Blogia
Isla al Sur

TRAS EL RASTRO DE LOS CIMARRONES

TRAS EL RASTRO DE LOS CIMARRONES

Investigadores de Artemisa encuentran una cueva que refugió a negros esclavos.

DARIANNA REINOSO RODRÍGUEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Foto: SERGIO MÁRQUEZ.

Restos de 12 camastros, hogueras, huesos de animales, pipas para fumar y dos machetes, constituyen los últimos hallazgos del grupo espeleológico Occidente en una cueva ubicada en el centro de la Sierra del Rosario, que destacan a la geografía artemiseña como una zona de cimarronaje.

“El rastro de los negros esclavos, tras su paso por el lugar, lo encontramos en buen estado de conservación, a pesar del tiempo transcurrido”, comentó Sergio Márquez Jaca, espeleólogo participante en la excavación.

Los lechos, colocados uno al lado del otro sobre piedras o traviesas de madera, fueron confeccionados a partir de varas de madera rolliza de dos metros de longitud. Al costado de cada cama, se encontraron restos de hogueras que proporcionaban iluminación y calor a los cimarrones en las noches frías y espantaban los insectos, señaló el investigador.

En la parte más alta de la cueva se localizó un espacio donde se utilizaron fogones. La cantidad de ceniza acumulada y los restos óseos revelan que la estancia debió ser extensa, pero transitoria, argumentó.

En total, se colectaron 174 restos de su precaria dieta: el 57 por ciento pertenece a cerdos, el 40 a jutías y el 3 al ganado vacuno.

“Resulta singular en el estudio, sobre todo en los huesos de los cerdos, la presencia de cortes longitudinales y transversales para la extracción de la médula ósea (tuétano), muy nutritiva como alimento”, refirió el también antropólogo Márquez Jaca.

Los machetes son del tipo conocido como “calabozo”, instrumento de trabajo utilizado por el cimarrón como arma de combate para enfrentar a los fieros perros y a los rancheadores, explicó Miriam Santos Castillo, historiadora de San Cristóbal.

Aún constituye una incógnita el abasto de agua, lo que pudiera estar relacionado con el  no muy lejano río Santa Cruz, cuestión que debemos comprobar en próximas investigaciones, precisó Márquez.

La esclavitud que sufrieron los negros africanos con el auge de los ingenios azucareros y los cafetales en Vuelta Abajo, propició su fuga hacia los montes. Convertidos en cimarrones, eran perseguidos por los rancheadores, quienes “peinaban” el sitio e hicieron que llevaran la vida nómada que los caracterizó, apuntó Santos Castillo.

Los restos de un esclavo, encontrados en 1984 en otra gruta, unido a los testimonios que representan los diarios de los rancheadores, en los que se describe la serranía como escenario del cimarrón, proporcionan el carácter histórico y el interés arqueológico a la región montañosa, declaró.

Pie de foto: El machete del tipo “calabozo”  fue utilizado como  arma de combate  por los cimarrones.

Ficha técnica:

Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: Especial, De resumen.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide normal modificada.
Primer valor noticia: Curiosidad.
Otros dos valores noticia: Prominencia de los protagonistas. Proximidad o cercanía.
Tipos de fuentes declaradas: No documentales y directas.

 

0 comentarios