DOCTOR DE SUEÑOS LITERARIOS
Un cirujano general del Hospital Calixto García es también conocido escritor de la radio, televisión y prensa, además de autor de varios libros.
PAULA COMPANIONI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Marcelino Feal Suárez es graduado en Ciencias Médicas desde el año 1983, posee el nivel de Especialista en Segundo Grado de Cirugía General y trabaja como doctor en el Hospital Docente Clínico Quirúrgico Calixto García; también es profesor Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas de dicho centro. Cumplió misión en Nicaragua de marzo de 1985 hasta 1987, cuando ese país se encontraba en guerra, y basado en las vivencias de esa etapa de su vida escribió el libro Recuerdo de un Médico Internacionalista.
El doctor Marcelino, además, es el autor de guiones de programas televisivos como Tito el Taxista, Para Bailar, A Moverse, Fin de Semana, Detrás de la Fachada, Así era Entonces, Ajiaco, Día y Noche, Entorno, Ventana al Futuro y Orígenes, entre otros.
Escribió el libro humorístico Coctel de Chistes. Trabaja como guionista en el Departamento de Dibujos Animados del Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficas (ICAIC). Escribe para la prensa y es miembro de la Unión de Periodistas de Cuba y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Interesada en cómo equilibra ambas profesiones tan racionalmente distantes, decido entrevistarlo.
-Doctor, qué lo motiva a escribir literatura.
Escribo literatura porque creo que es algo muy bonito, comenzó como un hobby, hoy representa otro trabajo. Desde que era niño me gustó mucho escribir y leer; un buen día me di cuenta que, a lo mejor, yo también tenía algunas cosas que contar y empecé a escribir, sin ningún estudio al respecto, sin ningún curso, totalmente autodidacta.
-¿Por qué determina escribir el libro Recuerdo de un Médico Internacionalista?
Realmente fueron experiencias muy grandes, cosas que uno como médico y persona no ha visto aquí. Los combates, la cantidad de heridos y la situación propia de un país en guerra me motivaron; además, muchos de mis compañeros me incitaron a que escribiera aquellas memorias y, afortunadamente, tuve la suerte de que se publicara el libro, muchos años después de terminado. Puedo decir también que me siento complacido con la edición.
-Después de terminado, cuál es el significado que guarda para usted el libro.
Pienso que esta es la única posibilidad de poder compartir con los médicos más jóvenes las experiencias que yo tuve, creo que esas vivencias no son nada excepcional, pueden ser las de muchos, el único mérito es que yo fui quién se sentó a escribir. Tengo compañeros con anécdotas mucho más interesantes, mucho más llamativas, pero no se sentaron a escribirlas. Incluso tuve el proyecto de recopilar esas historias, pero por un motivo u otro nunca llegó a fructificar, desgraciadamente.
-La misión, qué le aportó a su profesión de médico.
La enseñanza de ver una cantidad increíble de traumatizados (lesionados) de guerra, de accidentes masivos, cosa que aquí nunca había conocido. Esa cantidad de pacientes baleados, mutilados por las emboscadas de minas, experiencias que son impactantes; aquí se reciben muchos politraumatizados (con más de una lesión), pero de accidentes automovilísticos fundamentalmente, no es lo mismo a que un camión lleno de personas accione una mina y esta explote, y llegue una gran cantidad de heridos, o muertos. Esas son vivencias de pacientes que aquí no son observadas.
-¿Si tuviera que elegir entre médico o escritor?
(Risueño) No, las dos. Llevo tantos años ejerciendo las dos profesiones juntas que no puedo separar una de la otra; para mí, una es el complemento de la otra.
-Cuando ve sus guiones representados, cuando lee algún artículo suyo en la prensa, cuando alguien le comenta sobre su libro u otra de sus obras, ¿qué siente?
Es variable, hay veces que uno piensa que se hizo todo lo que se supo hacer, otras que se podía haber hecho mejor. Cuando uno hace televisión todo no depende de ti; el libro sí, tú lo escribiste y estás seguro de que lo que esté bien o mal escrito es responsabilidad tuya. Cuando son obras colectivas a veces digo: Mira, me mejoraron esto; pero otras digo: Aquello no es como yo lo escribí, antes estaba mucho mejor. O sea, siempre influyen los factores subjetivos y a lo mejor como lo decía otra persona está bien, pero mi criterio personal es que no. En fin, las obras colectivas invariablemente tienen diferentes puntos de vista, pero siempre me siento satisfecho de ver realizado lo que hago.
-¿Cuáles son los temas sobre los que más le gusta escribir?
Escribir, lo que más he hecho son programas humorísticos y policíacos, en ese sentido me siento satisfecho, porque son dos géneros de los que menos abundan, los más difíciles, y yo he tenido la posibilidad de realizarlos durante muchísimos años.
-Y leer...
Bueno, de muchacho, lo que más leía eran aventuras y policíacos. Ya después cuando fui un poco más adulto empecé a buscar diferentes autores, incursionando en ellos por una cuestión de cultura, porque se supone que debes nutrirte de unos y otros escritores. Pero en realidad lo que a mi me gusta es el género policíaco, y no creo que sea un género menor como muchos dicen.
