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Isla al Sur

CUANDO EL BOSQUE SUENA A MARIMBA

CUANDO EL BOSQUE SUENA A MARIMBA

RANDY SABORIT MORA*,
Corresponsal de Prensa Latina en Guatemala,
Cortesía para Isla al Sur.

Un Bosque Sonoro tiene la capital guatemalteca, donde han crecido más de cien árboles de hormigo, cuya madera se emplea para elaborar las teclas de la marimba, instrumento nacional de Guatemala.

“La marimba suena como los guatemaltecos: con una alegría triste”, me dice una amiga de este país centroamericano, donde en fiestas patronales y celebraciones diversas suele verse a niños, jóvenes o adultos extraer melodías de ese instrumento de percusión parecido a un xilófono.

El Bosque Sonoro del Hormigo, colindante con el Hipódromo Norte de la Ciudad de Guatemala, rinde homenaje a compositores y marimbistas, como los destacados Wostbelí Aguilar, José Domingo Bethancourt, Rosendo Barrios y Marco Antonio Castillo.

Ese nombre se lo puso Carlos Francisco Marroquín, quien para lograr materializar su iniciativa fue apoyado por su padre Antonio Marroquín y la directiva de la Asociación Guatemalteca de Autores y Compositores.

Se cuenta que cada hormigo –denominado aquí como el Árbol de la Cultura,  la Marimba o la Paz- fue sembrado en esa área por un reconocido músico o marimbista nacional.

El peculiar bosque fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, según el acuerdo ministerial 66-99. En ese documento oficial se exhorta al Consejo Nacional de Áreas Protegidas, al Instituto Nacional de Bosques y al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación a que dicten las normas para regular la protección del hormigo y propiciar su siembra.

Ya el Bosque Sonoro de la capital no es único en la nación, pues en agosto de 2011 fueron plantados una treintena de maderos de ese tipo en Quetzaltenango, el cual lleva el nombre de Antonio Marroquín, compositor oriundo del suroccidental municipio de Coatepeque.

Otro espacio similar, de 200 árboles de la mencionada especie, se inauguró el pasado 23 de mayo en Mazatenango, cabecera del departamento de Suchitepéquez, ubicada 167 kilómetros al suroeste de la urbe guatemalteca más importante.

El hormigo crece en las zonas húmedas, a temperaturas entre los 22 y 27 grados Celsius y a una altura de cero a mil 400 metros sobre el nivel del mar.

Las teclas de la marimba se disponen de mayor a menor y se golpean con mazas. Para lograr una óptima calidad del sonido, los conocedores recomiendan que la madera tenga al menos dos años de secado y que se pula con concha de mar para cerrar los poros.

El Bosque Sonoro capitalino no solo sirve para respirar, descansar bajo su sombra y homenajear a marimbistas, sino para hacer honor al significado de Guatemala, que en lengua náhuatl quiere decir “lugar de muchos árboles”.

*Máster en Ciencias de la Comunicación y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

 

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