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Isla al Sur

EL PROFESOR NUNCA PODRÁ SER SUSTITUIDO

EL PROFESOR NUNCA PODRÁ SER SUSTITUIDO

Las nuevas tecnologías resultan un complemento de la enseñanza, asegura uno de los principales creadores de software educativos del país.

Texto y foto:
MIRTHA GUERRA MORÉ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El profesor Roberto Martínez Morales siempre quiso ser físico de laboratorio. Su mayor sueño era revolucionar el mundo con una fórmula, pero la vida lo condujo por otro camino. “Me quedé atrapado en la profesión de pedagogo cuando se hizo en el país  una captación para maestros de secundaria básica, en 1966”, confiesa mientras organiza los recuerdos de sus más de cuatro décadas dedicadas al magisterio, casi todas en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona( ISPEJV).

“Estudiaba en la Facultad Obrera y supe de las captaciones. Me presenté a una entrevista  y a la semana daba clases de Matemática a un grupo de séptimo grado en la escuela José Martí”, precisa el profesor, y trae al diálogo su peregrinar por varios centros de la capital del país, hasta llegar a la Facultad Obrera Campesina de la Víbora, en el municipio 10 de Octubre.

Allí comenzó a simultanear su labor de educador con la de alumno en la Universidad de La Habana: “Opté por la carrera de Física. Estudiaba de día y trabajaba de noche. Me licencié en 1972.

“Imagínate, nací en el barrio habanero de Jesús María. Mi primer trabajo fue a los 15 años como barrendero suplente en 1959. Fui con la idea de permanecer por dos o tres meses y estuve casi dos años. Ya en 1962 me hice chofer e instructor en una escuela de oficio, abierta para personas humildes y de bajo nivel escolar, hasta que fui aceptado como profesor en el Consejo Regional del Vedado”.    

Con el triunfo de la Revolución y la entrada definitiva al magisterio, el joven Roberto Martínez, dejaba atrás duros años marcados por la pobreza.

En la actualidad, el profesor Roberto pasa interminables horas al frente de una computadora del Centro de Software Educativo (CESOFTE) del Varona. Desde hace varios años, pertenece al equipo que conforma programas para la enseñanza primaria. Solo imparte clases a cursos de postgrados, pero acumula una larga trayectoria en el Instituto, al que le ha dedicado muchos años de su vida.

-¿Cuándo comienza a trabajar en el Varona?

En 1972 se creó el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, integrado por estudiantes de décimo grado. Estos debían continuar sus estudios en el Varona, y hacía falta profesores para formarlos. Ese año hubo una entrada masiva de docentes al Instituto, tras la graduación de físicos, matemáticos, químicos, biólogos, geógrafos en la Universidad de La Habana. Desde esa fecha trabajo en el Instituto.

-Comenzó en el Varona como profesor

de Física, ¿qué lo motivó a adentrarse

en el campo de la informática?

Cuando la computación empezó a introducirse como asignatura en el Varona, muchos profesores de distintas especialidades nos dedicamos a aprender algo sobre la nueva ciencia, con el objetivo de mejorar la calidad de la docencia. A partir de ese momento, compañeros de las facultades de Física, Matemática y Educación Laboral, comenzamos a trabajar e intercambiar información. Al final terminé haciendo una maestría en Informática.

-¿Es  pionero de los software educativo en el país?

Esto es difícil de aseverar. Sólo puedo decir que en el curso 1995-1996, el Instituto organizó un grupo para que desarrollara esta esfera en la enseñanza primaria. Entonces, me desvinculé un poco de la Física, para dedicarme a este trabajo de equipo, aunque podíamos asumir cualquier tarea en el campo de las Matemáticas y la Física.

-¿Cuáles fueron los  programas creados?

Sobre todo para el desarrollo de las Matemáticas en la enseñanza primaria. Recuerdo los que hicimos para el reconocimiento de las figuras geométricas, denominados Figura y Color I y II, que recibió el premio del XIII Simposio Internacional de Computación, en Toluca, México. También conformamos los software Calcula y Juega, Naturales y Medidas.

-¿Qué repercusión tuvo en el país

esta nueva experiencia del  Varona?

Al masificarse el uso de la Informática en las escuelas primarias, se pudo contar con numerosos programas hechos por el centro. Nuestra experiencia en este campo posibilitó que otros pedagógicos, como los de Villa Clara, Camagüey, Santiago de Cuba y Holguín, tuvieran colectivos interesados en la creación de software educativos.

El mayor reconocimiento de este trabajo es su uso. Uno sabe que no lo hace en vano. A la vez, es un compromiso para seguir superándome, aunque ya esté en edad de la jubilación. Por tanto, sigo activo y me siento con fuerzas para continuar vinculado a la labor educativa.

-Desde entonces, ¿por dónde ha estado

encaminado el trabajo del Centro 

de  Software Educativo?

En nuestro centro se implementan variados software para la enseñanza de la Física y la Química en el nivel secundario, así como para la instrucción del  Inglés y el Francés. Además se crean multimedias para la enseñanza del Español. Muchos de los software concebidos en este centro forman parte de las colecciones Multisaber, El Navegante y Futuro que constituyen la base material, desde el punto de vista informático, de nuestros tres niveles de enseñanza general. 
 