-¿Qué valores busca trasmitir con su obra?
Cuando se puede trato de trasmitir buenos valores, pero no siempre ese es el objetivo, porque a veces se escribe para proporcionar entretenimiento puro. Es un error de algunas personas que a todo le quieran dar una carga de conocimiento muy fuerte, lo que no se debe hacer; por ejemplo, los dibujos animados deben aportar conocimiento de forma edulcorada, porque si le brindas mucha información al niño y el vehículo no es el más agradable, este no lo ve.
Entonces depende, el escritor tiene que saber a qué público se está dirigiendo y sobre esa base tratar de darle la forma en que mejor vaya a recibirse el mensaje. Es una obligación de todo comunicador divulgar los buenos valores, estoy en contra de la chabacanería, la grosería; no creo que sean necesarias esa cantidad de malas palabras que se oyen en general. Estoy en contra totalmente de eso, pienso que cuando se crea un personaje negativo lleva una cuota, pero no la cantidad que se le pone en algunas ocasiones.
-Su mayor logro...
Como médico, la satisfacción que uno tiene cuando en 24 ó 48 horas un paciente, que llegó en muy malas condiciones, está estable, repuesto; y lo podemos despedir en la puerta de nuestra sala, pues se va en un franco período de curación. Creo que esa es la mayor satisfacción que puedo tener.
Como escritor, ver que las obras realizadas son retransmitidas, gustadas y seguidas por el público. Mira, luego de 25 años de haber escrito Tito el Taxista, todavía se repite en programas como Contra el Olvido con cierta frecuencia. Me da mucha alegría cuando la gente recuerda la serie, y todavía al cabo de los años tiene aceptación.
-¿Nuevos proyectos?
Siempre tengo proyectos, en el ICAIC, por ejemplo, hago no menos de cinco animados por año. Ahora estoy realizando unos lotes de historietas que tienen bastante información didáctica, y los niños reciben muchísimos conocimientos sin darse cuenta. Por ejemplo, el año pasado terminamos una serie de la vida de las abejas que contó con cuatro capítulos; estamos preparando otro de la historia de la fotografía, en un ambiente muy infantil, de mucha comunicación con los pequeños. En televisión también tengo proyectos que, de realizarse, pueden ser muy interesantes.
-¿Se llamaría una persona realizada?
Mmmm... No, me quedan muchas cosas por hacer todavía, muchos sueños que cumplir.
-Uno de esos sueños...
Graduarme en el 2008 como Doctor en Ciencias y al año siguiente recibir la categoría de Profesor Titular de Cirugía, son mis aspiraciones concretas en el ámbito profesional. También tengo muchos libros sin publicar, me gustaría verlos en las librerías. En fin, pienso que he hecho muchas cosas, pero me faltan por hacer más.
-El libro que quisiera escribir.
(Entre risas) Ese no ha llegado todavía, ese bueno-bueno llegará.
-La misión que quisiera cumplir.
Seguir, dentro de mis modestas posibilidades, ayudando a mis pacientes en el hospital, y fuera de él dándoles un poquito de entretenimiento, me parece que eso también es importante.
Marcelino Feal es médico, sí; pero escritor también. Y mientras debate en algún aula sobre cirugía general con sus alumnos, o cuida de la vida de sus pacientes, dentro de sí está escuchando cada idea, cada comentario, estudiando cada situación, para luego reflejarlos en papeles que serán el sano entretenimiento para quien guste de la televisión, la radio o la lectura. Marcelino es un doctor de sueños literarios.
Ficha Técnica:
Objetivo Central: Indagar sobre las peculiaridades de un médico con almas de escritor.
Objetivos Colaterales:
-Saber qué lo hace interesarse por la escritura.
-Conocer los valores que desea trasmitir un médico mediante la palabra escrita.
-Saber sobre los temas que le interesa escribir.
-Que exprese cuál considera su mayor logro.
Tipo de Entrevista:
-Por su forma: De Preguntas y Respuestas o Clásica.
-Por Contenido: De Personalidad.
-Por el canal que se obtuvo: Encuentro Directo.
Tipo de Título: Genérico.
Tipo de Entrada: Biográfica.
Tipo de Cuerpo: De Preguntas y Respuestas
Tipo de Cierre: De opinión de la entrevistadora.
Fuentes Consultadas:
-Citar la Fuente:
Doctor Marcelino Feal Suárez. No Documental, Directa.
Doctora Migdalia Verdecia Castillo (Hospital Calixto García, Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva). Directa, No documental.
Buscador de Internet Google, Páginas: www.cubaliteraria.com Nombre del Artículo: Sinopsis del Libro Recuerdo de un Médico Internacionalista, Autor Marcelino Feal Suárez. Documental, Complementaria.
www.cubacine.cu: Guiones del cine cubano, Sin Autor. No tradicional, Complementaria.
Libro: Recuerdo de un Médico Internacionalista, Autor: Marcelino Feal Suárez. Documental. Complementaria.
Graziella Suárez, madre del entrevistado. Directa, No Documental.
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