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Isla al Sur

EL ARTE DE CONTAR LA REALIDAD

EL ARTE DE CONTAR LA REALIDAD

Lic. LESBIA SILVA y Lic. JOSÉ MANUEL TRUJILLO,
Profesores de la Universidad Bolivariana
de Venezuela, Sede Falcón (Coro).

Según el diccionario Enciclopédico Larousse (2002). el vocablo narración significa: acción de narrar; relato, cuento, novela…. Parte del discurso que expone los hechos de la manera más favorable al acontecimiento del asunto que se trata. Narrar equivale a contar.  La narración es, pues, el relato de unos hechos –verídicos o falsos-  ocurridos en un tiempo y en un lugar determinado. Dicho de otra manera: narrar es presentar acciones.

Lo nuevo y específico de la narración es el principio de la acción.  Contamos los hechos ocurridos a lo largo de un tiempo y espacio, de manera que al desencadenarse unos con otros tomen un nuevo significado.  Lo que significa que la narración no es una construcción fija, sino algo que se mueve, que se desarrolla y transforma.

Narración es una técnica literaria que se emplea para relatar acontecimientos o dar a conocer un argumento. La narración es fundamental en el periodismo y, junto con la descripción y el diálogo, constituye la tríada de las técnicas redaccionales periodísticas.

En algunos casos la narración de los acontecimientos puede trabajarse en orden cronológico, siempre y cuando la estructura jerárquica del género así lo permite.  Esto generalmente sucede en el cuerpo de los diferentes géneros, mientras que el “lead” o la introducción exigen una jerarquización de acuerdo a la importancia de los diferentes elementos que contiene el hecho.

Alexis Márquez (1976) expone: “La narración periodística posee algunas características propias que la diferencian de la literatura.  Esta trabaja con hechos ficticios, mientras que el periodismo se ocupa de la realidad y tiene objetivos estéticos que no siempre están presentes en la literatura”.

El autor señala tres elementos esenciales dentro de la narración periodística: los personajes, la acción y el ambiente.  En el desarrollo narrativo también puede estar presente el diálogo. Según Márquez, la representación lingüística de un hecho, que es en esencia la narración periodística, conlleva una responsabilidad “que no se plantea solamente en el plano de lo ético, sino también en el de lo profesional”.  Es decir, el uso adecuado del lenguaje como recurso debe “enriquecer su representación de los hechos en forma tal que la misma no resulta pobre, falta o engañosa.”

En líneas generales, se puede afirmar que narrar supone el conocimiento de una técnica.  El periodista, cualquiera que sea su especialidad, debe conocer esa técnica. En su vida profesional muchas veces tendrá que valerse de ella. En otras palabras, la narración tiene cabida en todos los géneros y especialidades del periodismo moderno. De modo que muy difícilmente un periodista podrá prescindir totalmente de la técnica narrativa.

Aún cuando la técnica narrativa es, a grande rasgos, la misma en todos los tipos de narración, la referida al periodismo tiene sus rasgos propios, a saber:

--Debe estar concebida y realizada en función del lector.

--Es esencialmente comunicativa más que expresiva. Su finalidad es informar al público los detalles de un suceso.  No se crean seres.  No hay cosmovisión. En otras palabras, el periodista no puede, pues, prescindir de su público, y el narrar, tiene que hacerlo ineludiblemente guiado por la necesidad de que sus lectores lo entiendan, y de que el material de lectura que se sirve a éstos les sea útil desde diversos puntos de vista.

Este principio se basa en lo siguiente:

--Ley de Interés, es decir que la narración periodística despierta desde el principio y mantenga en todo momento el interés del lector. 

--Claridad y Sencillez no solamente en el lenguaje. Incluye sencillez en las ideas. El periodista antes de escribir debe tener perfectamente claro qué es lo que va a decir y lo que va a comunicar al público. 

---Ley de Curiosidad basada en el devenir de la noticia. 

--Ley de la Unidad Narrativa, al narrar el suceso, el periodista ha de apoyarse en: personajes, acción, ambiente y diálogo, todo lo cual en realidad, debe servir de eje central.

---Por último, interviene la matización. El deber de construir sus narraciones en función del lector obliga al periodista a utilizar diversos recursos para matizar el texto, ya que no es lo mismo la lectura de un libro que la de un periódico.

La  periodista Milagros Socorro en su artículo inserto en el periódico “El Nacional”, titulado El Koala de Rengifo (14/03/2010), escribe: “Si ya todo había pasado, si nadie había sido lastimado, si el mal estaba a punto de perderse por una de esas avenidas de Caracas, por qué Renginfo no se quedó quieto, prefirió dos insolencias y esperó al lunes para buscar a un buhonero que tuviera un buen koala.  Qué lo impulsó asaltar de un lugar que entonces ya no era seguro, puesto que el riesgo se había hecho realidad y los que vivimos temiendo ya había ocurrido. Qué había en ese koala que pudiera ser tan valioso como para enfrentarse a tres psicópatas armados.”

Debemos aclarar que en esta narración informativa extraída del periódico El Nacional, nos explica que Rengifo y su mamá venían de Santa Teresa en un autobús por la noche y dentro del mismo iban los tres asaltantes que posteriormente se dieron a la tarea de desvalijar a todos sus ocupantes en donde no hubo enfrentamiento, pero cuando se bajaron los atracadores, Rengifo y su madre corrieron detrás de ellos para recuperar el koala. 

En la narración informativa cualquier suceso, aún el más apacible, tiene interés humano con sus valores y realidades, lo difícil es hacerlo traslucir al narrarlo en forma tal que toque el fondo de humanidad que todo lector posee. 

Tener vivencias de algo es requisito esencial para escribir de ese “algo”. A veces la imaginación puede ayudarnos, siempre y cuando tengamos en cuenta situaciones reales análogas a la que pensamos narrar en la información. No es suficiente narrar esos hechos que sean verdaderos, es necesario que lo parezcan, indiquen las causas, motivos y antecedentes de las acciones más importantes.

Bibliografía:

Dragnie, Olga (2001).  Diccionario de Comunicación Social.  Caracas, editorial Texto, C.A.

El Nacional. “El Koala del Regifo”. Caracas, 14/03/2010, pág. 09.  Articulo firmado por la periodista Milagros Socorro.

Larousse Diccionario Enciclopédico (2002).  Colombia, octava edición, editorial Larousse.

Márquez Rodríguez, Alexis (1976).  La Comunicación Impresa. Caracas.  Ediciones Centauros

 

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