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Isla al Sur

EL HOMBRE DEL MARTÍ DIFERENTE

EL HOMBRE DEL MARTÍ DIFERENTE

Arturo Ramón de Carricarte es prácticamente desconocido para los estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana y mínimamente mencionado entre los investigadores del legado martiano.

ALEJANDRA ANGULO ALONSO, 
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Desdeñado tanto ayer como hoy, Arturo Ramón de Carricarte, investigador que intentó legar a los cubanos un Martí más tangible, fuera del pedestal de mármol, resulta prácticamente desconocido para los estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana (UH) y vagamente mencionado entre los investigadores del legado martiano.

Carricarte dedicó su vida al hombre de la Rosa Blanca, sin embargo, su obra pasó inadvertida y la historia caprichosa se encargó de invisibilizarlo. Actualmente no existen planes para publicar sus trabajos inéditos o acercarlos a la sociedad contemporánea.

Nacido en La Habana el 6 de noviembre de 1880, ejerció como pedagogo, diplomático, periodista e historiador. Sin desvincularse de disímiles instituciones culturales, nunca abandonó la labor de preservar el patrimonio martiano.

La pluma de Arturo Ramón de Carricarte

Carricarte se distinguió como periodista dentro y fuera de Cuba. En 1894 y 1902 viajó a Veracruz, México, donde trabajó en la redacción de las revistas El Dictamen, Revista Crítica y El Mundo Artístico.

De regreso a la capital en 1904, fungió como jefe de redacción de The Havana Daily Post, único periódico habanero en inglés. Además, colaboró en publicaciones como Bohemia, La Época y La América.

Pero es en 1921 cuando emprende uno de sus proyectos periodísticos más importantes: la Revista Martiniana, publicación mensual íntegramente consagrada a José Martí, donde se divulgaron valiosas piezas inéditas de la documentación martiana, entre ellas, la Carta inconclusa a Manuel Mercado.

“Con la Martiniana, Carricarte aspiraba brindar un homenaje perenne y colectivo al Apóstol. En ella podía escribir cualquier persona capaz de enriquecer el legado martiano”, comentó Dioelis Delgado, directora del Museo Casa Natal José Martí, quien tiene a término una investigación sobre esta figura. 

Desde esa trinchera periodística, Carricarte hizo ingentes esfuerzos para rescatar la Casa Natal, en aquellos momentos en muy mal estado y habitada por una numerosa familia desde 1903.

“En la Biblioteca Municipal de La Habana, calle Zenea (antes Neptuno) número 225, todos los días a cualquier hora, de 9 am hasta las 10 de la noche se recogerán documentos y donativos”, escribió el 15 de diciembre de 1921 en el número tres, tomo uno, de la revista.

Pero la labor de Carricarte no se detuvo aquí. El 28 de enero de 1925,  con una tirada que superó los 60 mil ejemplares, la Revista Martiniana publicó la Iconografía de José Martí, la más completa de las aparecidas hasta ese momento.

La iconografía incluyó más de 32 fotografías acompañadas de un texto explicativo y algunas totalmente inéditas, como la única foto de perfil que se conoce del Apóstol y otra donde luce el anillo rectangular de hierro, fundido con los grilletes que le atormentaron durante los años de presidio político en las canteras de  San Lázaro.

Sin embargo, el reconocimiento público le fue muy esquivo a este consagrado martiano. Mario Cremata, profesor de la asignatura Historia de la Prensa, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, aseguró que la labor de Carricarte como periodista fue sistemática, pero no destacada: “Era uno más entre muchos escritores que ejercieron el periodismo”.

Carricarte y el Museo Casa Natal José Martí

No muchos cubanos conocen que fue Arturo Carricarte quien defendió a Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí, para que no fuera despojada del inmueble No. 41, ubicado en la calle Paula.

Debido a su gestión personal y con el apoyo de la emigración, recuperó la casa donde había nacido el Apóstol y el 28 de enero de 1925, la convirtió en museo. Para su funcionamiento donó más de 500 libros, reliquias históricas y fotografías, lo cual le valió la dirección de la institución.

Desde ese puesto batalló con la desidia gubernamental en el salvamento de objetos y documentos. Además, apoyó a los maestros de las escuelas públicas en su espontánea y noble labor de rescatar a Martí e integrarlo al pueblo.

Cuando el museo cumplió  una década de funcionamiento, la comisión de historiadores comenzó a cuestionar el lugar del nacimiento del Apóstol y preparó un documento con todas las hipótesis posibles.

