DE AMORES Y UN BOLERO
La canción Nosotros, de Pedro Junco, encierra una incógnita que trasciende más allá de la muerte del autor.
LISANDRA AGUILAR WONG,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Son las once de la noche y solo se escucha el estreno radial de la canción Soy como soy, en la voz de René Cabel. María Antonia, la hermana, sale a buscar ayuda, pero ya es demasiado tarde. Pedrito ha dejado de respirar y se disipa en el aire, a decir de muchos, tras la melodía que él mismo compuso.
El 25 de abril de 1943, la muerte arrebató del mundo al enigmático compositor y poeta pinareño de 23 años, Pedro Junco Redondas. Los conocidos del artista, en determinados momentos, discurrieron acerca de su vida, y en el afán por desempolvar la historia, los periodistas Luis Sexto y Pedro Viñas Alfonso, concibieron el libro Nosotros que nos queremos tanto, un testimonio de aquella existencia aún llena de varios por qué.
Cinco días después de su muerte, el periódico vueltabajero Vocero Occidental publicó una nota titulada Pedrito Junco Redonda, donde brindaba condolencias a sus seres queridos: “Todos, con su ida, perderemos algo: su familia, un tierno y prometedor retoño, la música, un verdadero compositor, Pinar del Río, un hijo ilustre y Vocero Occidental, un sincero y constante amigo…!”, pero en la publicación no se mencionaban las causas de la partida del artista.
¿La historia conocida?
Atiéndeme... Quiero decirte algo,
Que quizás no esperes,
Doloroso tal vez.
Junco nació el 22 de febrero de 1920 en Pinar del Río. A los seis años comenzó los estudios de piano y los profesores detectaron en él un talento musical innato Sus contemporáneos lo recuerdan alto, atlético, observador, apasionado y sensible con los amigos. Grandes cantantes de aquella época, como Rita Montaner y Esther Borja, incluyeron las obras de “Pedrito” en su repertorio.
Cuentan que enfermó en septiembre de 1942 y los médicos recomendaron reposo por unos tres meses. Según constata un artículo publicado en el periódico Juventud Rebelde del 3 de febrero de 2011, titulado La verdadera causa de la muerte de Pedro Junco, sus familiares y algunos de los amigos más íntimos creyeron por un tiempo que padecía de tuberculosis, considerando que el padre presentaba antecedentes del Bacilo de Koch, bacteria causante de esta enfermedad.
Pero, ¿fue en verdad tuberculosis el mal que aquejaba a aquel joven fuerte y vigoroso? ¿Habrá sido la muerte causada por una de las admiradoras que iban a misa los domingos y contemplaban su esbelta figura? ¿Sería ella quien al saberse derrotada y, dominada por los celos, lo separó de sus sueños? ¿O solo fueron los disparates de una época llena de privilegios los que llevaron a “Tito” Junco a la sala Damas de Covadonga en la capital cubana?
El doctor Pedro González Batlle, médico y amigo de la familia, nunca pudo detectar tal bacilo en la saliva de “Tito”, aunque la radiografía que le hizo revelaba «una sombra» pulmonar. “Por esta razón aconsejó el traslado hacia La Habana para que especialistas de la capital intentaran un diagnóstico exacto de una enfermedad cuya naturaleza no le resultaba clara a su experiencia”, relató el periódico.
En aquellos tiempos estaba prohibido que los enfermos de tuberculosis visitaran otro hospital que no fuera para personas con el padecimiento. Nadie se iba a atender en una clínica donde hospedaran a un tuberculoso, estaba en juego el prestigio de las antes mencionadas instituciones.
Por tanto, se cree que Junco no murió de ello, pues fue atendido en la clínica Damas de Covadonga, lugar que no se especializaba en pacientes con esta enfermedad, comentó Elpidio Gómez Prieto, director del Centro Argelier León, Casa de la Música, en la provincia de Pinar del Río.
La prueba más certera es la certificación de nacimiento del compositor, encontrada por Luis Sexto y Viñas Alfonso, donde se explica que falleció “a consecuencia de la enfermedad respiratoria Anoxemia Bronconeumonía según resulta del Certificado Médico.”
Un bolero para nadie
Nosotros…, que desde que nos vimos,
Amándonos estamos.
Nosotros, que nos queremos tanto,
Debemos separarnos,
No me preguntes más.
Especulaciones indican que la supuesta enfermedad fue una de las causas que lo separó de su amada y, ya cercano a la muerte, le dedicó la popular canción Nosotros, fiel evidencia de aquel desesperado adiós.
Según Clara Martínez Malo, conocida del artista, cierta vez pidió la opinión a varias personas acerca del naciente bolero. La primera audición de Nosotros se produjo en el cierre del Festival Musical Cubano de 1942, momento en que los insistentes aplausos del público obligaron al autor a repetir la pieza.
Aldo Martínez Malo reseñó en su libro Pedro Junco. Como Soy, la posible existencia del amor que lo motivó a componer aquella dolorosa despedida. “Yo me había prometido no revelar el secreto, pero creo que esta historia merece conocerse, porque la familia de la joven al saber de la supuesta enfermedad terminal prohibió todo trato o acercamiento a su persona”, destacó.
Se refería a María Victoria Mora, una joven del municipio vueltabajero San Juan y Martínez, cuyos padres no aceptaban la relación con Junco porque creían que él tenía tuberculosis hereditaria, pero, si no padecía de este mal, ¿cuál fue la causa que lo llevó a componer, a decir de los estudiosos, el bolero más versionado en el mundo?
