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Isla al Sur

HAY MÁS BATMAN QUE DRÁCULAS

HAY MÁS BATMAN QUE DRÁCULAS

El museólogo Pavel Rodríguez explica por qué el murciélago, pese a su horrible aspecto, es pieza fundamental para el cuidado y conservación de nuestro planeta.        

Texto y foto:
CAMILO VILLA JUICA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Durante mi infancia solía ver películas y muñequitos animados donde el recurso principal para transmitir tenebrosidad era la figura de un murciélago. Aún recuerdo las aventuras del perro caza fantasmas  Scooby-Doo, las historias del Conde Pátula, o las diversas series vampíricas donde el pequeño animal cumple un rol fundamental. Y es que en honor a la verdad, es un recurso bastante útil, porque si de animales feos se trata, el murciélago, por lejos, lleva la delantera.

Si usted visita el Museo de Historia Natural de La Habana, entre sus muchas exposiciones encontrará una dedicada exclusivamente a ellos. Ahora, si se dedica a leer las pequeñas reseñas que se encuentran junto a los cadáveres de estos infortunados animales, se hallará con una agradable sorpresa… ¡Los murciélagos no son tan malos como pensamos! Por el contrario, son fundamentales para el buen funcionamiento del ecosistema.

Para reivindicar al pequeño animalito, busqué a alguien que supiera de ellos, así es como llegue a Pavel Rodríguez, licenciado en Biología y museólogo del recinto, quién amablemente comenta acerca del único mamífero volador: “Si los agricultores los tomaran en cuenta, construirían –tal y como lo hacen para las abejas- refugios de murciélagos cerca de sus plantaciones, ya que traen innumerables beneficios”.

Sentados frente a frente y con su escritorio de por medio, Rodríguez dice que en cuanto a biomasa, los murciélagos constituyen la tercera mayoría del mundo, después del ser humano y las ratas, “¡el cielo con murciélagos quedaría negro!”, exclama el también cursante de maestría en Botánica en la Universidad de La Habana.

-¿Se tienen datos del total de

especies que hay en la Isla?

En nuestro país hay unos 36 ejemplares diferentes, incluyendo vivientes y fósiles. El número a secas no dice nada, pero si lo comparamos con el continente americano, que abarca un territorio muy grande, la diversidad de especies que hay en Cuba es mayor.

-¿A qué se debe esto?

Bueno, Cuba es un área geográfica en la que hay una gran diversidad de hábitat: hay ciénagas, montañas, llanuras, bosques secos, bosques húmedos, palmares, etcétera. Y, además, el terreno es rico en rocas calizas, lo que ha originado una gran cantidad de cuevas, y estas son el lugar preferido de los murciélagos.

-A estos animales se les mira

negativamente, ¿hay razones

para que sea así?

(Se ríe) No. Es que se le asocia a teorías vampíricas, pero en el caso particular del murciélago, hay una ejemplar llamado precisamente vampiro, -de ahí la teoría-, que se alimenta de sangre, pero no de seres humanos, sino del ganado, estos son los también apodados “chupa cabras”. En este sentido son nocivos al ganado, no al hombre, al menos, directamente.

-También los hay

beneficiosos, ¿no?

Claro, de hecho, los vampiros son especies muy reducidas y se encuentran mayoritariamente en México. Por el contrario, la gran mayoría de estos animales son insectívoros. Las estadísticas son aplastantes, se dice que uno de ellos, para poder sobrevivir, debe consumir diariamente una cantidad de insectos equivalente al doble de su peso corporal; si el murciélago pesa una libra, debe comer al menos un kilogramo de insectos. Si eso lo multiplicamos por la cantidad de ejemplares que hay dando vueltas por ahí, nos damos cuenta que realmente consumen millones y millones de insectos cada día. Si no estuviesen los murciélagos, caerían sobre ciudades y cultivos plagas de moscas, polillas, mosquitos, arañas, etcétera. Ellos son controladores biológicos de insectos nocivos.

-¡Santos murciélagos!

¡Cierto! Además, hay muchos que se alimentan de frutas; cuando estos las ingieren, donde quiera que hayan tenido un comedero, dejan caer todas las semillas, siendo así también dispensadores de plantas y árboles. ¡Ah!, también muchos de ellos son polinizadores.

-Sin embargo, no dejan de ser

molestos, hay momentos en

que los murciélagos se

convierten en plaga e

invaden barrios y casas.

En esos casos, se propone que en vez de eliminarlos, se les busque otro lugar, existen los refugios de murciélagos. Por lo demás, si viven dentro de casas y barrios, es porque tienen suficiente comida para poder sobrevivir, por tanto, hay que empezar por asear y ordenar. Recuerda que ellos se alimentan de insectos.

-Bueno, “reivindiquemos”

al murciélago.

(Risas) Sí. Ellos nos salvan de muchos problemas, ayudan a que los bosques se expandan trasladando semillas, impiden las oleadas de insectos dañinos, fertilizan los suelos con sus heces. Lamentablemente, se ignora en nuestro país –como en muchos otros- la importancia del murciélago, no nos damos cuenta de que hay una enorme riqueza en ellos. Siempre hago un ejemplo didáctico para que se entienda mejor: Batman es un súper héroe, y es murciélago, él nos salva y nos cuida; en la vida real, es igual. También está Drácula, que nos hace el mal, pero son muchísimos menos; son más los Batman que los Dráculas.

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