EL RETRETE DE POSEIDÓN
Las aguas albañales vertidas a la Playa El Chivo, en el litoral norte de La Habana, son un peligro para la salud de quienes realizan actividades pesqueras y recreativas de la zona.
LUIS A. AUTIÉ CANTÓN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Al llegar, el sol le había ganado la carrera y coloreaba con un tono naranja el paisaje de caletas y diente de perro. La estela blanca que el bote Dennet dejaba a su paso contrastaba fuertemente con el azul oscurísimo, casi negro, del agua.
-Mira, mira, ahí están, gritó Herminio, mientras señalaba con su dedo índice un tenue chapoteo en el agua, a escasos metros de la embarcación, que delataba la presencia de una mancha de peces.
-Andrés, alcánzame la tarraya, rápido, que llegan los demás y nos vamos en blanco hoy.
Su compañero le lanzó entonces una especie de red con corchos que, acto seguido, el hombre arrojó con fuerza hacia la vorágine animal. A lo lejos, dos botes rompieron la horizontalidad del beso entre cielo y mar.
Como Herminio Vera y Andrés Gutiérrez, son muchos los pescadores que, desde muy temprano, van a probar suerte entre las olas de la capitalina Playa El Chivo, en el municipio de Habana del Este, una playa cada vez más contaminada por la irresponsabilidad humana y devenida en vertedero de las aguas albañales procedentes de todo el municipio a través de un sistema de tuberías llamado emisario submarino.
Pez capturado, ¿ruleta rusa?
La pesca en la Playa El Chivo puede ser peligrosa, como afirma la doctora Isabel Fonseca, del Departamento de Epidemiología del Hospital Naval: “Hay tres fuentes principales de contaminación fecal humana en el mar: desagües domésticos, descargas de ríos y otros cursos de agua, y directamente de la persona. Todas traen consigo grandes riesgos para la salud por las bacterias que contienen”.
Estos riesgos pueden ser desde la pérdida de la visión, el pelo, hasta deformaciones físicas y la muerte: “Cuando estuve en Venezuela, de misión, trabajé en un poblado asentado a orillas de un río sumamente contaminado por los desechos domésticos, pues todo se vertía allí. Tuvimos que atender muchos casos de malformaciones congénitas en recién nacidos debido a la ingestión de las aguas por parte sus madres”.
El pescador Herminio cuenta que viene al lugar desde hace años. “Cuando era pequeño mi padre me traía, ya que en ese entonces la playa no estaba tan sucia y él venía a pescar. Lo que capturaba lo comíamos en casa o se vendía en el barrio. Ahora lo que pesco aquí no lo como, pues soy consciente de la contaminación en la playa. Todo lo que capturo es para transformarlo en carnada cuando salgo a alta mar”, agrega.
La doctora Yusimí Castellanos, especialista del Departamento de Medicina Preventiva del Policlínico Gregorio Valdés, explica cómo “a pesar de que un pez haya sido capturado en aguas aparentemente limpias, existen grandes posibilidades de que esté contaminado si para obtenerlo se utilizó carnada intoxicada”.
Otros, como Joel Mendoza, no creen que el vertimiento de desechos sólidos en la playa afecte la fauna marina ni la salud humana. “Lo más sucio no es el agua, sino fuera de ella. El “dienteperro” está lleno de jabas, pomos plásticos y basura dejada por la gente. Esa es la única contaminación”, opina.
También agrega que a él nunca le ha pasado nada, y “mira que he comido “peje” de aquí. Ni “ciguatera” ni catarro. Las aguas albañales están muy alejadas de la costa, así que los peces están limpiecitos, porque yo pesco casi en la orilla”.
No obstante, a pesar de que las aguas albañales quedan dispuestas a una distancia de 140 metros de la costa y a una profundidad de 10 metros, la marea, las corrientes marinas y las olas acercan a la orilla más del 80 por ciento de los desechos, por lo que al pescar en las márgenes se corre el mismo riesgo de infección que si se hace a 100 metros playa adentro, como indica Idania Periles, especialista del Departamento de Contaminación del Centro de Ingeniería y Manejo Ambiental de Bahías y Costas (CIMAB).
El problema viene por tubería
La historia comenzó a principios del siglo XX, cuando la villa de San Cristóbal de La Habana carecía de un sistema de alcantarillado eficiente para conducir las aguas albañales. Por el contrario, las aguas pluviales y negras descargaban simultáneamente llegando a inundar, en época de lluvia, las casas construidas por debajo del nivel de la calle. La ciudad colonial era una urbe de malos olores e impurezas a la vista.
Cristóbal Echenique, especialista del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), cuenta que para mejorar las condiciones higiénicas de la ciudad, se construyó entre 1908 y 1913 el Sistema de Alcantarillado Central de La Habana, actualmente en uso.
