PERIODISMO INTERPRETATIVO: UNA ALTERNATIVA A LA INMEDIATEZ
Tema IX: Iraida Calzadilla: “Interpretar los sabores y olores de la vida misma”.
EMILIO HERRERA VILLA,
GABRIELA FERNÁNDEZ MÉNDEZ,
YAMILET PÉREZ PEÑA,
EDUARDO GONZÁLEZ MARTÍNEZ,
estudiantes de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
En los últimos años las posibilidades de comunicación han crecido desmesuradamente a raíz del desarrollo de nuevas tecnologías, que borran fronteras y acortan las distancias entre las naciones. El hombre moderno puede acceder a la información prácticamente en el mismo momento que el hecho se produce, pues solo tiene que consultar la radio, los noticieros de televisión o el INTERNET.
La prensa escrita ha perdido el carácter de inmediatez y le resulta difícil competir con estos modernos medios que lanzan a una velocidad inusitada un gran volumen de información, por lo tanto, la posición que debe asumir es dar paso también a un periodismo que asuma otros aspectos del hecho noticioso como el por qué, para qué y el cómo, más allá de las tradicionales preguntas de qué, quién, dónde y cuándo típicas de la información. En este trabajo pretendemos analizar este presupuesto que plantea el análisis de la profesora Iraida Calzadilla, en “Interpretar los sabores y olores de la vida misma”.
Ante el fenómeno de la abundancia informativa que muchas veces no informa o desinforma al lector, son necesarios “trabajos periodísticos que den cuenta no solo de lo que sucede, sino también que expliquen por qué ocurren los hechos, que sean profundos en sus contenidos, contextualicen, indaguen en las causas y pronostiquen su futuro desenvolvimiento, es una necesidad sentida tanto por los hacedores de la información -los periodistas-, como por los receptores. Y este es, justamente, la trama donde se desenvuelve el periodismo interpretativo” (Calzadilla: 2007)
El catedrático Abraham Santibáñez presenta una visión similar al expresar su opinión sobre este estilo: "Interpretar, desde el punto de vista periodístico, consiste en buscar el sentido a los hechos noticiosos que llegan en forma aislada. Situarlos en un contexto, darles un sentido y entregárselo al lector (o auditor) no especializado”.
En resumen, la época aboga por este periodismo distinto que nos va a retratar la realidad más allá del lead tradicional. La noticia exigirá entonces ver los hechos desde perspectivas profundas y mayoritariamente analíticas. Ya el suceso no será “secamente” informado, sino tratado con mayor detenimiento, lo que se traduce en trabajos de prensa donde los problemas sean enfocados desde varios puntos de vista, haciendo énfasis en causas y consecuencias. El periodista que se aventura en este tipo de investigaciones intenta llegar a la raíz del conflicto, y no siempre le es sencillo encontrar la información que descubre el quid de la cuestión, pues tropieza con obstáculos de diversa índole.
El periodismo interpretativo es el escalón intermedio entre el comentario y la noticia, puntos opuestos en intención y métodos de producción. Por lo cual es una especie de conciliación entre ambas formas, lo que permite que el lector a través de la exposición de acontecimientos relevantes, “pueda llegar a conclusiones propias con el hilo conductor del periodista, quien muestra los hechos en todas sus dimensiones y planos para motivar al receptor a asumir el protagonismo” (Calzadilla: Conferencia en Diplomado Internacional en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, La Habana, 2007).
De acuerdo con Santibáñez, podemos concluir que "el Periodismo Interpretativo se sitúa, de alguna manera, en un punto intermedio entre la opinión pura y la información aséptica y objetiva. Esto permite dudar muchas veces de su objetividad y hace posible un cierto contrabando ideológico, deliberado o no. Pero eso -hay que subrayarlo— no es un problema del género en sí mismo, sino de quienes lo han instrumentalizado o, simplemente, mal utilizado".
Este periodismo requiere de una investigación profunda y de un fino olfato del profesional para la selección correcta de los hechos fundamentales entre el volumen inmenso de información existente.
Esta es una invitación a abandonar la pura informatividad y utilizar otros métodos para ayudar a la comprensión del complejísimo mundo moderno.
Sin embargo, la tendencia existente en nuestros medios es más apegada a la otra cara de la moneda, la forma menos reflexiva de abordar la noticia. Según Iraida Calzadilla, respondiendo a la objetividad periodística, a veces hay un apego excesivo a la estructura del relato concreto, en orden de interés e importancia descendiente, lo más funcional en cuanto a la transmisión íntegra e imparcial del mensaje, pero deficiente en el análisis crítico de los acontecimientos.
Añade también los escollos externos dados, fundamentalmente, por la premura con que se trabaja, las decisiones de los editores que apuestan generalmente por lo expedito, por el ya y el ahora, y también la precariedad del espacio. (Calzadilla: 2007)
Pero no todo son dificultades externas. En ocasiones los profesionales del sector no poseen una preparación correcta y abordan vagamente los temas, lo que va en detrimento de la calidad de las informaciones suministradas.
Como manifestaba Alfonso Nieto, rector de la Universidad de Navarra, en España, el papel formativo de los medios de comunicación social está en la cultura. En conocer "las corrientes de pensamiento, el por qué de los hechos que están sucediendo, buscar las causas es fundamental y formar a quien tiene que formar a los ciudadano, es todavía mucho más importante”.
Un mal que aqueja a los medios nacionales es justamente el tema de la selección de los datos, pues en muchas ocasiones se utilizan cifras de relevancia para muchas instituciones, pero que no aportan nada al público. O sea, el tema es portador de interés, pero la forma de desarrollarlo no es la adecuada en muchas ocasiones, pues el centro de atención más que los datos de una producción debe ser el resultado de esta, entendiéndose en su repercusión social.