“Para la solución de este conflicto histórico, la información ofrecida por Carricarte desempeñó un importante y definitorio rol, pues gracias al testimonio directo que obtuvo de Rita Amelia Martí, única hermana viva del Apóstol en esa época, se confirmó que José Martí había nacido en el inmueble de la calle Paula”, afirmó la directora de la Casa Natal.

Martiano de convicción

Uno de los tormentos de Arturo R. de Carricarte era el pobre conocimiento que tenía el pueblo cubano de la obra martiana. Siendo director de la Biblioteca Municipal de La Habana realizó múltiples encuestas para demostrar que de 200 000 visitas recibidas en casi una década, menos de 300 personas leyeron a José Martí.

Con el propósito de difundir la obra del Apóstol, este escritor organizó en 1925 lecturas dominicales que suspendió por falta de oyentes. Iguales experiencias sucedieron en otras ciudades del país como Santiago de Cuba y Santa Clara, que conllevaron a clausurar las citas literarias.

“¿Conoce el cubano a Martí? Acabo de probar que no lo conoce nuestro país; que sus comentaristas no lo han estudiado, que tal parece que más de sus biógrafos han tenido empeño en desfigurar su verdadera personalidad”, escribió Carricarte en el prefacio inédito Nuevos papeles.

El Martí de Carricarte

La intensa admiración que Carricarte sentía por Martí, no le era óbice para tratar de combatir a los escritos que lo divinizaban, haciéndolo inalcanzable e insuperable.

A diferencia de la mayoría de los intelectuales de aquella etapa, su anhelo principal era difundir los distintos matices de un hombre excepcional, pero con sus defectos, dudas y ambiciones. “Carricarte desmitificó a Martí como el santo de América, por eso la figura de este intelectual resulta muy controvertida”, señaló Dioelis Delgado.
Para lograr esta empresa, el periodista intentó frenar el uso y abuso de las ideas martianas por los políticos que, desde fecha tan temprana, sacralizaron al mártir de Dos Ríos.

“Mientras sus ideas se puedan utilizar como un traje que viste bien las repetimos de plaza en plaza; pero cuando ellas nos imponen rectificación de conducta, las damos de lado sin la menor vacilación”, escribió en el prefacio Nuevos papeles.

En su folleto La cubanidad negativa del Apóstol Martí, Carricarte expresó que para justipreciar el mérito de José Martí, es necesario mostrarlo humano, único modo de que resalten, en todo su esplendor, las magníficas virtudes que atesoró: “Ocultarle defectos a quien los tuvo insuficientes es cosa pueril y solo puede explicarse que se haga por la incomprensión del héroe”.

Senda de Gloria

El 21 de abril de 1922 Carricarte, junto a la Comisión Histórica Nacional, salió de Santiago de Cuba a bordo del vapor Patria para fijar el punto donde desembarcara Martí, el 11 de abril de 1895 en Playitas de Cajobabo y  establecer,  por primera vez, la ruta del Apóstol hasta Dos Ríos.

La investigación y los conocimientos históricos de este periodista fueron definitorios para determinar el sitio exacto del desembarco y los 13 campamentos instaurados por Martí y Gómez. El proyecto, nombrado por  Carricarte “Senda de Gloria”, contó con la colaboración de Marcos del Rosario, único superviviente del desembarco en Playitas.

“La pasión de Carricarte por Martí lo condujo a enfrentar los lugares más inhóspitos de la zona oriental de Cuba, con el fin de establecer esta Senda de Gloria. Sin duda, abrió el diapasón respecto a la investigación martiana”, explicó Dioelis Delgado.

Tan olvidado ayer como hoy

Un sondeo realizado a 100 estudiantes de Periodismo de la UH, reveló que solo siete conocen superficialmente a este investigador, entre ellos, Laura Alonso, de primer año: “Mi acercamiento a la personalidad de Carricarte ocurrió de forma casual, mientras realizaba un reportaje en la Casa Natal José Martí, durante las prácticas laborales”.

Para Ramón Fernández Cala, profesor de la asignatura Periodismo Martiano, en la Facultad de Comunicación, está en manos de jóvenes entusiastas sacar del olvido a intelectuales y periodistas como Carricarte, quien realizó una labor inmensa en aras de divulgar la vida y obra de José Martí.

Por su parte, María Grant, también profesora de esa asignatura y periodista de la revista Opus Habana, expresó que Carricarte no es una figura indispensable para el conocimiento de un alumno de Periodismo. “Hay otros tantos investigadores de igual o mayor valía que tampoco son estudiados, dígase Emilio Roig de Leuchsenring, Jorge Mañach y Félix Lizaso, por solo citar algunos”, comentó.

Aunque Carricarte consagró su vida profesional al rescate del legado martiano, la historia lo invisibilizó para siempre, incluso entre los estudiosos de la obra de José Martí.