Según explica, “este comprende dos colectores principales, el Norte y el Sur. El primero va paralelo a la costa, por la parte norte de la ciudad; mientras el segundo se extiende hasta la parte suroeste, ramificándose. Ambos colectores se unen bajo la Plaza de Armas y llegan hasta la Cámara de Rejas del Muelle de Caballería, donde las aguas reciben un tratamiento que consiste en la eliminación de los sólidos flotantes gruesos y la sedimentación de las arenas y gravas”.
Desde ahí las aguas pasan a través de un sifón invertido por debajo de la bahía, excavado como túnel en la roca del fondo, hasta llegar al pozo de succión de la estación de bombeo de Casablanca. “Es entonces cuando las aguas albañales son elevadas por medio de bombas centrífugas hasta el túnel bajo la loma de La Cabaña, que las conduce por gravedad hasta la Playa El Chivo”, agrega.
Agua revuelta no es ganancia de pescadores
“Pescar en la Playa El Chivo es algo común, desde hace años. Incluso, hay mucha gente que se bañaba, aunque ahora ya no”, dice Mabel Portuondo, artesana textil de la Feria de La Cabaña, muy cerca del lugar.
La ingeniera Yesenia Ibáñez, de la Delegación del CITMA en La Habana, opina que en la actualidad la playa presenta un creciente deterioro en la calidad de las aguas y degradación del paisaje debido al mal estado de las tuberías que vierten allí: “Esto trae consigo una reducción importante de sus usos, en particular del recreativo y el pesquero”.
Liuba Chabalina, funcionaria del CIMAB, explica que de forma integral fueron examinadas las fuentes contaminantes, así como la calidad de las aguas. Este estudio se realizó mediante el análisis de nutrientes, oxígeno disuelto, tóxicos orgánicos, metales pesados y diversos indicadores. “Gracias al resultado final de los estudios ejecutados se han elaborado las bases para los planes de rescate y conservación”, revela.
El más importante de esos planes es la firma de un convenio entre Cuba y Japón para la construcción de un nuevo emisario submarino. “El actual cumplirá este año un siglo de explotación, por lo que el servicio que presta no es el adecuado y es necesario sustituirlo”, explica Roberto González Arce, especialista en Inversiones y Proyectos de Colaboración del Grupo de Trabajo Estatal para el saneamiento, desarrollo y conservación de la Bahía de La Habana (GTE-BH).
Además, se hizo un trabajo de restauración en las uniones de las tuberías que, por el tiempo de uso, presentaban filtraciones de tamaño considerable. El nuevo emisario deberá entrar en funcionamiento en el año 2016.
“Todo eso está bien, pero la playa sigue muy sucia. Yo por ahí ni paso, lo mismo te puedes encontrar excretas humanas flotando en el agua que ofrendas para los santos en la orilla, con alimentos descompuestos. Y ni hablar del mal olor que en ocasiones inunda el lugar. La población es una de las principales culpables de que la costa esté así”, se lamenta Nora Echevarria, vecina del reparto Camilo Cienfuegos, colindante a la Playa El Chivo.
La educación ambiental aún está “verde”
Claudia María Martínez Lugo, funcionaria de la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología en Habana del Este, explica cómo en diferentes escuelas y barrios de la comunidad se diseñó un programa de actividades que comprendió la realización de talleres, coloquios y seminarios encaminados a divulgar los principales problemas ambientales presentes en el municipio.
Estas actividades consistieron en charlas con funcionarios del CITMA y especialistas en medio ambiente, proyección de documentales, así como la recogida de desechos en las playas y costas del municipio.
Lázara Pomares Ángel, subdirectora de la secundaria básica Otto Barroso, cercana a la Playa EL Chivo, explica la importancia del trabajo de concientización, dígase, talleres y conferencias que se llevan a cabo en las escuelas del área. “Gracias a esas actividades, se fomentó en el centro una conciencia ecológica y se inculcó en nuestros alumnos el respeto por la naturaleza”, considera.
Sin embargo, este trabajo de concientización no tiene el impacto esperado en los infantes de la zona, pues muchos se escapan de la escuela para darse un chapuzón en la playa, como explica el estudiante de noveno grado Maykel*: “Siempre es a escondidas de mis padres porque ellos no me dan permiso, dicen que la costa está muy sucia y es peligrosa”.
El Artículo 70 de la Ley No. 81 del Medio Ambiente estipula que “toda persona natural o jurídica que por su acción u omisión dañe el entorno está obligada a cesar en su conducta y a reparar los daños y perjuicios que ocasione”. No obstante, la Playa El Chivo parece estar al margen de esta ley, al no constatarse en ella la presencia de agentes del orden.
Como opina Leonardo Infante, custodio de las oficinas de Seguridad Vial a la salida del Túnel de la Bahía, una mayor rigurosidad en las multas a los infractores disminuiría la cantidad de basura vertida en la playa.
