SOBREVIVIENTES DE LOS 50 AL 70
Si viviste de niño en los 50, 60 o los 70... ¿Cómo hiciste para sobrevivir?
De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad, ni bolsas de aire.
Ir en la parte de atrás de una camioneta, con baranda baja, era un paseo especial y todavía lo recordamos.
Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo.
No teníamos tapas con seguro contra niños en las botellas de medicina, gabinetes, puertas.
Cuando montábamos bicicleta no usábamos casco, ni protectores de rodillas.
Tomábamos agua de la manguera del jardín y no de una botella de agua cara que dicen que es mineral.
Gastábamos horas y horas construyéndonos carritos de chatarra y los que tenían la fortuna de tener calles inclinadas los echaban a andar cuesta abajo y en la mitad se acordaban que no tenían frenos.
Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer.
No teníamos celular... así que nadie podía saber donde estábamos, y eso… era impensable.
Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenía la culpa sino nosotros mismos.
Comíamos bizcochitos, pan y mantequilla, tomábamos bebidas con azúcar que no tenían marca comercial y nunca teníamos exceso de peso porque siempre estábamos jugando, o mejor,"mataperreando".
Compartíamos una bebida entre cuatro... tomando en la misma botella y nadie se moría por esto, Nunca oímos de cólera, giardia o cualquiera de esas.
No teníamos Playstations 3; 4 o mil, canales de televisión en cable, ipods, iphones, computadoras, Internet.
Sino que TENÍAMOS AMIGOS.
Salíamos, nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa del amigo, tocábamos el timbre o sencillamente, entrábamos sin tocar y allí estaba y salíamos a jugar.
¡En el mundo cruel! ¡Sin un guardián permanente! ¿Cómo hacíamos?
Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros y cuando perdían un año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, ni había gran crisis familiar, nadie tenía dislexia ni problemas de atención, ni hiperactividad, simplemente repetía y tenía una segunda oportunidad.
Teníamos libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades... y aprendimos a manejarlos.
La gran pregunta es: ¿Cómo hicimos para sobrevivir y, sobre todo, para ser las grandes personas que somos ahora?
¿Eres tú uno de esa generación?
Si lo eres, entonces envía este mensaje a tus conocidos de tu misma generación o a gente más joven para que sepa como éramos antes.
Seguro dirán que éramos unos aburridos, pero....
¡ÉRAMOS MUY FELICES!
Tomado de Internet.
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