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PERIODISMO EN EL PODIO

PERIODISMO EN EL PODIO

El ciclo de conferencias “El periodismo no es oficio para cínicos”, realizado en la Fundación Alejo Carpentier, tuvo entre sus invitados a la Doctora en Ciencias de la Comunicación Miriam Rodríguez Betancourt, Premio José Martí.

WENDY GARCÍA MARQUETTI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Durante las últimas semanas tuvo lugar el ciclo de conferencias “El periodismo no es oficio para cínicos”, auspiciado por la Fundación Alejo Carpentier, ubicado en la Habana Vieja. El evento, en consideración del público asistente, constituyó una clase magistral.

La doctora en Ciencias de la Comunicación Miriam Rodríguez Betancourt, Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida y reconocida con la Distinción por la Educación Cubana, fue conferencista por partida doble con las charlas acerca de Ryszard Kapuściński y Oriana Fallaci.
Accedió a esta entrevista en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí a solo dos días de concluido el evento.

-¿Cómo estuvo conformado el ciclo?  

El ciclo “El periodismo no es oficio para cínicos”, impartido desde el 22 de octubre hasta el 3 de diciembre, estuvo compuesto por siete conferencias, cinco de las cuales se dedicaron a la vida y obra de grandes periodistas: Ryszard Kapuściński, Oriana Fallaci, Onelio Jorge Cardoso, Orlando Castellanos y Lino Novás Calvo. Los organizadores fueron los encargados de elegir a los conferencistas de acuerdo con la preparación de cada uno con respecto a las figuras escogidas.

-¿Qué motivaciones lo iniciaron?

Esa misma pregunta me la hice yo. La organizadora del evento, la doctora Graciela Pogolotti, directiva del centro, respondió con dos razones: la primera, Alejo Carpentier fue un gran periodista y su presencia en el proyecto estaba implícita por su obra; la segunda, el tema de la prensa ha quedado puesto sobre la mesa en estos últimos tiempos a partir del reciente Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Yo agregaría un tercer elemento. Existía un vacío en cuanto a los programas  de conferencias dedicados a dicha temática.

-El nombre del ciclo parafrasea el

título de uno de los libros del

polaco Ryszard Kapuściński…

Pienso que la frase de Kapuściński es una definición muy certera de lo que es el periodismo, y por eso creo que hicieron bien en escoger este “lema” a partir de lo que él explica. Es una profesión con una vocación de servicio público que no admite el cinismo en sus filas. Tiene la misión de dar elementos de análisis al lector, ofrecer una determinada valoración de la realidad y dar voz a aquellos que la necesiten.

-¿Qué criterios influyeron en la selección

de los periodistas a homenajear?

Otros pudieron ser seleccionados, la propia Graziella me lo decía. Fue difícil, pero ella lo que quería era una combinación de representantes brillantes extranjeros y cubanos como Onelio Jorge Cardoso, Kapuściński y Oriana Fallaci. Otro hecho importante es que no fueran muy conocidos para los que se inician. La selección estaba constituida por personajes imprescindibles para cualquier estudio del periodismo, lo que determinó que fueran objetos de un estudio más riguroso.

-Las personalidades mencionadas alcanzaron

reconocimiento por trascender las maneras

tradicionales de hacer prensa en su tiempo.

¿Cómo fusionar lo aprendido en la

Academia con ese estilo en

aras de una mejor profesión?

Esos periodistas son casos excepcionales, y lo que vale de sus métodos es revisar sus técnicas, adecuarlas en alguna medida a nuestros intereses y contexto, y utilizarlas en nuestro beneficio. Lo que vale es no querer copiarlos, sino aprender de ellos.

-El ciclo propone a los jóvenes algunas técnicas

para cumplir con la tarea encomendada

por la UPEC en su último congreso,

que es hacer un mejor periodismo.

Sí, pienso que sí, pues les puede dar nuevas consideraciones acerca de cómo desarrollar el trabajo periodístico en general y cumplir con esa meta.

-La mayoría de los asistentes eran muy

jóvenes, estudiantes, ¿qué significó esto?

En primer lugar fue muy satisfactorio, aunque hubiera sido necesaria la participación de más representantes del gremio periodístico. Pero creo que todos se sintieron muy bien por el contacto con ideas nuevas que abren otras perspectivas. Fue un auditorio muy bueno y receptivo. Capaz de hacer preguntas ingeniosas, lo que representaba su interés.

-Debido a la calidad e importancia del

evento, ¿existe posibilidad de continuarlo?

Eso ya estará en dependencia de la programación de la Fundación, lo que sí me informaron es que están abiertos a sugerencias sobre estos u otros temas, dispuestos a ofrecer cursos de postgrado sobre este mismo tópico,  por lo que pienso que tendrá continuidad de una forma u otra.

-¿Está satisfecha con los resultados?

Tuve la oportunidad de conversar con la Doctora Pogolotti al respecto. Tanto la Fundación como los compañeros que intervenimos estamos muy satisfechos. Que pudo ser mejor es verdad, pero creo que es un primer paso importante en cuanto a visibilidad de nuestra profesión y nuestros problemas en un ámbito que no sea ya el del propio sector sino en uno fuera de la institución. 

Pie de foto: La doctora Betancourt impartió las conferencias “El periodismo de conflicto en Ryszard Kapuściński” y “Oriana Fallaci, la ruptura de los cánones”.

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