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Isla al Sur

EL VAGABUNDO INMORTAL

EL VAGABUNDO INMORTAL

Entre los sitios de obligada visita en la Habana Vieja se encuentra el lugar de descanso del Caballero de París, en la Basílica Menor de San Francisco de Asís.

Texto y foto:
PHU DOAN MINH,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Los restos de José María López Lledín, más conocido como el Caballero de París, descansan actualmente en un osario en la cripta de la Basílica Menor de San Francisco de Asís, en la capital habanera, y reciben anualmente más de dos mil visitantes.

El cadáver del histórico personaje habanero se encuentra en esta institución cultural, también sala de conciertos, desde hace poco más de una década, acompañando a la escultura de bronce hecha por José Villa Soberón del Caballero, y que es también uno de los elementos más atrayentes del Centro Histórico de la Habana Vieja.

Su cuerpo, inicialmente enterrado en el cementerio de Santiago de las Vegas, en La Habana, fue trasladado a la Basílica por mediación de Eusebio Leal y la Oficina del Historiador de la Ciudad, dada su condición de símbolo citadino, respetado y querido por muchos.

Emilio Alejandro Sarandeset, museólogo de la institución, afirma que diariamente reciben decenas de visitantes interesados en conocer sobre la historia del Caballero y rendir tributo a su cuerpo yaciente en la cripta.

Asevera Sarandeset que la mayoría de las personas manifiesta sentir una gran admiración por el respeto con que cuidan los cubanos los restos de un personaje tan peculiar, quien a pesar de no haber desempeñado un papel determinante en la historia de Cuba, es una parte importante en las crónicas sociales de la Habana neocolonial.

José María López Lledín nació en Lugo, España, en 1899 y fue el vagabundo más famoso que ha tenido La Habana. La historia del Caballero ocurrió en su mayor parte en la década de los años 50 del pasado siglo. Era de mediana estatura, tenía el pelo desaliñado, castaño oscuro, con algunas canas y lucía barba. Sus uñas eran largas y retorcidas por no haberlas cortado en muchos años.

Siempre se vestía de negro, con una capa de igual color, incluso en el calor del verano. Cargaba un cartapacio de papeles y una bolsa donde llevaba sus pertenencias y los sencillos regalos que obsequiaba a los transeúntes. Solía dormir en la esquina de Infanta y San Lázaro, antes de ser trasladado al Hospital Psiquiátrico Mazorra.

El diagnóstico de su psiquiatra, el Doctor Calzadilla, es que padecía de parafrenia, considerado por algunos como una forma de esquizofrenia.

Ficha Técnica:

Tipo de Título: Llamativo.
Tipo de Lead: Sumario de Qué.
Tipo de Cuerpo: Lead + Pirámide Invertida + Dato Adicional.
Primer valor noticia: Curiosidad.
Tipo de fuentes declaradas: No documentales, documentales, tradicionales, primarias, directas.

 

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