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Isla al Sur

REALIDAD FRAGMENTADA

REALIDAD FRAGMENTADA

Fernando Rivas Hinostroza, profesor de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, alerta que al enfrentar un periódico hay que tener en cuenta que éste ofrece una visión parcial de la realidad.

CIRA URUETA, MARIELA CHACÓN Y VÍCTOR CEPEDA,
Profesores de la Universidad Bolivariana
de Venezuela, Sede Monagas.

Actualmente los medios de comunicación impresos reproducen informaciones basadas en la visión de una persona o de un grupo, fragmentando la realidad, transmitiendo solo retazos de ella, carentes de sentido de responsabilidad social, medios que enarbolan la objetividad como su bandera para “vender” la noticia, traficando con ideologías y pensamientos con el objetivo de seguir perpetuando su poder hegemónico.
Razón tiene el profesor Fernando Rivas Hinostroza de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, cuando alerta que al enfrentar un periódico hay que tener en cuenta que éste ofrece una visión parcial de la realidad.

Es el punto de vista de los dueños de los medios de comunicación el que prevalece por encima de los intereses colectivos. Esta situación en Venezuela ha estado intrínsicamente ligada al poder económico y político, que ha impuesto su discurso liberal.

Esto sin tomar en cuenta que ya, hay cargas de subjetividad en las decisiones que toma el periodista al momento de cubrir el hecho noticioso y luego plasmarlo en cuartillas, donde debe sortear entre las fuentes a elegir, géneros a utilizar, entre lo que es y no es conveniente a la línea editorial del medio.

José Luis Martínez Albertos al respecto señala que: “... (el redactor) es el profesional que dentro de un medio de comunicación periodística tiene habitualmente capacidad de decisión sobre (...) las fuentes que van a ser utilizadas y sobre las formas expresivas concretas en que los mensajes informativos van a ser plasmados (...) clasifican la realidad”.

A esto añadimos que ya se ha hecho una práctica que el periodista no es el que decide qué va a poner o a quitar en una información, es el editor quien lo hace, agregando más subjetividad al discurso concebido bajo lineamientos editoriales.

Ese discurso también va condicionado a las vivencias y formación del redactor -aspectos que moldearon su personalidad, la cual va a dejar un sello particular en lo que escribe-. Tal y como lo señala Slavoj Haskovec: “Aunque se abstenga de formular opiniones personales, todo corresponsal está inevitablemente bajo la influencia de valores prevalecientes en el medio ambiente en el que ha crecido o se le ha educado…La idea de que hay una actividad informativa ideal que no hace más que registrar hechos en forma imparcial, es insostenible”. 

Otro de los fundamentos de la doctrina de la objetividad que se nos inculcó en la universidad, era que como periodistas debíamos ser “apolíticos”, no tomar partido, ser “neutrales” y  cuando enfrentamos el campo laboral nos dimos cuenta que los periodistas debíamos situarnos de un lado o del otro, para revisar distintas perspectivas, pero que si estas no satisfacían los intereses del medio tendríamos que renunciar al trabajo por respeto a nuestra ética profesional.

La interpretación juega un papel importante y afianza el carácter parcial que se le imprime a las redacciones periodísticas. Cada reportero a la hora de generar la información transmite fragmentadamente la realidad.

Para Enrique de Aguinaga, “la naturaleza intrínsecamente interpretativa del Periodismo no sólo plasma los valores de la importancia y el interés (…) aprobando y desaprobando la realidad, sino que establece la frontera de lo deseable y lo rechazable, que inevitablemente se trasmite como mentalidad y, en definitiva, como conducta potencial, capaz de generar una nueva realidad.”

Para ejemplificar un hecho totalmente fragmentado de la realidad, Pascual Serrano realizó un análisis de cómo los medios en su mayoría españoles manipularon el tema sobre la compra del Banco Santander por el Estado Venezolano. En una particular sintonía todos titularon “El Santander vende a Chávez su filial en Venezuela”, con palabras más o palabras menos y utilizando sinónimos esta fue la información de primera página para la fecha. Lo que es peor, llegaron a titular “Chávez se convierte en el primer banquero de Venezuela.” Cabe destacar que seis meses antes de que se concretara esta negociación, Bush anunció la compra de acciones en los nueve mayores bancos de su país, claro que, entonces, ya no era el presidente el dueño y titularon “EE.UU. negocia la nacionalización de hasta el 40 por ciento de Citigroup”.

Con este análisis queda demostrada la forma de cómo los medios manipulan e interpretan determinada información, siguiendo la agenda que se les impone.

Ante esta disyuntiva de la formación académica que recibimos y lo que nos encontramos en la práctica, surge la imperiosa necesidad de enfilar  la formación de los futuros comunicadores sociales de la Universidad Bolivariana de Venezuela, con una visión de la parcialidad y subjetividad como formas de aproximarse a la realidad.

