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Isla al Sur

¿EXISTIRÁ EL MAÑANA?

¿EXISTIRÁ EL MAÑANA?

Las tensiones enfrentadas por los jóvenes cubanos obtienen protagonismo  en el tercer libro  del escritor habanero Lázaro Alfonso Díaz Cala.

Texto y foto:

YASMANI PÉREZ FORTEZA,

estudiante de primer año de Periodismo,  

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.  

“Una fina llovizna empapa la ciudad. El malecón exhibe el mismo ajetreo de cada día, de cada minuto, de cada segundo que ahora, y a partir de hoy, se volverán interminables”. Mediante estas palabras comienza ¿Quién dijo que los hombres no lloran?, novela juvenil de la Casa Editora Abril que tuvo como fecha de primera publicación el año 2015.

Su autor, Lázaro Alfonso Díaz Cala, nos muestra a través de la ficción el mundo de un estudiante de preuniversitario: Oscar, joven  lleno de conflictos, frustraciones y acontecimientos que pueden dar un giro inesperado.

Componen el libro seis capítulos en los que el propio protagonista relata de forma cronológica un año vivido mediante un diario. Por otra parte, el estilo del autor de esta novela se encuentra acorde con las características comunicativas comunes de la juventud, sector al que está especialmente dirigido.

Oscar, figura principal de la historia, es aficionado de la literatura y encuentra en ella refugio para inquietudes e inseguridades. Las dudas sobre el entorno social que lo rodea sabotean su confianza en el amor, los amigos y la familia. Lleva consigo las secuelas de las acciones realizadas y no puede vivir con la conciencia tranquila, la que es como el Pepito Grillo del cuento infantil Pinocho.

La prematura vida sexual y los errores cometidos le traerán consecuencias inevitables a la salud. Reflexiona, lamenta y se convierte en un catalejo que observa a  toda una sociedad agrietada con el paso de los años, la cubana. Espera los resultados de una prueba que puede ser trascendental para su vida.

El predominio de un estilo indirecto libre en la construcción del diálogo literario permite que se reflejen los sentimientos del personaje. Con el empleo de esta forma en el propio discurso narrativo se efectúa un tránsito hacia el punto de vista del personaje, para trasmitir sus reflexiones e inquietudes.

El amor en la adolescencia, las enfermedades de trasmisión sexual, el desengaño, la amistad, los vicios y la falta de comunicación entre padres e hijos, forman parte de algunos de los temas abordados. Asimismo, se muestran otros conflictos de la Cuba contemporánea como las dificultades económicas del país y la emigración.

La presencia de un narrador homodiegético tiene una característica especial, ya que además de utilizar la primera persona para contar el desarrollo de los acontecimientos, se recurre al uso de la segunda persona, lo cual posibilita el involucramiento de los lectores como protagonistas en la trama.

El uso del lenguaje figurado, pero a la vez claro, convierte a esta novela en una hermosa manera para que después de leerla pensemos en la Cuba que estamos construyendo y la que anhelamos.

Díaz Cala (La Habana, 1970) egresó del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso y ha publicado los títulos En cada tiempo y en este lugar, premio David 2011, y el poemario El acoso de mis fantasmas, premio Rafaela Chacón Nardi (2009). Obtuvo el primer galardón del Concurso Nacional de Literatura Erótica Farraluque y el premio extraordinario Ramón Seijó Herrnández en el Concurso Nacional de Poesía Regino Pedroso, ambos en el 2011. Como fundador y director del Proyecto de Creación Literaria Expedición, se dedica a explorar diferentes géneros y subgéneros literarios, entre ellos el haiku.

Pie de foto: Con la edición de Malvis Molina Armas y diseño de Cristina Suárez Ramos, la Casa Editora Abril nos trae un libro cargado de momentos impactantes.

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