FALSOS TRASEROS EN LA RED
ZULEMA SAMUEL DEL SOL,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
El pasado martes, cinco usuarios de Twitter denunciaron en sus cuentas la publicación de una foto trucada en la red por parte de grupos de la oposición venezolana.
La imagen propagada por Facebook y otras plataformas de intercambio en la Web, reflejaba una línea de personas con los traseros al descubierto, adornados con la frase: “Maduro tirano”, durante una supuesta manifestación de protesta al gobierno constitucional.
Sin embargo, se comprobó que la iniciativa nudista recogida en la fotografía fue realizada meses antes en las calles de Madrid, cuando varias ciudades europeas marchaban al unísono contra las presiones de la Troika.
En las semanas de junio y julio del año pasado (2013), miles de españoles manifestaron con pancartas y banderas nacionales su aversión a las políticas de ajuste impuestas por la coalición administrativa de la Comisión Europea, el Banco Central de dicha región y el Fondo Monetario Internacional, denominada Troika Financiera.
A lo largo de estas marchas multitudinarias, un grupo de protestantes bajaron sus pantalones por la causa y escribieron un poco más abajo de sus espaldas un claro mensaje: “Que se joda la TROIKA”. Tiempo después, algunos confundieron la anatomía de los españoles con simples pizarras y como en un cambio de turno, borraron el trazado e incluyeron una línea diferente. Luego, dieron un “retoquito” por aquí y por allá, y forjaron la magia de la tele-transportación.
Las interrogantes ante tal trueque de sentidos aparecen entre las redes con la avidez característica: ¿Por qué la oposición interna pinta traseros ajenos? ¿Faltaran acaso las manifestaciones nacionales en contra del estado bolivariano? ¿Tan pocos son los adeptos a la oposición insurgente que esta se ve obligada a falsificar ilustraciones del supuesto apoyo popular?
Las respuestas quedan suspendidas en la nada. Aunque la manipulación ejercida por algunos medios venezolanos y extranjeros tengan sus objetivos bien definidos, estos no se exponen al lente con la naturalidad de los cuerpos trucados.
Mientras los titiriteros del teatro sensacionalista se arman de valor o fabulan otras distracciones menos obvias, Telesur, la señal informativa de América Latina, destapa algunos de los secretos que engloba la situación.
La cadena de noticias presentó recientemente un estudio minucioso de la “Teoría del golpe suave”, definido con anterioridad por el filósofo pro-imperialista Gene Sharp. Dicha política propone derrocar un gobierno mediante métodos no violentos y generar fracturas en el país a partir de campañas mediáticas. Estas últimas comienzan como deslegitimadoras de la administración a cargo y se transforman gradualmente en proyecciones de una inflada contradicción interna.
Hacia ese camino se orientan todas las imágenes alteradas, las instantáneas de conflictos chilenos, griegos y árabes que se han reubicado en la historia bajo el falso acápite de “realidad venezolana”. A la fila de intentos subversivos se une la campaña publicitaria para el 2014 de DIRECTV Latinoamérica “Nada más importa”, que aporta su grano de arena a la guerra psicológica.
Han levantado un circo en el medio de Venezuela, el mismo que antaño regalara funciones a Nicaragua, Honduras y Panamá. Ahora con aparatos modernos, equilibristas en fibra óptica, trucajes mágicos, títeres sobre el estrado de Caracas y leones norteños.
No obstante, cuando se conoce la identidad del maestro de ceremonias de nada sirven los espectáculos sensacionalistas. Al final, como en este caso, siempre quedan los payasos de la manipulación con la mentira al aire.
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