Relatan las historias de aquel entonces que Tito Junco tenía una personalidad tan grande como hombre, que las muchachas no lo valoraban como artista. Sin embargo, la poetisa matancera Rosa América Coballa rompió con esta tradición. Entre ellos nació una historia enlazada por el arte, pero a dicha artífice no se considera como la mujer que se inmortalizó en Nosotros.
Por otra parte, existió una fémina que llegó desde la capital acompañada de su esposo. Cuentan que desde que se vieron surgió una profunda atracción, pero la posición social en la que ella se encontraba, llevó al muchacho a alejarse definitivamente. Tal vez, esta señora prohibida fue la musa de aquellos versos.
Lo cierto es que sus poemas no responden a un solo nombre. Según el profesor Luis Sexto, solamente una muchacha fue capaz de seducirlo con sus encantos, esa que todos conocemos. ¿Su nombre? Muchos, en el afán por venerarla, la llaman Vida.
Incierta historia de un recuerdo
No es falta de cariño, te quiero con el alma…
Y en nombre de este amor y por tu bien,
Te digo adiós.
El periodista Luis Sexto comentó que el libro les costó más de cuatro o cinco años de investigación. “Las primeras indagaciones las inicié en 2001, en ese momento me percaté de que “Pedrito” estaba envuelto en la leyenda y la desmemoria. Ya las dudas y su esclarecimiento no son hipótesis, sino tesis con su demostración documental”, pensó.
Los menos seguros de todo el proceso de investigación por el que atravesó el volumen, han sido los testimonios. Sin excepción, hablaron desde la memoria. Los autores eran septuagenarios y con más edad. Ninguno coincidía en sus recuerdos. Todavía quedan lagunas sobre su obra, concluyó Sexto.
Este compositor se ha convertido con el paso de los años en un paradigma a seguir por muchos artistas pinareños. Cada vez se sienten más identificados con su música y encuentran apoyo en la Casa de la Cultura provincial que lleva el nombre de Pedro Junco en su honor, aclaró Juan Carlos Rodríguez, historiador de la provincia de Pinar del Río
La realidad es una, “Pedrito” ya no está presente, y a poco más de 70 años, aquello que nació como la picardía de un joven apasionado de los placeres de la vida, ha sido inmortalizado y convertido en la leyenda de un hombre que con su encanto compuso uno de los boleros más recordados en el mundo.
Mientras exista quien lo escuche, Nosotros, aquella melodía para nadie, y ya de todos, seguirá contagiando a cientos de parejas del buen cariño, ese que no se envanece de privilegios y hace sacrificios cuando necesita aferrarse a la felicidad.
*Todos los versos pertenecen al bolero Nosotros de Pedro Junco
Ficha Técnica:
Tipo de título: Llamativo.
Tipo de entrada: Retrospectiva.
Tipo de cuerpo: De bloques temáticos.
Tipo de transiciones: Repetir en la oración o párrafo que sigue una palabra o frase clave utilizada antes.
Tipo de cierre: De conclusión o resumen.
Tipo de Reportaje: Explicativo.
Tema La incógnita que ha existido a través de los años por la muerte del cantante y compositor pinareño Pedro Junco y la identidad de la mujer a quien dedicó el popular bolero Nosotros.
Situación problémica: Aún se desconoce la causa de la muerte de Pedro Junco y perdura el misterio que ha envuelto al popular bolero Nosotros.
Objetivos colaterales: 1)Demostrar que no fue tuberculosis el mal que aquejaba al artista, y sí Bronconeumonía, por supuesto, mediante investigaciones concretas. 2)Explicar por qué se creía que Junco moriría por esta enfermedad. 3)Ofrecer datos sobre su vida. 4)Dar a conocer las diferentes versiones que han existido acerca de la creación de la melodía. 5)Reflejar la época en que vivió y el contexto de su muerte.
Estrategia de fuentes:
Documentales:
Libro Nosotros que nos queremos tanto, de los periodistas Luis Sexto y Viñas Alfonso. Editorial Pablo de la Torriente Brau. La Habana, 2013.
Libro Pero Junco Como Soy de Aldo Martínez Malo. Ediciones Hermanos Loynaz. Pinar del Río. 1995.
Artículo: La verdadera causa de la muerte de Pedro Junco. Periódico Juventud Rebelde. Edición Digital del 3 de febrero de 2011. Varios Autores.
Periódico El Vocero Occidental, antiguo periódico vueltabajero del 30 de abril de 1943. Nota titulada Pedrito Junco Redonda.
Activas:
José Elpidio Gómez Prieto, director del Centro Argelia León, Casa de la Música en Pinar del Río. Tipo de Fuente: Especialista. Tipo de Juicio que emite: Valorativo.
Clara Martínez Malo: Conocida de Junco, profesora de música jubilada. Tipo de Fuente: Testigo. Tipo de Juicio que emite: Valorativo.
Luis Sexto: Periodista del periódico Juventud Rebelde, Premio Nacional de Periodismo José Martí 2009. Tipo de Fuente: Especialista. Tipo de Juicio que emite: Valorativo.
Juan Carlos Rodríguez: Historiador de la provincia de Pinar del Río. Tipo de Fuente: Oficial. Tipo de Juicio: Valorativo.
Soportes:
Hecho: Se desconoce a ciencia cierta el por qué del fallecimiento de Pedro Junco y la causa que lo llevó a aquella despedida reflejada en el bolero Nosotros.
Antecedentes: Se creía que heredó la tuberculosis de su padre. Privilegiado por la posición económica de su familia, no dejaba de hacer “disparates” y menos se preocupaba por su salud.
Contexto: Algunos piensan que Pedro Junco murió de tuberculosis y le dedicó el bolero Nosotros a su amada cuando estaba al borde de la muerte, cuando en realidad murió de Bronconeumonía y aún no se ha descubierto a qué mujer dedicó dicha canción.
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