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Isla al Sur

“EN MI VIDA TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN AL PERIODISMO”

“EN MI VIDA TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN AL PERIODISMO”

Lo que para Emilio Barreto comenzó solo como una vocación, terminó convirtiéndose en una identidad imprescindible, palpable en todo lo que hace este periodista.

YOHANNA DÍAZ VEGA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“Desde muy joven sabía que sería escritor, no de novelas o cuentos, sino de trabajos más periodísticos. Creo que nunca lograría escribir un libro de literatura narrativa, pero no me concebiría sin escribir un artículo… En mí, el hombre y el periodista van de la mano, o, mejor dicho, el hombre lleva de la mano al periodista…”.

 Así se devela Emilio A. Barreto Ramírez, licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana (UH), actual colaborador de la revista digital Cubaliteraria y Unión del Instituto Cubano del Libro y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Además, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y de la Sede Universitaria del Cerro.

-¿Cómo llega Emilio Barreto al periodismo?

Me he convencido de que llegué por la confianza que se debe tener ante el esfuerzo y la tenacidad, bien concretados. A los 14 años quería ser periodista, pero mi padre como mecánico de linotipos del Departamento de Orientación Revolucionaria, recibió una sacudida emocional con la presencia de jóvenes periodistas egresados de las universidades cubanas, de modo que decidió reorientar mi vocación.

Llegué a estudiar Diseño Gráfico de nivel medio en el Instituto Superior de Diseño Industrial. Luego tuve la suerte de poder trabajar en el equipo de diseño de Cartelera, tabloide semanal que sacaba la revista Revolución y Cultura, a partir de ahí dejé de ver cuanto me ocurría como una cosa de azar y, retomando mi vocación por el periodismo, en 1985 comencé la licenciatura.

-¿Por qué elegir el Diseño Gráfico como primer camino?

En un tiempo dejé de ser un buen estudiante de preuniversitario y se me extravió la posibilidad de acceder a la enseñanza superior. Entonces mi padre me colocó a trabajar con un diseñador gráfico amigo suyo en el Departamento de Diseño de la Dirección de Divulgación del Ministerio de Cultura.

Las imágenes, la tempera y el empleo del color provocaron en mi el entusiasmo por las artes plásticas y me hice diseñador. No tuve muchas posibilidades de elegir, las cosas fueron sucediendo de ese modo.

-¿Qué significó Cartelera para el nacimiento del periodista, en la misma piel del diseñador?

El inicio de la madurez total como persona y profesional. Mi gran escuela. A partir de ahí comencé a concretar realmente mi verdadera vocación, y de un simple ayudante en el departamento de diseño llegue a ser Jefe de Redacción, con una obra iniciada como crítico de cine y un manejo avanzado de la lengua inglesa.
 
Es cierto, nací en Cartelera y ese parto coincidió con el desbordamiento de talento y constancia del periodista Senel Paz en sus exitosos inicios como narrador y guionista de cine. Senel era editor-jefe. Lo recuerdo no solo con admiración, sino con cariño. Sospecho que su talento intelectual me movió un poco más hacia los estudios universitarios.

-¿De aquella época qué recuerda con más cariño?

Los horarios de cierre de Cartelera, evento que se llenaba de toda la magia y la aventura del intelecto, tensa, pero divertida. Se entraba los viernes desde las ocho y treinta de la mañana hasta las ocho, las nueve o las diez de la noche. Era una labor conjunta en el mismo salón, entre redactores, diseñadores, fotógrafos, reporteros, colaboradores, correctores, choferes…

También recuerdo la madurez creadora del periodista y novelista Jaime Sarusky, quien  mostraba gran exquisitez a la hora de cincelar las frases en la corrección del estilo final de Cartelera, y las charlas vocacionales que llegué a tener con Antón Arrufat y Romualdo Santos.

-Tras la muerte de Romualdo Santos se ha ocupado usted de la divulgación de su obra literaria. Háblenos un poco de esto.

Romualdo y yo fuimos buenos amigos y su paso por Revolución y Cultura definió no solo mi vocación por el periodismo, sino por la literatura de ensayo, por el artículo de dimensión teórica. A Romualdo le agradezco el haberme promovido definitivamente a la redacción de Cartelera.

-¿En sus proyecciones hacia el periodismo cultural, usted reconoce la influencia de plumas como la de Senel Paz, Jaime Sarusky y Antón Arrufat?