-¿Cuánto se han revolucionado las

aulas cubanas con la aplicación

de las  nuevas tecnologías?     

La introducción de las nuevas tecnologías ha sido un salto de calidad muy importante. Por ejemplo, antes para explicarle a un alumno una materia determinada, el profesor se valía de imágenes hechas con cartulina. Ahora cuenta  con el televisor y con otros recursos que lo obligan a prepararse en el reconocimiento de los nuevos adelantos. Si un educador está bien preparado y sabe utilizar los medios tecnológicos de manera adecuada, los resultados son mejores.

Tampoco el maestro debe confiarse en la existencia de ese equipamiento. La computadora no puede detectar en el semblante de un estudiante si asimiló o no el contenido. La presencia del profesor nunca podrá ser sustituida.

En 1978, con el surgimiento del Destacamento Ernesto Che Guevara, el profesor Roberto Martínez, junto a otros pedagogos en el país, estuvo al frente de un grupo de estudiantes con el objetivo de cumplir una misión pedagógica en la República Popular de Angola.

-¿Cómo llega a ser miembro del

Destacamento Ernesto Che Guevara?
 

Cuando surge el Destacamento era subdirector de la  filial pedagógica Gutiérrez Menoyo. Entonces  fui escogido para dirigir un batallón de jóvenes en una de las provincias angolanas.

-¿Qué  significó la misión?

Nuestros muchachos, con seis meses de preparación en el Pedagógico, impartieron clases en portugués y hasta lograron comunicarse en algunos dialectos. Labor tan altruista fue impresionante.

Me resultó impactante ver cuánto había penetrado la psicología colonialista. Un docente de aquel país se limpiaba la mano en la ropa y hacía reverencias antes de saludarnos, incluso siendo nosotros negros igual que ellos. Imagínate su comportamiento con los muchachos, muchos de ellos, rubios de ojos azules.

También los alumnos angolanos no tenían costumbre de aclarar sus dudas en horarios extraclases. Entonces, ver a nuestros jóvenes maestros romper con esta regla, fue todo un suceso pedagógico. Igual nos llamó la atención el amor de ese pueblo hacia los médicos cubanos, pues conocí a pacientes que solo querían ser atendidos por  ellos.

-¿Algún recuerdo en especial de esa misión?

Dos momentos especiales. El primero, la despedida de Castro en el teatro de la Central de Trabajados de Cuba  antes de partir. Habló como lo hace un padre cuando le encomienda al hijo una misión importante. Advirtió los peligros y cuidados. El segundo, también la despedida del entonces Ministro de Educación, José Ramón Fernández, quien nos transmitió toda su experiencia.

-¿Qué valores como profesor ha

tratado de inculcar en sus alumnos?

La honestidad y la solidaridad. Cuando uno es honesto confía en sus conocimientos y no trata de engañar a nadie.  Hay personas que, con el fin de un buen resultado en los exámenes, utilizan determinados subterfugios, y eso nos ha hecho demasiado daño. La solidaridad es importante porque la sabiduría es para compartirla.

-¿No ha pensado en el doctorado?

En eso he pensado, pero me quedan pocos años para jubilarme. Soy el viejo del grupo. Estudio y me supero todos los días. Dedicarle tiempo al doctorado significaría simplemente tener un título y no ejercer como doctor. Eso sí, seguiré trabajando mientras sea útil.

-¿Cuán diferente ve llegar al

Varona a su aniversario 45?

Cuando llegué al Varona se investigaba muy poco. Era prioritaria la docencia y la formación de profesores. Hoy es una potencia científica y el pedagógico rector en la preparación de educadores en el país. Aquí se imparte una maestría masiva, gracias a la cual muchos profesores de secundarias, primarias y círculos infantiles han alcanzado ese grado. También contamos con un número considerable de doctores. El Pedagógico ha avanzado, no tanto en la matrícula de estudiantes, pero sí en potencial científico y pedagógico.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

FICHA TÉCNICA:

Objetivo central: Conocer la trayectoria pedagógica del pro-fesor Roberto Martínez Morales.

Objetivos colaterales: Indagar sobre su paso por la ense-ñanza cubana. Sus años de experiencia. Los recuerdos como miembro del destacamento Ernesto Che Guevara. 

Tipo de entrevista:
Por sus participantes: Individual.
Por su forma: Mixta.
Por su contenido: Personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Encuentro directo.

Tipo de título: De cita textual.
Tipo de entrada: Referencial.
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas: 1-Directa y abierta. 2-Directa y abierta. 3-Directa y cerrada. 4-Directa y abierta. 5-Directa (opinión) y abierta. 6-De información. 7-Directa y abierta. 8-Directa y abierta. 9-Directa y abierta. 10-De opinión. 11-Directa y abierta. 12-De opinión.        
Tipo de conclusión: De opinión o comentario del entrevista-do.

Fuentes consultadas: Currículo de Roberto Martínez Morales.

 

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