en las publicaciones dirigidas por José Martí (1881-1895)”.

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