UN INSTANTE “MÁGICO” DE LA FOTOGRAFÍA

DAIRON MIRANDA QUINTERO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“Todo comienzo es un desafío. La incertidumbre puede atemorizar, pero nuestro sueño hace que no nos detengamos, que nos pongamos en marcha hacia lo que más deseamos, aquello que nos está esperando para encontrarnos, no sabemos dónde ni cuándo, pero sí por qué”.

Este fragmento pertenece al libro El instante mágico, del escritor brasileño Paulo Coehlo, y lo cito porque retrata, con justa sinceridad, la impresión que nos causa hojear un título como Sailors & Sea, de los reconocidos fotógrafos alemanes Pierre y Gilles. Dicho compendio de retratos, cargados de nitidez y erotismo, nos hacen reflexionar acerca de cuál es el regalo más sublime y enriquecedor entregado alguna vez al ser humano; a mi juicio: los sueños.

Creer, admirar, preguntar y llorar pueden ser los infinitivos que más nos vengan a la cabeza cuando disfrutamos la obra impresa, cuya publicación corrió a cargo de la editorial germana Taschen, famosa a nivel internacional no solo por el bajo precio de sus libros (para determinados públicos, por supuesto), sino por la calidad y estética de los textos editados desde su fundación.

Imágenes como la titulada “Paloma Picasso”, prueban el acierto técnico y temático de sus autores. Verticalmente simétrica y bien ajustada a la ley del horizonte, la fotografía transmite un estado de “sobriedad amenazadora”; esta figura, contrastada con los cangrejos ubicados en su parte inferior, constituye, en mi criterio, una metáfora original que juega –desde un punto de vista más amplio–, con la diversidad de estados de ánimo que caracterizan al hombre, otro animal inmerso en el océano de sus propias emociones.

Muchas son las lecturas que podemos inferir de la obra antes mencionada, y de las demás recogidas en el libro, mediante las cuales los artífices logran incitarnos hacia el autocuestionamiento: ¿Qué vemos, qué sentimos, qué somos?

El surrealismo que desprende cada imagen colinda con la artística perfección irrevocable de pintores como Salvador Dalí. El contenido de Sailors… está estructurado sobre la base del simbolismo andrógino y sensible, exento de desnudos “marchitos” y “melodramáticos”, sino de otros más cercanos al des-equilibrio sentimental, cargado de un atractivo que en demasía lograría remover nuestras “bestias” interiores. Entiéndase a partir de las anteriores interpretaciones todo lo contrario a una absolutización precisa del sentido fotográfico; es simplemente una visión personal.

El tema más representado por los fotógrafos fue el homoerotismo, una de las corrientes más difíciles de tratar con maestría y originalidad debido a lo “gastada” que está, y en particular, la del género masculino.

Pierre y Gilles se arriesgan en el desierto de las posibilidades y logran captar la atención utilizando como “gancho”, uno de los más trillados y sorpresivos senderos creativos: el mar; trillado por razones obvias, y sorpresivo porque, como estrategia de los fotógrafos, se encontró utilizar una arista de las aguas, que casi siempre pasan por alto la mayoría de los creadores: la fantasía implícita en la vida de los navegantes.

Con una “Biografía marítima” incluida, los autores de este compendio fotográfico trabajan nuestro mundo interior, lo disuelven en su universo de aspiraciones, historias y recuerdos íntimos, que una vez presenciamos y dejamos escapar como consecuencia de Realidad, a quien, en “realidad”, no le interesa ser evadida por nosotros, los habitantes terrenales, unos pocos segundos de su inmortalidad. Solo desea enseñarnos a aprovechar y a tener siempre en cuenta una idea en específico, un pensamiento que las siguientes palabras, también de Coehlo, retratan con gran exactitud:

“¿Cuándo nace un sueño? En un instante mágico. ¿Cuándo se cumple ese sueño? En otro instante mágico. Y entre ambos momentos, hay un camino para elegir, para recorrer, para cambiar. Un camino de aprendizaje y crecimiento. Nadie ha dicho que emprender el camino sea fácil. El sueño está a nuestro alcance pero hay que luchar por él”.