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Isla al Sur

UN PEREZOSO GIGANTE EN LA HABANA

UN PEREZOSO GIGANTE EN LA HABANA

 

Solo existen dos ejemplares de Megalocnus Rodens en el mundo, uno se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural de Cuba y el otro en Nueva York.

Texto y foto:
ALEJANDRO ROJAS ESPINOSA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El Museo Nacional de Historia Natural de La Habana exhibe uno de los dos únicos esqueletos existentes del perezoso gigante de las Antillas, el cual vivió en Cuba desde el período cuaternario hasta su desaparición; el otro ejemplar se encuentra en el American Museum of Natural History de Nueva York.

Megalocnus rodens, nombre científico del animal, es una especie de perezoso que tiene alrededor de 4 mil 200 años de extinto. Aunque hay varias hipótesis de su emigración, la más reciente indica que llegaron a las Américas como herbívoros pequeños y por la alimentación y el clima evolucionaron hasta convertirse en los más grandes de su especie.

Gilberto Silva Taboada, zoólogo y paleontólogo del museo cubano, explicó que en 1910 Carlos de la Torre encontró materiales fósiles en los Baños de Ciego Montero, de la provincia Cienfuegos, los cuales fueron destinados a su restauración en Nueva York.

En 1916, de la Torre presentó a la Academia de Ciencias en la capital cubana uno de los esqueletos de Megalognus,  el cual pasó a formar parte de las colecciones del Museo de Historia Natural Felipe Poey y actualmente se encuentra en nuestra sala expositora, su primera reparación en el territorio nacional fue en 1942, agregó el especialista. 

Sus fósiles aparecen con periodicidad en las cuevas cubanas y otras áreas del territorio, pero nunca se ha encontrado otro completo como el que presentamos, declaró Dinorah del Valle, museóloga de la institución.

El esqueleto posee grandes rasgos de un animal terrestre, sus garras largas y rectas suponen un impedimento para trepar, pero los labios estaban surtidos por nervios y vasos que prueban la fuerza para arrancar hojas y cortezas de los árboles, manifestó Dinorah.

Esta raza medía alrededor de un metro y medio de largo y entre 0,8 y 1,2 metros de altura. Aves depredadoras de la época como el águila cubana y la lechuza Tyto noelii (extinta en 1972) se alimentaban de él; además, su sangre servía de alimento para el murciélago vampiro Desmodus, actualmente desaparecido también.

Se sabe que los Megalocnus fueron uno de los últimos perezosos gigantes del mundo y su final estuvo dado por la aparición de los aborígenes en su hábitat, quienes se alimentaban de ellos, teoría demostrada por los restos encontrados en sus asentamientos.

En la Isla han aparecido especies de perezoso más pequeñas como el Imagocnus, el Mesocnus y el Neocnus, este último es el más diminuto con apenas 40 centímetros de longitud.

El Museo Nacional de Historia Natural abre de martes a domingo desde las 10:00 a.m. hasta las 5:00 p.m. Se encuentra en la calle Obispo y abrió por primera vez al público el 26 de mayo de 1946. Cuenta con una sala de video, una biblioteca especializada y el centro docente de la instalación.

Pie de Foto: Megalocnus Rodens expuesto en el Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, en posición para alimentarse.

Ficha Técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de Lead: Sumario de Quién.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide Invertida + Dato Adicional.
Primer valor noticia: Novedad.
Otros dos valores noticia: Interés colectivo, Proximidad.
Tipo de fuentes declaradas: No documentales, Documentales.
Tipo de noticia: Blanda, ligera.

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