Definitivamente no, en mí, las influencias puedo reconocerlas en el Nuevo Periodismo a la usanza de Gabriel García Márquez, Tom Wolfe, Norman Mailer, Truman Capote, e incluso de José Martí y Mark Twain, en lo que se puede denominar como periodismo literario. Es imposible perder de vista que yo pertenezco a una generación de jóvenes periodistas que se graduó bajo el influjo de la prosa garcíamarquiana. Aunque reconozco el impulso que me dieron aquellos intelectuales, con  el modo de predicar la pertinencia a la profesión. 

-Su trabajo actual se aleja un tanto de lo que pudiéramos llamar informativo o noticioso. ¿A qué se debe esto?

En el año 2000, todavía sacudido por el periodismo reporteril de Noticias de un Secuestro, me propuse escribir un reportaje personal. Me sumergí de lleno en una investigación vivencial, dentro de una decena de grupos de alcohólicos anónimos. Viví cinco meses entre ellos sin escribir una sola palabra. Finalmente redacté un reportaje.

Después, nunca más he vuelto a hacer periodismo folletinesco, tal como suele reconocer el teórico Martínez Albertos a los géneros informativos. Del tiempo a la fecha escribo, con júbilo más que abundante, periodismo de ensayo, conferencias y artículos de dimensión teórica, dentro de la vertiente editorial de lo reflexivo.

-¿El hecho de no estar a tiempo completo en una publicación lo aleja del periodismo?

Lo que se pudiera considerar un alejamiento para mí no es más que una reconsideración de mi trabajo como periodista. Ahora escribo textos que, como periodista de nóminas, sospecho no podría escribir. Creo en todo caso que la especialización en los temas socio-culturales, estéticos y éticos me ha acercado más a la seriedad del periodismo.

-La docencia es otra de sus pasiones. ¿Cómo profesor universitario cuál es su mayor satisfacción?

El diálogo, la comunicación, me gusta enseñar, socializar ideas. La dicha que me produce el debatirme en el centro de un fuego cruzado entre el periodismo y la docencia, es indescriptible.  Varios, tal vez muchos de los artículos y ensayos que he publicado recientemente, así como otros que están por salir, son ideas surgidas en el aula.

-Recientemente sus estudiantes de primer año de Comunicación Social de la Facultad de Comunicación de la UH lo seleccionaron Profesor Tiza de Oro, ¿qué significa eso para usted?

Me llena de regocijo y a la vez de compromiso. Me gusta charlar con mis estudiantes. En mis clases nunca faltan los análisis éticos en torno a la contemporaneidad y así trabajo tanto con mis estudiantes de la Facultad como con los de la Sede del Cerro. Para mi son muchachos especiales.
                   
-¿Personalmente cómo se definiría?

Soy cubano, y como  todo cubano soy  muy familiar, disfruto estar en  casa con mis hijas y mi esposa, me gusta la música, el baile (aunque no se bailar)  y practicar deportes. Además, me considero una persona cortés y sencilla, con muchas necesidades espirituales.
 
-¿Algún día  podrá separarse del periodismo?

Antes de entrar a las maravillas que constituyen las aulas, los pasillos y recintos universitarios, el periodismo era una vocación, un sueño. Luego se fue transformando en lo que es hoy: una identidad, una espiritualidad de la que ya no puedo prescindir. En mi vida todos los caminos conducen al periodismo.
 
Ficha Técnica:

Objetivo Central: Develar aspectos significativos de la vida personal y profesional de Emilio A. Barreto Ramírez en su camino hasta el periodismo.               

Objetivos Colaterales: Enfatizar en algunas características humanas del entrevistado de tal manera que me permitan presentarlo como una persona que no ha dejado de luchar para lograr sus propósitos y, al hacerlo, contribuye también con la sociedad. Resaltar su labor como educador y cómo tributa ésta a la profesión del periodista.

Tipo de Entrevista:

Por la forma: De Preguntas y Respuestas.
Por su contenido: Biográfica.
Por el canal que se obtuvo: Entrega de Cuestionario.

Tipo de Titulo: De cita textual.
Tipo de Entrada: De cita textual o declarativa.
Tipo de Conclusión: De  opinión del entrevistado.

Fuentes consultadas:

Activas:

Estudiantes de primer año de Comunicación Social de la Facultad de Comunicación  de la Universidad de La Habana.

Emilio A. Barreto Ramírez (entrevistado) 

 

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