Otra cuestión que repercute en el interés del reportaje publicado es la forma de relatar el suceso. En nuestra opinión este género es el más cercano a la literatura en el periodismo, la misión del autor es contar una historia que llegue al lector lo más real y completa posible.
No es asunto solo de consultar fuentes institucionales, y citar declaraciones; debemos llegar también a la parte humana del problema, o sea, al problema en sí, como lo percibe la gente. A veces perdemos el hilo de lo que siente el público receptor, para enmarañarnos en montones de opiniones especializadas, que no siempre responden a lo verdaderamente interesante.
Para ilustrar lo anteriormente analizado, tomamos como muestra el reportaje del periódico Granma, ¿Poco conocidos o poco utilizados? Este trabajo, de la periodista Lourdes Pérez Navarro, publicado el 27 de febrero de 2009, es ejemplo de periodismo interpretativo.
La investigación es fruto de un recorrido por diversas instituciones de la urbe capitalina, para ahondar en el impacto que ha tenido la aplicación de los horarios extendidos en los centros que ofrecen servicios a la población.
A continuación procederemos a la segmentación del trabajo para su análisis.
Desde la misma entrada del reportaje, la autora proporciona elementos para ubicar al lector y lo sitúa en el contexto del trabajo y la investigación:
“Había que poner freno a las interrupciones en la jornada laboral. Ya era usual pedirle al jefe la mañana, tomar el día por vacaciones o simplemente llegar unas horas tarde al trabajo para realizar un tramite de la vivienda, cambiar el carné de identidad, contratar un abogado, solicitar una certificación, actualizar la dieta médica…”
“Surgió entonces la idea de extender los horarios en no pocos organismos y entidades que brindan servicios a la población; en la mayoría de los territorios -de acuerdo con sus características y necesidades- hasta la caída de la noche, al menos dos días a la semana.”
Desde el segundo párrafo se expone lo que será el conflicto que guiará todo el trabajo. Habiendo planteado los problemas y la medida que se tomó para solucionarlos, o sea la aplicación de los horarios extendidos, se introduce una pregunta fundamental que invita a la reflexión, o sea, el conflicto de los hechos:
“De esta manera, el trabajador tendría la oportunidad de realizar sus diligencias al salir del centro laboral. Una alternativa lógica y práctica, pero ¿hasta qué punto aprovechada?”
A lo largo del reportaje la autora recoge opiniones de todas las partes implicadas en el asunto (la población que recibe los servicios y los trabajadores de los diferentes centros) tratando de ofrecer la visión más completa posible del problema, que en este caso es sobre la información del horario a la población.
Opinión de uno de los trabajadores del centro, responsable de colocar la información: También prevalecía el comentario de que el horario está expuesto en el mural, pero esto solo se exhibe mientras el centro está abierto, y lo guardan al cierre. “Cuando yo llego lo saco, es que no podemos dejarlo fuera porque se deteriora, está al aire libre”, justificó Maidelín Duanes, la recepcionista.
Opinión de uno de los afectados por no conocer el horario extendido: De ahí que personas como Mario Ruiz, jubilado, sufran las consecuencias.”Llegué antes de las ocho de la mañana, y ya había un grupo de personas; pero tuvimos que esperar hasta casi las 11 que empezaran… ¿cómo iba a saber, si es la primera vez que vengo y no había ningún cartel que dijera el horario de atención al público?”
Los cómo, por qué y para qué indispensables del estilo interpretativo están explícitos desde la primera hasta la última línea del reportaje. En el trabajo nos describen brevemente las alternativas que supone esta concesión administrativa, el por qué fue necesario adoptarla y qué funciones cumple, argumentando con datos concretos la tesis de la autora consistente en la falta de aprovechamiento de esta alternativa para la población laboralmente activa.
Incluso, se hacen previsiones al futuro, aclarando la certeza de que algunos trámites seguirán realizándose en horas laborales, pero suponiendo a la vez lo beneficioso de continuar habilitando horarios extendidos a otras instituciones.
El problema se abordó desde sus diversas aristas, pasando por la visión institucional y formal y sin dejar a un lado la opinión del afectado, o sea, el pueblo que no aprovecha del todo este servicio “lógico y práctico” para el trabajador, como describiera la periodista. Entre varios establecimientos de la capital cubana transcurre el análisis, sin desviarse nunca del tema de los horarios extendidos como hilo conductor, tratando de llegar a la raíz del asunto, e invitando al lector a asumir su propia conclusión, sin ningún tipo de imposiciones directas de la autora.
Como una conclusión general se puede decir que el trabajo consultado de la Máster en Ciencias Iraida Calzadilla aporta una visión acertada de lo que necesitamos en el periodismo interpretativo de hoy. Aporta una perspectiva cubana de la interpretación.
Más allá de la noticia pura que inunda en nuestros medios, la sociedad exige de la prensa escrita un análisis más detallado del suceso o problemática que el Internet, la radio y la televisión ya le han informado. Y esto no siempre se logra en una o dos páginas ilustradas de un periódico o revista, pero vale el intento de dar los enfoques necesarios para que a nuestro público llegue un cúmulo de datos y versiones indispensables para una interpretación independiente. Porque este es nuestro objetivo y no otro, ser guías del hombre común en un mundo plagado de información y actualidad.
Bibliografía:
Calzadilla, Iraida. “Interpretar los sabores y olores de la vida misma”. En: Isla al Sur: http://www.islalsur.blogia.com, 2007. Consultado: 9/03/09
Calzadilla, Iraida: Conferencia en Diplomado Internacional en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, La Habana, 2007.
Campos, Sergio. “Periodismo interpretativo: precisiones sobre un género”. Universidad de Chile.
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