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Isla al Sur

ROMPER CON LA MONOTONÍA

ROMPER CON LA MONOTONÍA

Tema: Stella Martini, profesora e investigadora en temas de medios masivos, comunicación cultura y poder en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, expone: “Si bien la noticia ha de ser el relato sencillo de un hecho complejo, la simplificación no implica la puesta en escena del estereotipo, la clasificación que jerarquiza y ordena en un sentido, la celebración acrítica…”.                          

 

DAMARYS MACHADO VEGA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La noticia es la célula de la información y, por tanto, la esencia del mundo periodístico. Es una exploración, un chequeo constante a la vida diaria del mundo, por lo que tiene el deber de cruzar fronteras, ganar trascendencia y ser de la aceptación de la mayoría de los públicos.

Muchas son las técnicas para trabajar los hechos noticiosos y elaborar cada información; esto se enseña a todos los periodistas desde que comienzan el estudio de la carrera, mas, ¿deben constituir esos paradigmas, un molde para todas las creaciones?

No es menos cierto que la noticia debe ser sintetizada, tener un orden lógico y resumir lo que será más importante para el público, teniendo en cuenta su gran variedad; pero, si no existe una diferencia entre las informaciones, un rasgo de originalidad para distinguirlas, o al menos una marca para identificar a los autores, se transforman solo en palabras monótonas. 

Pienso que los formatos impuestos por las redacciones, las agencias y los noticieros son los máximos responsables de la esquematización de la noticia, de acomodar a los periodistas y hacer que se desvíen por el camino del facilismo que, a mi juicio, solo conlleva a la mediocridad. En estos lugares los periodistas están programados para dar el tipo de información que sigue una determinada línea, la ordenan jerárquicamente respondiendo a las características del sitio, y en la mayoría de las ocasiones, sus juicios no son plasmados directamente; o sea, mediante las sugerencias de los editores o corresponsales, estos juicios pueden ser opacados o transformados, lo que provoca un cambio de espíritu en la información.  

Mar de Fontcuberta Balaguer, doctora en Ciencias de la Información y catedrática del Periodismo Especializado en la Universidad Autónoma de Barcelona, en su libro La noticia, pistas para percibir el mundo, expresó: “Las rutinas han entrado a formar parte de la vida cotidiana del periodista, quien, aunque no debería, la contempla como un factor inherente a la propia esencia del periodismo. Se ven como una servidumbre de la premura que impone trabajar con hechos de actualidad y como imperativo del propio proceso de producción de los medios.”
 
Referido al proceso de síntesis de la noticia, la periodista cubana Zeus Naya Catalá, en el artículo Una ruta para determinar rutinas productivas, plantea: “El enorme volumen de noticias obliga al periodismo a tres opciones permanentes: incluir, excluir y jerarquizar la información. Se deben confeccionar con contenidos y métodos que respondan a cada medio pero fundamentalmente que respondan a los gustos e intereses del público”.

A pesar de todos los requisitos que deben cumplir las informaciones   en los periódicos u otros sitios de redacción, y del recorte o síntesis que sufre la noticia, los periodistas deben mantener  la originalidad,  el sello que los identifica; deben mantener la motivación del público.

Aunque la ocasión o el tema sean puramente informativos, donde  sabemos que el juicio explícito es censurado, ellos tienen que saber enfrentar las circunstancias y mediante su  inteligencia plasmarlo de manera sutil. Y esa manera entronca con el criterio de que “no hay noticia fuera de la intencionalidad, de la subjetividad del periodista que traspasa todo un contenido portador no solo del hecho, del acontecer en sí, sino también, portador de la carga cultural, ética, ideológica, de cada individuo en el acto mismo de ser el mediador entre el suceso y los públicos que, involucrados directa o indirectamente, necesitan ser informados. Y como ruta en todo ello, la honestidad profesional”, como asevera en sus clases la profesora de Periodismo, de la Universidad de La Habana, Iraida Calzadilla Rodríguez.

Si todos escriben igual, ¿cómo medir entonces el talento de cada periodista?  Desde el momento de seleccionar las fuentes, titular los trabajos, ordenar con intención los acontecimientos y narrarlos de una forma determinada, el periodista está incluyendo su valoración, ante el hecho; la subjetividad es diferente en cada uno de ellos, por lo que cada trabajo periodístico necesariamente no será igual a otro, a pesar de los requisitos fijados por la redacción.