Para Jorge Ricardo Masetti, fundador y primer director de la Agencia Prensa Latina, sí es necesario establecer una discusión más amplia sobre la objetividad y la subjetividad, en las universidades,  ya que desde nuestras escuelas de comunicación tradicionales, se viene imponiendo la tesis de la imparcialidad y la objetividad como principio de un buen periodista, los profesores de estas casas de estudio impiden, en algunos casos, discusiones transcendentales para la construcción del nuevo periodismo, crítico y con una concepción nueva de lo que es verdaderamente la responsabilidad social del periodista al enfrentarse al hecho noticioso cuando trabajas para un medio, sea este privado o público.

Nuestro objetivo primordial como docentes es tratar por todos los medios de dar al estudiante de esta casa de estudios una nueva concepción del periodismo, luchar porque ellos estén consustanciados con el deber ser y tengan responsabilidad social  con la colectividad, dejando a un lado el individualismo y los antivalores neoliberales.

Para Carlos Ernesto Espeche, docente, investigador y director de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina, “es difícil pero no imposible revertir esa enseñanza que nos dejó la universidad tradicional, cuando nos formó como periodistas desde el punto de vista positivista y con un pensamiento liberal”.

Hay que echar por tierra la mercantilización de la profesión y motivar a los estudiantes a que su futuro ejercicio profesional no esté solo por un salario, sino que con sus líneas sean capaces de trascender y darle la significación social que merecen los hechos que ocurren en la sociedad.

Debemos desmontar el discurso que desde muy pequeño al niño se da en sus escuelas, luego pasa por la educación básica y diversificada que el periodismo es veraz, objetivo e imparcial, dicotomía esta que atraviesa nuestro sistema educativo, es aquí donde cabe decir, o más bien impulsar cambios en los currículos educativos y demostrar que el periodismo hoy día se sigue  presentando como independiente o neutral y en el mejor de los casos como un poder.
   
Pensamientos encontrados se cruzan por la mente de quienes se han enfrentado a la realidad periodística, al analizar la acertada posición del profesor Hinostroza, frente a la falsa doctrina de la objetividad que aún esgrimen medios impresos y ante lo cual dijo: “Quienes se enfrentan a un diario deben estar conscientes que están frente al discurso de una persona”. (Entrevista realizada por Denisse Lassnibatt , publicada en ucv.altavoz.net)

Este docente investigador con ello deja por sentado la parcialidad que caracteriza a los diarios, alertando sobre el cuidado que se debe tener a la hora de consultarlos como fuente histórica.

Asimismo, Hinostroza apunta que los medios son el reflejo de “intereses particulares, de poderes fácticos, de intenciones determinadas, y siempre desde un punto de vista subjetivo”, por tanto apunta que tal objetividad no existe, pues se trata de transmitir la línea editorial que dictan los intereses de los dueños de los medios.

El ejercicio profesional nos habla de experiencias que corroboran esto. En el caso de Maturín, estado Monagas, Venezuela, los periódicos han estado bajo el poder de contrarrevolucionarios, activistas de Acción Democrática y del Partido Popular Copei, los cuales le han hecho el juego al imperio transmitiendo los antivalores del capitalismo al valorar las noticias como una mercancía, para vender sus tabloides, mercadeando con las personas, sus sentimientos, y apostando a una sociedad que no se quiere a sí misma, antinacionalista.

Riszard Kapunscinki, en una entrevista realizada por Edgar Cherubini Lecuna, advierte que cuando el capital llegó al Periodismo “configuró redes masivas de información dirigidas por personas que no eran periodistas, que la veían como mercancía, destinada a obtener una rentabilidad máxima, donde no importa si es verdadera lo que interesa es si es interesante y vende”.

Para los periódicos monaguenses lo que interesa y vende es el dolor humano, puesto de manifiesto en sus páginas de sucesos, donde brotan altas cargas de sensacionalismo y amarillismo en titulares y fotografías, que muestran insensibilidad hacia el dolor de familiares al exponer los cuerpos de sus seres queridos e irrespeto al público que los sigue día a día, con la premisa de ser objetivos.

Hinostroza a su vez dice que al leer los diarios es imprescindible saber interpretarlos, decodificarlos y conocer los discursos que traen consigo.

Al enfrentar estos periódicos también salta a la vista la poca profundización y contextualización en los temas, la insistencia desmedida en fragmentar la realidad, en tratar los hechos sin sus causales como lo señala el profesor venezolano Federico Álvarez Olivares, en su libro “La Información Contemporánea” (1978), el cual fue citado por Siglic Gutiérrez en saladeprensa.org.: “el periodista debe buscar hechos aislados, rehuir de todo aquello que pueda desvirtuar la pureza del hecho bruto. Esta manera metafísica de reflejar la realidad conduce necesariamente a fragmentarla o disecarla, a despojar los sucesos de su verdadera naturaleza, al privarlos de su contexto y de sus causales.”

