LA NOTA INFORMATIVA: ¿UN GÉNERO PARA CREAR?
Tema: Iraida Calzadilla, profesora de la Universidad de La Habana, enfatiza: “La nota útil y necesaria siempre, si no es atractiva desde el propio título, sugerente, breve y exacto, no atrapará, será vista solo como un material de relleno. Un espacio perdido. Abundan las informaciones poco creativas, escritas al ‘tuntún’, con los mismos vicios del discurso administrativo, redactadas sin desconfiar de los datos, como si las fuentes siempre fueran fidedignas, y después, ¿quién las lee?, ¿tendrán el impacto ideológico deseado?”
CLAUDIA ÁLVAREZ FERRALES
Estudiante de primer año de Periodismo
Facultad de Comunicación
Universidad de La Habana
Serena, callada, paciente…, así me la imaginaba cuando escuché su nombre por primera vez. Cuando la vi, comprobé que estaba ante una mujer que deja huellas por donde pasa. No es serena, no es callada, no es paciente. Su capacidad para la docencia la hace merecedora del respeto y la admiración de cada joven que recibe de ella cariño y entrega, pero también, sustos ante el ojo crítico de sus observaciones.
Iraida Calzadilla Rodríguez, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en sus más de 30 años de profesión ha dedicado gran parte de su tiempo a entregar sus saberes a los más noveles.
Su texto “La Nota” es un referente en las aulas para el género informativo. En él, declaró: “El libro está concebido desde nuestra propia realidad y posibilidades en el acontecer nacional, lo que demuestra cuánto puede hacerse en función de la calidad profesional de los productos comunicativos. Es, en suma, una modesta contribución, muy cubana, al presente y al futuro de la buena salud de la nota informativa, esa semilla del periodismo”.
En una ocasión, mencionó: “La nota útil y necesaria siempre, si no es atractiva desde el propio título, sugerente, breve y exacto, no atrapará, será vista solo como un material de relleno. Un espacio perdido. Abundan las informaciones poco creativas, escritas al tuntún, con los mismos vicios del discurso administrativo, redactadas sin desconfiar de los datos, como si las fuentes siempre fueran fidedignas, y después, ¿quién las lee?, ¿tendrán el impacto ideológico deseado?”
-Entonces… ¿Qué es la nota informativa?
La nota informativa es la columna vertebral del periodismo, es la semilla. Como contenido, constituye el punto de partida, pues para la realización de cualquier trabajo se necesita información. Vista como género periodístico, se erige como el más empleado, el de mayor difusión y alcance en todos los soportes, sea prensa impresa, radio, televisión, Internet o agencia. Soy de la opinión que un periódico realiza a la semana algunos trabajos “paletas”, pero los que nunca pueden faltar son las páginas de información.
-¿Por qué afirma que es “la
columna vertebral” del periodismo?
Desde el momento que el periodista domina y escribe adecuadamente la nota informativa, la estructura bien en su pensamiento, puede realizar de forma más correcta, fácil y sencilla otros trabajos, cualquiera que sea el género a desarrollar.
Si sucede lo contrario, es inevitable percibir la falta de una estructura sólida en sus escritos, la pérdida de la noción de lo que es realmente importante, del equilibrio que debe llevar la búsqueda de información.
Por eso la nota informativa es la columna vertebral del periodismo, tanto para lo que se entrega a los públicos, como para ayudar a comprender el resto de los géneros periodísticos.
-¿Es la nota informativa
un género para crear?
Sin dudas. Tanto si se hacen buenas construcciones tradicionales como si se abordan otras estructuras más contemporáneas y flexibles. Pero esa relativa libertad implica más dominio de cómo se escribe, más cultura, más referentes. Requiere la creatividad en este género de una voluntad perfeccionista del periodista y una voluntad de asumir maneras más frescas por parte de los decisores.
-¿Por qué abundan las
informaciones poco creativas?
El entramado es muy complejo, están confluyendo varios factores. Primeramente, nuestro país tiene mucha información, pero poca noticia: esa que mueve el piso, es difícil de encontrar. Se ha perdido la costumbre de buscar y rastrear información y percibo cierta laxitud que devine en esperar que la cobertura la indiquen. También está la reticencia a aceptar nuevos moldes para la información por parte de los decisores, hay mucho encasillamiento en la pirámide invertida, desconociendo que, quienes le dieron vida, hace más de 60 años plantearon que hay tantas maneras de construir la información como talento tengan los periodistas.
-¿Son los valores noticia decisivos
en la calidad de la información?
La pérdida de los valores noticia es hoy un problema. Los periodistas no suelen preguntarse: si voy a hacer un lead, ¿con qué elemento empiezo, cuál es mi dato noticia, mi dato novedoso? No se comienza un lead con cualquier cosa. Hay que buscar lo que pueda interesar al lector.
-¿Serán los decisores la causa
fundamental de la falta de creatividad?
Hay una frase de Abelardo Oviedo, periodista de Bohemia-, muy famosa en nuestro gremio y que él acuñó en la década de los 80-: “Vamos a envolver un tabaco”. Cuando esa frase se dice, no hay duda de que se rutinizó el proceso de creación, se va a escribir la noticia mecánicamente. A nivel de aula te pongo un ejemplo: si un profesor te exige hacer las entregas prácticas bien, cercanas al “deber ser”, entonces aprendes. Pero si el profesor no te reclama y deja que traigas una nota de cualquier asamblea y que ésta parezca un informe administrativo, te rutinizas y cercenas la capacidad de búsquedas y propuestas novedosas. Toma este patrón y aplícalo.
-¿Determina la preparación del periodista
en la calidad de la información?
Influye mucho la preparación que tenga el profesional. El periodista que estudió cinco años en la Universidad está apto, no sólo en las técnicas de la profesión, sino en todos los saberes que proporciona la Academia y que son necesarios para entender el mundo. Saber de filosofía, de sociología, de literatura. Todo ese currículo académico prepara a un reportero más capacitado para comprender el contexto que vive. Nuestra labor no consiste solo en saber cómo se escribe la información o cómo se redacta una entrevista. Es poder transmitir con más claridad lo que queremos decir. Esa es la mirada amplia y profunda que tiene el periodismo.
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