Los esfuerzos por eliminar el derramamiento de aguas negras en la playa están en marcha. Gracias a un convenio entre Cuba y Japón se instalará y dará mantenimiento al emisario. Entonces se verá considerablemente más limpia, dice Maidán Rodríguez, especialista del Programa de Educación Ambiental Marina del Acuario Nacional de Cuba, que lleva a cabo trabajos de instrucción en los consejos populares colindantes a la Playa El Chivo, “pero de nada servirá si la población no los apoya con una mentalidad ecologista y sigue contaminando el litoral”, sentencia.
*La identidad ha sido omitida a petición de la fuente.
Pie de foto: 1-Emisario Submarino (Cortesía de Miguel Alfonso Fleites). 2-Las aguas albañales del municipio Habana del Este van a parar a la Playa del Chivo.
Ficha Técnica:
Tema: Contaminación en la Playa El Chivo.
Objetivo principal: Demostrar que pescar y bañarse en las aguas de la Playa El Chivo es peligroso para la salud humana.
Objetivos colaterales: Mostrar que el emisario submarino es el principal contaminante. Exponer las medidas para la descontaminación de la playa. Explicar que la población es otra de las fuentes contaminantes.
Fuentes directas no documentales:
Fuente- Tipo de Fuente- Tipo de Juicio:
Isabel Fonseca, Departamento de Epidemiología del Hospital Naval. ESPECIALISTA. ANALÍTICO Y VALORATIVO.
Pescador Herminio Vera. IMPLICADA. ANALÍTICO, DISYUNTIVO.
Doctora Yusimí Castellanos, especialista del Departamento de Medicina Preventiva del Policlínico Gregorio Valdés. ESPECIALISTA. ANALÍTICO Y VALORATIVO.
Joel Mendoza, pescador. IMPLICADO. ANALÍTICO, DISYUNTIVO.
Idania Periles, especialista del Departamento de Contaminación del Centro de Ingeniería y Manejo Ambiental de Bahías y Costas (CIMAB). ESPECIALISTA. ANALÍTICO Y VALORATIVO.
Cristóbal Echenique, especialista del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH). ESPECIALISTA, NO IMPLICADA. SINTÉTICO.
Ingeniera Yesenia Ibáñez, de la Delegación del CITMA en La Habana. ESPECIALISTA. ANALÍTICO Y VALORATIVO.
Maidán Rodríguez, directora del Programa de Educación Ambiental Marina del Acuario Nacional de Cuba. ESPECIALISTA. ANALÍTICO Y VALORATIVO.
Liuba Chabalina, funcionaria del Centro de Ingeniería y Manejo Ambiental de Bahías y Costas. ESPECIALISTA. ANALÍTICO Y VALORATIVO.
Roberto González Arce, especialista en Inversiones y Proyectos de Colaboración del GTE-BH. ESPECIALISTA. ANALÍTICO.
Nora Echevarría, vecina del reparto Camilo Cienfuegos. NO IMPLICADA. VALORATIVO.
Mabel Portuondo, artesana textil de la Feria de La Cabaña. NO IMPLICADA. VALORATIVO.
Claudia María Martínez Lugo, funcionaria de la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología en Habana del Este. IMPLICADA. ANALÍTICO.
Lázara Pomares Ángel, subdirectora de la Secundaria Básica Otto Barroso. IMPLICADA. VALORATIVO.
Maykel*, estudiante de noveno grado. IMPLICADA. VALORATIVO.
Leonardo Infante, custodio de las oficinas de Seguridad Vial a la salida del Túnel de la Bahía. NO IMPLICADA. VALORATIVO.
Fuentes documentales:
Dossier Cámara de Rejas de La Habana: Cien años (1912-2012).
Ingeniero Francisco L. Paz Labrada, especialista del GTE-BH en: Plan maestro del alcantarillado y drenaje en la Bahía de La Habana, Revista El Pelícano, Junio número uno de 2006.
Informe final. Estudio del Alcantarillado y el drenaje pluvial en la cuenca tributaria de la Bahía de La Habana. Nihon Suido Consultans Co. Ltd., Enero de 2004.
Ley 81. Disposiciones sobre Medio Ambiente.
Soportes a emplear:
Hecho: En la actualidad hay personas pescando y bañándose en la Playa El Chivo.
Contexto: Los estudios realizados indican que existe gran contaminación en esta playa.
Antecedentes: Datos de por qué se instaló un emisario submarino allí.
Proyecciones: La instalación de un nuevo emisario submarino en colaboración con Japón, para el año 2016.
Planos temáticos:
Pasado: La Playa El Chivo se seleccionó hace 100 años para la instalación de un emisario submarino.
Presente: Los años de explotación del emisario hacen que existan filtraciones y se contamine la playa, donde hay gente pescando y bañándose.
Futuro: La instalación de un nuevo submarino y la descontaminación de la playa.
Estructura:
Tipo de Título: Llamativo.
Tipo de Entrada: Descriptiva.
Tipo de Cuerpo: De bloques temáticos.
Tipo de Transición: Subtítulos.
Tipo de Cierre: Llamado a la acción.
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