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Isla al Sur

PERIODISMO NARRATIVO

PERIODISMO NARRATIVO

YELIBETH RÍOS,
Profesora de la Universidad Bolivariana
de Venezuela, Sede Monagas.

A la pregunta de que si el periodismo narrativo es aplicable a todas las informaciones, Tomás Eloy Martínez, periodista argentino, afirmaba que el asunto tenía que ver más con el caudal de información: “Si no, se transforma es una cosa impresionista, barata y fácil”.  

Hoy en día, según diversos autores del periodismo narrativo, el recurso de la narración es imprescindible para documentar las escenas del hecho, ya que el lector crítico y activo requiere de precisiones, de detalles más ágiles, de caracterizaciones que lo lleven a sentirse involucrado y más interesado en el tema del cual se nutre de conocimiento.

Es así como Víctor Fabián La Torre, en un ensayo titulado Realidad basada en la ficción, y en el que recuerda al precursor del periodismo narrativo, Tom Wolfe, señala que sigue siendo defensor de la no ficción. Sigue creyendo que las mejores historias están por contarse, porque la naturaleza humana es capaz de desarrollar las más complejas e inimaginables ecuaciones. Lamentablemente, el periodismo de historias ha ido perdiendo fuerza, porque existe la idea que no sobrevivirá a la premura de Internet. Pero también es claro que muchos periodistas de este género dejaron de buscar las mejores historias y se abocaron a las más extrañas, insípidas y "vendedoras".

Víctor Fabián Latorre también destaca a Rodolfo Walsh, quien dice que el género asumió el compromiso político-social de intentar desenmascarar aquello que la historia oficial pretendía ocultar, basado en la premisa de que la realidad tiene tantas verdades como testigo ofrezca.

Y se remonta a sus inicios, dados en la década de los años 60 en América Latina y Estados Unidos, cuando comenzaron a publicarse relatos apegados fielmente a la realidad, pero narrados al estilo de una novela o de un cuento con autores como Walsh, con Operación Masacre (1957), y el estadounidense Truman Capote, con A Sangre Fría (1965). Surgió la corriente narrativa conocida como Nuevo Periodismo, basado en la descripción de episodios. Sin embargo, rompe con los esquemas periodísticos clásicos al aplicar técnicas narrativas propias de la imaginación. Se apoya en la manera de contar que caracteriza a la literatura de ficción para ‘humanizar’ el relato de una historia. Busca transmitir al lector una fuerza emotiva muchas veces ausente en la crónica noticiosa tradicional.

Esta técnica –acota Latorre- aunque rica en sus prácticas, puede tender a confundir al lector y llevarlo a pensar en dudar de la credibilidad de sus relatos, por lo que habrá que trasladarlo a los acontecimientos que demuestren la noción básica del periodismo, que es la veracidad en todo lo que transmite.

“La construcción de personajes. El uso de un narrador omnisciente capaz de estar en varios sitios a la vez, dotado además de la capacidad de mostrar lo que piensa o siente un personaje. El empleo de monólogos interiores. La pluralidad de puntos de vista. El apoyo en técnicas de suspenso. El uso de metáforas. La manipulación del orden temporal, con saltos del presente al pasado o al futuro y viceversa. Se trata en todos los casos de técnicas inherentes a la novela de ficción. Sin embargo, también se las apropia el Periodismo Narrativo, un género que más que contar busca mostrar. Recrea la acción de algo que sucedió. Recupera situaciones, diálogos y sensaciones”.

La Torre reafirma cómo todos los recursos que utiliza la novela ficción son de gran utilidad para mostrar los hechos tal cual acontecieron y hacer sentir al lector parte de ellos.

Tanto Tom Wolfe, Norman Mailer, Truman Capote o Hunter Thompson, buscaban modelar la contracultura de una sociedad que experimentaba grandes cambios, buscaban retratar su imaginario sociológico. Aunque estando claro que aunque presente en los diarios y revistas, el Periodismo Narrativo es un género más plausible de encontrar en forma de libro, porque suele ser fruto de un meticuloso trabajo de investigación de meses o años que da lugar a decenas o cientos de páginas. No obstante, la pregunta que cabe hacerse es: ¿cómo logra el autor dotar de verosimilitud a esa historia real que narra en clave de ficción? ¿Cómo cumple el pacto de fidelidad con el lector, si se ha comprometido a contar cosas verdaderas, pero apela a un narrador que puede penetrar en la mente de los personajes o es capaz de describir situaciones de las que no ha sido testigo?