“La profesión periodística necesita perfilar nuevos roles y huir de las excesivas servidumbres de las rutinarias labores que predominan en las redacciones. (…) Tiene que ser posible, pues, establecer mecanismos para que los profesionales huyan de las rutinas. Y las empresas deben realizar una apuesta en este sentido, con la potenciación de las redacciones y con la creación de marcos que permitan a los profesionales realizar adecuadamente su labor de informar, interpretar y analizar lo que pasa en la sociedad”, ambas frases están sustentadas por Mar de Fontcuberta en el libro La noticia, pistas para percibir el mundo.

Nelson de la Rosa, periodista y conductor del Noticiero Lajero del canal Tele San José, explica que al comenzar su labor en la redacción, tuvo que enfrentar todos los estereotipos del sitio: la elaboración de la información siguiendo determinadas características, el guión, la estructura de cada sección y hasta la forma de  proyectarse ante las cámaras.

“Tuve que trabajar duro y demostrar mucha responsabilidad para lograr hacer más o menos las cosas a mi modo. Una vez que se alcanza la aceptación en estos lugares, y es reconocida y admirada la labor propia, cesa la estampida de restricciones y rectificaciones; entonces se pasa a ser el que ofrece las sugerencias, no el que las recibe”, dijo.

También manifestó que cuando el periodista alcanza conocer con profundidad el medio de trabajo y se adiestra en él, sin dudas llega a dominarlo, y es cuando podrá adoptar un estilo, una receta propia para trabajar sin tener que pedir aprobaciones.

“Después de haber adquirido la experiencia necesaria comencé a descubrir que podía expresar cualquier cosa y no precisamente  por los medios más comunes, comprendí que todo podía estar acompañado por la intencionalidad: la expresión del rostro, el tono de voz y hasta el vestuario. Todos estos caracteres llevan consigo la opinión del periodista ante cada información que comunique. Con sutileza se logra hacer y decir todo”, añadió de la Rosa.

Rudens Tembrás, periodista del semanario Trabajadores y profesor de Teoría de la Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, plantea que en función de agilidad, veracidad e inmediatez, en los medios se ha desarrollado el proceso de estandarización, que en ocasiones puede ser sinónimo de baja calidad o falta de diferenciación y de originalidad.

“Actualmente, los medios han sustituido la forma por la fórmula, existe un modo fijo a la hora de realizar las informaciones que, según dicen, son los más eficientes y rápidos”.

Explicó, además, que no es correcto utilizar el término simplificación de la noticia, sino más bien síntesis. La tarea de extractar el suceso noticioso es verdaderamente difícil, y opinar sutilmente también lo es; pero es principio del periodista plasmar de una forma u otra su juicio, de lo contrario, sería un trabajo al estilo mimesis, o sea, acrítico o sin valoración propia: “Todo está en manos de los periodistas, en la construcción de la noticia ellos han de ser sujetos y no objetos”.
   
La noticia, tanto en la televisión,  en la prensa escrita o en la radio, necesita una elaboración creativa, variable y renovadora, que logre siempre el dinamismo y el entusiasmo por parte de los receptores. El mundo informativo debe surtirse de iniciativas, debe resultar lo más ameno posible. De esta forma siempre tendrá vigencia y relevancia, apunta en el libro Algunas claves para que los diarios refuercen su papel en la sociedad de la información, Xosé López, Profesor Titular de Periodismo del Departamento de Ciencias de Comunicación en la Universidad de Santiago de Compostela. Y agrega: “El público demanda que los diarios lo sorprenda todos los días”.

A su vez, en su libro La noticia, el periodista mexicano, Javier Ibarrola, quien fue Jefe de Redacción de muchos periódicos importantes en su país y maestro en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Anahuac, dijo: “A la hora de confeccionar la información, el periodista debe reflexionar en cómo agradar más a los receptores, debe idear estrategias, perfeccionarlas y principalmente renovarlas, lo que no implica cambiar de estilo”. 

Con un lenguaje correcto, una narración, argumentación o explicación agradable  y emotiva  que logre atrapar a los lectores, radioyentes o televidentes, una dramaturgia bien pensada, y los toques de sutilidad y perspicacia, el periodista tiene una parte del éxito de su noticia garantizada y aunque la misma no sea tan importante, puede transformarse en algo verdaderamente relevante.