No hay entonces en los tabloides locales investigación en los hechos y textos significativos que puedan ser de gran valor para las comunidades y sociedad en la que viven los ciudadanos.

El Apóstol cubano, José Martí, reflexiona sobre la importancia de no convertir a la prensa en “mero vehículo de noticias” (Palabra Ardiente, monografías.com), darle el carácter  humano que merece, de estar al servicio de la sociedad y del desarrollo de las naciones. Para ello Martí  da gran valor a lo que como periodistas día a día podamos escribir,  “el arte de escribir no es reducir”. Y añadía que a la palabra había que darle ala y color.

Sin duda, la tarea que nos toca emprender a los comunicadores   sociales es la de profundizar, crear textos significativos a través de la contextualización de los hechos, recrear las situaciones, haciendo aproximaciones a la realidad y ejerciendo la objetividad como apego a la verdad, darle una significación, color a las redacciones, logrando que sean amenas, que contengan las vivencias, lamentos, desafíos y triunfos de personas comunes, igual a todos, a la mayoría.

Martí, dijo que el periodismo no abarcaba  la verdad absoluta para significar que lo que dice un periodista está supeditado a la subjetividad, a sus valores, costumbres, y al momento histórico y social que vive. Esto, sin tomar en cuenta la carga de subjetividad que agregan al mensaje los intereses de los dueños de los medios.

En Venezuela hay mucho camino por recorrer y pasa por reformar la constitución en su artículo 58 que expresa  “...toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura “, lo que deja al descubierto que desde el punto de vista legal se licencia el ejercicio de la objetividad, la imparcialidad, banderas de los medios privados de comunicación social que con sus intereses mantienen su influencia en la población.

No podemos seguir concibiendo nuestras sociedades y a los sujetos como simples espectadores, debemos hacernos partícipes de las transformaciones, no puede haber revolución sin revolucionarios ni cambios sin actores, tal como lo señala  Martín Barbero en líneas de Oficio de Cartógrafo: “…modernos e intelectuales siguen reproduciendo la vieja dicotomía al concebir prácticas sin sujeto, la historia sin acontecimientos y la ideología sin proceso”.

Entonces es tarea nuestra revelar al mundo que el periodismo como lo exponemos y transmitimos, cuenta con su propia parcialidad, y que cada sociedad es capaz de trascender su realidad a su desarrollo, partiendo de la discusión de la objetividad y subjetividad para desmitificar las ideologías del discurso transmitido por los dueños de los medios.

Fuentes bibliográficas:

Víctor Ego Ducrot,  artículo “Objetividad y Subjetividad” como mito del periodismo hegemónico, en: http://www.visionesalternativas.com/index.php?

option=com_deeppockets&task=contShow&id=85262

(consultado 28/03/2010)

Víctor Ego Ducrot, artículo Coca-Cola “NO refresca mejor” en:

http://www.prensamercosur.com.ar/

apm/nota_completa.php?idnota=324

(consultado 28/03/2010)

Enrique de Aguinaga, Dimensión científica del periodismo, Madrid, 2.001
en:

http://www.saladeprensa.org/art185.htm 

(consultado 29/03/2010)

Denisse Lassnibat, Entrevista  a Fernando Rivas Hinostroza, en:

http://www.ucv.altavoz.net

(Consultado 29/03/2010)

Sandra Russo, artículo: Cómo los medios ocultan el mundo, en:

http://www.saladeprensa.org/art847.htm 

(consultado 28/03/2010)

Jesús Martín Barbero, “Oficio de Cartógrafo” Fondo de Cultura Económica, Chile, 2.002, p. 72

Edgar Cherubini Lecuna, entrevista a Riszard Kapunscinki En:

(http://www.analitica.com/va/arte/documentos/2737729.asp

(consultado 28/03/2010)

Carlos Ernesto Espeche, “El periodismo es siempre objetivo y parcial” en:

http://elsolonline.com/noticias/viewold/

---el-periodismo-es-siempre-objetivo-y-parcial---

(consultado 27/03/2010)

Siglic Gutiérrez, Objetividad, interpretación e Internet y sus paradigmas ante la historia del periodismo, en:

http://www.saladeprensa.org/art742.htm

(consultado 28/03/2010)

Karen Padrón Gato, Lázaro González González, Guillermo Cid y Dat Pham Tuan, Objetividad e Imparcialidad. Tema Polémico,

en:http://islalsur.blogia.com/

2009/112503-objetividad-e-imparcialidad-tema-polemico.php

(consultado 28/03/2010)

José Martí, Palabra y pluma ardiente, en:http://www.monografias.com

/trabajos23/palabra-pluma-marti/

palabra-pluma-marti.shtml

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, artículo 58.

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