A estas preguntas que La Torre expone se hace imprescindible considerar que ese Periodismo es autorreferencial, de la propia elaboración del autor, con el objetivo de aclarar las dudas sobre la veracidad de la historia, de cómo tuvo acceso a las pruebas y los detalles que ofrece. Por lo tanto, debe asumir como próximo paso conseguir a través del relato que eso que es real y que está contando, también parezca real frente a la crítica del lector. 

 

Wolfe, manifiesta la existencia de una serie de procedimientos estilísticos comunes en la mayoría de las obras del género. Postula que esos procedimientos son los que otorgan verosimilitud a todo relato de no-ficción. Los identifica como: 1) el punto de vista en tercera persona; 2) la construcción escena por escena; 3) el diálogo realista y 4) la descripción significativa.

En conclusión, de La Torre refiere que “como testigo, investigador y/o protagonista, el periodista se sumerge en la verdad de los hechos para luego reconstruir la historia con técnicas de narrativización que le permiten al lector transportarse a los lugares que describe el relato, revivir la acción de las escenas, sentirse en la piel de los personajes y convencerse de que todo lo que allí se muestra es fiel a lo que ocurrió”.

Por otra parte, en el texto La narración: el arte de contar la historia, por Anuar Saad Saad, se puntualiza que “la evolución del periodismo moderno señala un nuevo derrotero. Si bien los géneros están demarcados con fronteras cada vez más difusas, lo que hoy en realidad es importante, tanto para el lector como para el medio, es que “la historia” sea bien narrada. Para ello, debe tener ingredientes diversos que van desde los hechos en sí, los detalles de los mismos, los personajes que lo protagonizan, el tiempo–espacio y, por supuesto, la estética. Sin este último ingrediente que antes parecía un camino reservado a los literatos, el periodismo de hoy sería tan insípido que los lectores se alejarían aún más de los medios impresos”.

Este periodista habla de Romper el esquema, la nueva forma de enfocar los hechos, la búsqueda del ángulo nuevo, la creatividad en las entradas, el manejo de la estructura narrativa como en la literatura, la investigación y vincular hechos que los otros medios no trataron: que la narración es diferente.

Según Saad, la narración es el gran reto del periodista moderno y no solo en el estrecho campo de la prensa escrita: la televisión y la radio ponen en juego, cada una con sus armas, las técnicas narrativas apropiadas para ganar adeptos, llegar fácil al público, ejemplarizar, crear conciencia, ganar prestigio y credibilidad. En otras palabras, los medios están viviendo hoy una guerra sin cuartel promovida por lo masivo, lo instantáneo, por el cómo, cuándo y dónde transmitir el mensaje.

Hoy el periodista que quiere perdurar en la memoria colectiva, debe ser aquel que sepa enfrentar estos nuevos retos. Que al ser testigo de un hecho, o conocedor de alguna situación, piense si, efectivamente, esa situación puede ser contada de una manera distinta, dice Saad.

Aunque no se puede creer que todo puede ser narrado, ya que es también un riesgo y volvemos a la premisa de Martínez de que se puede transformar en una “cosa impresionista, barata y fácil”.  

Bibliografía:

Anuar Saad Saad es comunicador social-periodista colombiano, especialista en comunicación para el desarrollo. Coautor de la “Biblioteca Moderna de Periodismo. Es docente de las universidades Tecnológica de Bolívar y Jorge Tadeo Lozano, seccional Caribe. De: www.narrativa.com.ar 

Wolfe, Tom: El Nuevo Periodismo, Anagrama, Barcelona, 1976.

Capote, Truman: A sangre fría, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1991. Página 129.
http://www.sololiteratura.com/tom/tomartperiodismo.htm

Víctor Fabián Latorre.  Periodismo narrativo: cuando la realidad se apoya en la ficción http://www.saladeprensa.org/

www.mexicanadecomunicacion.com.mx/fmb/.../truman.htm

http://www.eluniverso.com/2009/02/01/0217/1103/

BA7FE425472D421DB1573815CB7A15B2.html

http://un-perro-andaluz.blogspot.com/2008/02/adis-hemingway-de-leonardo-padura.html

http://www.mundolatino.org/cultura/garciamarquez/ggm3.htmj

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