“…Cada periodista puede hacer de su noticia la más curiosa, la más impactante, la más interesante…”, expresó Xosé López en el artículo Algunas claves para que los diarios refuercen su papel en la sociedad de la información.

Contar los hechos de la manera más agradable es un punto importante en la elaboración de una información. La narración, para que sea placentera, debe contener creatividad y originalidad. Muchos creen que hacerla de este modo atenta contra su credibilidad, “y se apegan a estructuras clásicas que, si bien demuestran su funcionalidad y en muchas ocasiones necesidad, en otras abruman como la repetición de una planilla que se llena variando los datos”, sostiene la profesora Calzadilla, quien en su libro La Nota, presenta un amplio diapasón de posibilidades para enfrentar la construcción de la noticia.

En cuanto al método para narrar la noticia cuando es transformada en información, la profesora y  especialista de prensa, Stella Martini, en el libro La responsabilidad social de los diarios populares señala: “Las formas de apelar al lector se resuelven a través de un lenguaje directo, coloquial, que incluye modismos y expresiones comunes de la jerga popular, y los propios testimonios de los protagonistas de los hechos. El diario popular debe hablar o reconstruir un habla que al lector le resulte cercana y familiar. Este efecto crea la ilusión de pertenencia del periódico al conjunto de la cultura popular, y a su vez, hace que el periodista alcance una relación más efectiva con sus lectores”

Uno de los periodistas más leídos en la prensa cubana actualmente, un estratega en el campo de la narración amena, Ciro Bianchi Ross, tiene como concepción que la literatura está estrechamente vinculada con el periodismo, a pesar de que ella trate la ficción. Él plantea que las técnicas para elaborar cualquiera de los géneros informativos son equivalentes a las de los cuentos y los relatos, que tanto atraen al público. Señala que en las informaciones, por pequeñas que sean, pueden aparecer rasgos de comedia, drama o tragedia. Esto aporta a cada trabajo el dinamismo que el receptor tanto ansía para conmoverse y disfrutar del acontecimiento noticioso que se explica.

“La prensa cubana carece de amenidad, la mayoría de los periodistas de hoy comienzan todos los trabajos de la misma forma, ya sea una crónica, un reportaje o una nota informativa. Creo que más que por culpa de los formatos o líneas que las redacciones les imponen, se debe a la falta de interés, al conformismo. Por difíciles que sean las circunstancias se debe luchar por decir lo que se quiere, mas, esta lucha tiene que ser solo con la inteligencia, con la sagacidad. Créeme, ningún editor puede con eso.”   

Ciro Bianchi plantea que en la prensa existen más autocensuras que censuras. Los propios periodistas hacen de sus escritos, algo agobiante y monótono, por lo que ellos mismos se alejan del gusto y la aceptación del público.

Pienso que el periodismo debe ser una combinación de talento y vivacidad, una forma amena de informar y, a su vez, de educar a través de la creatividad. Debe andar siempre por el camino del cambio y la innovación, por más obstáculos e imposiciones que se advengan y,  por supuesto, debe ser fuente tenaz de novedad y renovación.
 
En el artículo A nuestra prensa, publicado en el periódico Patria, José Martí planteó: “…El periodismo de hoy no puede ser igual al de ayer, el de mañana no puede ser igual que el de hoy…”. 

Bibliografía:
      
Batlle, Sergio José. (2006). Aforismos martianos. La Habana, Cuba. Ediciones Corcel.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. La Nota. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana, Cuba, 2005.

Calzadilla Rodríguez, Iraida. Notas de clases. Curso 2009-2010. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Catalá, Zeus Naya. Una ruta para determinar rutinas productivas (artículo digital). La Habana, Cuba.

Fontcuberta, Mar (1993). La noticia, pistas para percibir el mundo. Barcelona, España. Editorial Paidós.

Ibarrola, Javier. (2001). La noticia. México. Editorial Gernika S.A. 3ra edición.

López, Xosé. Algunas claves para que los diarios refuercen su papel en la sociedad de la información (artículo digital). España.

Martini, Stella. (2007). La responsabilidad social de los diarios populares. (digital). Argentina.

Periodistas consultados:

Rudens Tembrás, del semanario Trabajadores.

Ciro Bianchi Ross, del periódico Juventud Rebelde.

Nelson de la Rosa, periodista y conductor del Noticiero Lajero del canal Tele San José.

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