Para Enrique López Mesa, investigador del Centro de Estudios Martianos, una de las razones del desconocimiento de la figura de Carricarte, radica en que muchos otros intelectuales cubanos lo superaron en estilo literario y calidad de investigación histórica: “Lo que quedó de su trabajo fue el esfuerzo y la intención de preservar la imagen de Martí, sin embargo, pienso que todo aquel que hizo algo para rescatar la obra del Apóstol debe ser enaltecido”.

A los 68 años de edad murió. La historia nunca le hizo justicia. En su honor, el reconocido periodista Ramón Vasconcelos le dedicó un panegírico, en el número 46 de la revista Bohemia: “Con un libro entre las manos, como quien dice, acaba de morir Arturo R. de Carricarte. La generación literaria y periodística actual apenas si lo conoce, ni siquiera ha oído hablar de él en los últimos quince años. Sumergido en Marianao siempre entre papeles históricos, se concretaba a observar la caída del agua en la clepsidra de los días iguales”.

Pie de foto: Arturo R. de Carricarte intentó legar a los cubanos un Martí más tangible, pero su obra pasó inadvertida y la historia lo invisibilizó.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo entrada: De Presentación.
Tipo de cuerpo: De bloques temáticos.
Tipo de transiciones: Mención de palabras clave empleadas antes.
Tipo de cierre: Cierre de conclusión o resumen.

Tema: Figura del periodista e investigador de la obra martiana, Arturo R. de Carricarte.

Situación problémica: Su figura resulta prácticamente desconocida para los estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana y poco mencionada por los investigadores de la obra martiana.

Objetivos colaterales: Redescubrir la obra literaria y periodística de Arturo Carricarte, así como rescatar su labor investigativa relacionada con la figura del Apóstol e indagar en las causas de su desconocimiento.

Estrategia de fuentes:

Documentales:

De Carricarte, Arturo Ramón: La cubanidad negativa del Apóstol José Martí. La Habana, Cuba, 1934.

De Carricarte, Arturo Ramón: Prefacio inédito Nuevos Papeles. La Habana, Cuba, 1935.

De Carricarte, Arturo Ramón: Revista Martiniana. La Habana, Cuba, diciembre de 1921.

Vasconcelos, Ramón: La afanosa vida de Arturo R. de Carricarte. Revista Bohemia, número 46. La Habana, Cuba, noviembre de 1948.

Directas o No documentales:

Dioelis Delgado, directora del Museo Casa Natal José Martí. Fuente oficial, especialista. Juicio analítico.

Mario Cremata, profesor de la asignatura Historia de la Prensa, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Fuente oficial, especialista. Juicio analítico.

Ramón Fernández Cala, profesor de la asignatura Periodismo Martiano, en la Facultad de Comunicación, UH. Fuente especialista. Juicio valorativo.

María Grant, profesora de la asignatura Periodismo Martiano y periodista de la revista Opus Habana. Fuente especialista. Juicio valorativo.

Enrique López Mesa, investigador del Centro de Estudios Martianos. Fuente oficial, especialista. Juicio analítico.

Sondeo realizado a 100 estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana.

Laura Alonso, estudiante de primer año de Periodismo. Fuente no implicada, secundaria. Juicio analítico.

Soportes:

Hecho: Arturo R. de Carricarte, quien fuera periodista e importante investigador de la obra del Apóstol, es mínimamente mencionado por los estudiosos martianos y prácticamente desconocido para los estudiantes de Periodismo.

Antecedentes: Existen pocos estudios con respecto a su figura. La mayoría de sus escritos aún permanecen inéditos.

Contexto: Desconocido entre los estudiantes de Periodismo y poco mencionado por los estudiosos de la obra de José Martí.

Situaciones colaterales que también pudieran influir: Actualmente no existen planes para publicar los trabajos inéditos de Arturo R. de Carricarte o acercarlos a la sociedad contemporánea.

Tipos de juicios:

Analíticos: Predominan en el trabajo, perciben un problema e implican al lector en esa preocupación. Están presentes en el análisis realizado por Dioelis Delgado, directora del Museo Casa Natal José Martí; Mario Cremata, profesor de la asignatura Historia de la Prensa, en  la Facultad de Comunicación; Enrique López Mesa, investigador del Centro de Estudios Martianos; y Laura Alonso, estudiante de primer año de Periodismo.

Valorativos: Están sustentados en los criterios emitidos por Ramón Fernández Cala, profesor de la asignatura Periodismo Martiano, en la Facultad de Comunicación, y María Grant, también profesora de esa asignatura y periodista de la revista Opus Habana.

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