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Isla al Sur

PINTURA MÁS ANTIGUA DE CUBA SUDÓ Y HABLÓ

PINTURA MÁS ANTIGUA DE CUBA SUDÓ Y HABLÓ

La obra está envuelta en misterios aún no resueltos, basados en sangrados inexplicables y voces misteriosas.

NAIMY HERRERA PEREIRA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La primera pintura traída a Cuba por petición de la iglesia, “Ecce Homo”, cumple 405 años (2015) de su llegada a Santiago de Cuba, pero la trascendencia de la imagen, más allá de la antigüedad, radica en las leyendas de un sangrado repetido y voces enigmáticas provenientes del cuadro, inexplicables todavía por la ciencia.

El óleo sobre madera de cedro, de 18 pulgadas de alto, representa un Cristo herido y atado a una columna. Se encuentra en el Museo Arquidiocesano “Enrique Pérez Serantes”, ubicado en la primada Iglesia Catedral de Santiago de Cuba.

“Ecce Homo” fue realizada a principios del siglo XVII en Cartagena de Indias, Colombia, por el pintor de imágenes religiosas, Francisco Antonio, de igual nacionalidad. “Luego, es traída a Santiago de Cuba en 1610 a petición del Cabildo Eclesiástico y colocada en el  altar Mayor de la Catedral”, aseguró por vía telefónica el museólogo José Fernández Cano, quien atiende las instalaciones donde se expone la pintura.

El libro Lo real maravilloso santiaguero, del historiador Rafael Duharte Jiménez, cuenta que en 1611, la imagen sudó sangre y ese mismo año fue declarada milagrosa. Tal hecho se repitió en 1630, pero sudó más, y con mayor abundancia en 1643, durante la misa del Espíritu Santo que celebraba delante de la pintura el dignatario eclesiástico Chantre Juan Lizano y Luyando. Todos los sucesos ocurrieron el mismo día, el último miércoles de agosto.

En otra ocasión, cuando oficiaba el padre Francisco Guerrero, este afirmó haberle oído repetir tres veces “Ecce Homo”, que significa “Este es el hombre”, en latín.

“Cuando había sismos, sequías y epidemias, la pieza marchaba en procesión por toda la ciudad para pedir resguardo”, explicó por vía telefónica el también museólogo de la catedral santiaguera, Roger González Lago.

En 1643, el Cabildo Eclesiástico obtuvo autorización para levantar una capilla y venerar la obra que, en esa época, era el patrón tutelar de Santiago de Cuba.

Según Duharte Jiménez, en el libro ya mencionado, el fin del culto a la pintura coincide con el nacimiento del primer acueducto de la ciudad, pues los santiagueros vieron resuelto todos los problemas de sequías.

Por otra parte, el texto  refleja también la opinión de  Antonio López de Queralta Morcillo, director del Museo Arquidiocesano, quien apunta que la devoción nunca llegó a ser netamente popular, ya que la fe se mantuvo en el clero y la alta sociedad de la época,  y, con el tiempo, fue sustituida por la Virgen de la Caridad del Cobre.

Pie de foto: Pintura “Ecce Homo”.

Ficha técnica:

Tipo de título: Informativo.
Tipo de lead: Sumario de Quién.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide normal + Dato adicional.
Tipo de fuentes: Documental y directa.
Primer valor-noticia: Rareza.
Otros dos valores-noticia: Prominencia de los protagonistas y Suspenso.


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