CORREA EN GUATEMALA O LA PRAXIS DE LO POSIBLE
RANDY SABORIT MORA*,
Corresponsal de Prensa Latina en Guatemala,
Cortesía para Isla al Sur.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, conmovió a más de mil 500 personas en Guatemala cuando habló en el lenguaje que demuestra los resultados concretos del modelo de desarrollo social y económico aplicado en su país.
A simple vista, le sobraron ovaciones y risas cómplices al impartir su conferencia El ser humano por encima de las utilidades: una visión económica diferente para el desarrollo. Tampoco le faltaron los gritos de "¡bravo!", "¡así se gobierna!" y "¡gracias Presidente por traernos esperanza a Guatemala!"
Una académica guatemalteca me confesó que durante la intervención de una hora y 45 minutos, más otros 18 minutos de respuesta al público, le parecía que estaba en un sueño.
Para la investigadora era increíble estar escuchando en Guatemala -nación conservadora y donde casi todo gira a la derecha- tanta crítica al neoliberalismo y neocolonialismo, mientras Correa apostaba por un socialismo moderno.
Medio en broma y medio en serio, me decía la amiga que cuando Correa terminara su mandato en Ecuador debería venir a Guatemala a postularse como mandatario.
La sabia Historia demuestra que las copias siempre se las lleva el viento, aunque siempre es provechoso tomar nota respecto a cómo se logra triplicar la economía en una década al tomar en cuenta al mercado, pero sin ser esclavo del mismo, como propone Correa.
"¿Cómo un partido de derecha puede avanzar hacia una propuesta económica como la suya?", preguntó uno de los asistentes que siguió la intervención. Ante esta interrogante, el gobernante del país andino fue categórico: "No puede". Tal respuesta fue sellada con un maratón de aplausos, incluso alguien entre la multitud lanzó un "¡bravo!"
"Con todo respeto, con las recetas neoliberales se piensa que el mercado lo va a resolver todo y que esa situación del mercado es la más eficiente y la más justa porque todo se hace por intercambios voluntarios en busca de estar mejor", manifestó.
En ese sentido, aclaró que el error del neoliberalismo es creer que todo lo resuelve el individuo y el error del socialismo tradicional fue pensar que todo lo resolvía el Estado, pero -sostuvo- la realidad es una mezcla.
"La persona es muy importante para el desarrollo, pero la sociedad también lo es. Demasiado individualismo destruye la sociedad y demasiado estatismo destruye al individuo. Y ambos son necesarios para el desarrollo, ese es el socialismo moderno, pero se requiere una acción colectiva, eso es claro", explicó quien ha ganado las elecciones de 2006, 2009 y 2013 en Ecuador.
A su juicio, se trata de la vieja paradoja en Economía de que lo bueno para la parte no lo es para el todo.
"El neoliberalismo fracasó estruendosamente en América Latina. Quiere regresar con la complicidad de los medios de comunicación, ojalá nuestros pueblos no se dejen engañar. Yo sinceramente creo que para una región tan desigual como América Latina no hay mejor alternativa que el socialismo", expuso.
Subrayó que solo el crecimiento económico no es suficiente para lograr desarrollo social y se refirió a gratuidades y cambios en la educación para encontrar cada vez más talentos que ejerzan en el área de las ciencias exactas, biológicas y en las artes.
A la Organización de Estados Americanos (OEA), la calificó como una de las más glamorosas muestras del neocolonialismo.
"¿Por qué tenemos que discutir nuestros problemas en Washington?", se preguntó el político de 51 años, quien abogó por generar "nuestros propios espacios de procesamiento de conflictos regionales", y en ese sentido afirmó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe es una gran oportunidad y esperanza.
Guatemala, nación donde la pobreza alcanza a más de la mitad de sus 19 millones de habitantes, mucho camino hay por recorrer para lograr que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo social.
*Máster en Ciencias de la Comunicación y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
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