FALTA CONCIENCIA DE LOS JÓVENES EN LA PROTECCIÓN DEL MALECÓN HABANERO
Después de cinco años, el plan de ayuda de estudiantes y trabajadores de la Residencia estudiantil Lázaro Cuevas a la costa del mar no alcanza su objetivo.
Texto y foto:
ANH NGUYEN HAI,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
La Habana posee un Malecón de ocho kilómetros de longitud el cual llama la atención de sus habitantes. Durante toda su historia ha sufrido la contaminación por parte de sus visitantes, sin embargo, durante los últimos años esta conducta irresponsable se ha incrementado.
Por este motivo, la Residencia estudiantil universitaria Lázaro Cuevas estableció un programa medioambiental con el propósito de proteger la zona próxima al Malecón, no obstante, después de cinco años transcurridos todavía no hay éxito en dicha tarea.
Para que los jóvenes universitarios puedan comprender de forma más afectiva la importancia del cambio climático y sus afectos en la vida del ser humano, la Universidad de La Habana organiza algunos programas para los estudiantes. El de la beca F y 3ra. es una muestra de ello.
“Conservar el Malecón limpio no es sólo un acto importante de los estudiantes y los trabajadores de la Residencia, sino también de toda la población cubana”, refirió Urbano Espinosa, director de la beca.
“Cinco años atrás, con la dirección de la Universidad, los educativos de la Residencia y la FEU incorporada, constituimos un evento para los becados consistente en limpiar el Malecón y las áreas colindantes. De esta manera retiramos los desechos desde el edificio Atlantic de la calle B hasta el estadio de la avenida G porque es una zona de constante tránsito y esparcimiento, vamos a cada hogar para hablar sobre el estado del Malecón y la importancia de conservarlo siempre limpio”, informó Lily González, trabajadora educativa de la residencia y especialista del programa.
“Siempre tratamos de crear las mejores condiciones de trabajo para los participantes. La beca prepara muchos instrumentos de limpieza como escobas, recogedores, guantes y otros instrumentos que están destinados en el almacén de la residencia para ese tipo de actividad”, aseguró Espinosa.
“Después de diversas reuniones, nosotros y la dirección de la beca vamos a cada apartamento en busca de la atención de los estudiantes y de esta manera generalizar la actividad. Otros métodos son pegar el aviso en el mural de la residencia, mostrar documentales en el área recreativa en torno al asunto. Sin embargo, no recibimos el total apoyo de ellos”, manifestó Lianet Cruz Pareta, presidenta de la FEU de la beca.
Se conoce que este evento es una de las actividades más importantes en la residencia por parte la FEU, sin embargo, la cantidad de participantes es muy escasa: “Me interesa mucho el medio ambiente y los problemas en torno a él, pero es difícil dedicarle tiempo cuando el estudio lo consume todo”, compartió Luis Alberto Domínguez, estudiante de 3er año de Química.
Aunque casi todos los becados comprenden que proteger el Malecón es un acto necesario, hay varias razones que no les permiten participar, así lo declara Celia Lima Rodríguez, estudiante de 2do año de Historia del Arte, cuando se refiere a otros jóvenes que les gustaría incluirse en el programa, pero el tiempo es utilizado para viajar a sus hogares.
“Cuando estuve en primer año, me interesó y participé, pero me sorprendió la poca cantidad de becados, por otra parte, no vi ninguna persona perteneciente a la dirección de la beca o especialista medioambiental que me informara respecto al estado actual de Malecón. A partir de entonces no he prestado atención a las demás movilizaciones que la beca a efectuado”, refirió Modesto Díaz Serpa, estudiante de 3er año de Historia del Arte.
La FEU y el director de la beca siempre afirman que esta es una actividad importante, no obstante, nadie posee el verdadero sentido de pertenencia con el asunto. La FEU supone que los becados no han hecho conciencia, los estudiantes admiten que los organizados no proceden correctamente. Entre tantos litigios los intentos han quedado relegados a simples palabras.
“Los jóvenes a menudo llegan a comer aquí. Aunque hay cestos para los desechos de alimentos, en cuanto terminan de consumirlos, dejan las cajas y las latas en el Malecón”, agregó la administradora del restaurante Di Mar, Marina Pérez Alfonso.
Si el Malecón se encuentra sucio no es sólo responsabilidad de jóvenes o estudiantes sino también de los vecinos de sus alrededores. “Los estudiantes no somos los únicos que llegamos al Malecón para relajarse, por eso, no debe caer sobre nosotros toda la responsabilidad”, manifestó Claudia Hernández, estudiante de 2do año de Letras.
Después de escuchar las quejas de los vecinos acerca de los estudiantes, el director de la beca expone que la actividad en el próximo año será más seria y brindará excelentes resultados. También se trabajará con las autoridades y vecinos para ampliar el tamaño de la tarea.
Compartió sus criterios la especialista del programa, Lily, al añadir que el Malecón es la cara de la ciudad, no hay necesidad de esperar por actividades que nunca se concretarán, debe existir una conciencia en los habitantes de la capital que permita mantener constantemente la higiene y protección de nuestro patrimonio en general. Mientras esta conciencia no se genera entre nosotros se deben tomar medidas como la que la Residencia estudiantil Lázaro Cuevas ha tomado, esta vez no con vagas promesas sino con resultados concretos.
Pie de foto: Un grupo de estudiantes de la beca F y 3ra recogiendo la basura en el Malecón.
Ficha técnica:
Tema: Educación ambiental en la Residencia estudiantil universitaria Lázaro Cuevas
Propósito central: Divulgar el programa de proteger al Malecón de los becados y los trabajadores.
Propósito colateral: Se muestra las maneras de conservar el Malecón, calidad del programa, opiniones de los vecinos acerca de los jóvenes.
Estrategias de fuente:
Urbano Espinosa, director de la beca; Lily González, especialista del programa en la beca; Lianet Cruz Pareta, presidenta de la FEU de la beca; Luis Alberto Domínguez, estudiante de 3er año de Química; Celia Lima Rodríguez, estudiante de 2do año de Historia del Arte; Modesto Díaz Serpa, estudiante de 3er año de Historia del Arte; Vecina y la administradora del restaurante Di Mar, Marina Pérez Alfonso; Claudia Hernández, estudiante de 2do año de Letras.
Soportes:
Hecho: La Beca F y 3ra establece un evento de proteger el Malecón para los estudiantes. El programa no llama la atención de los becados.
Contexto: La necesidad de proteger al Malecón de la suciedad, lo cual repercute en el cuidado medioambiental.
Antecedente: La Universidad de La Habana lleva a cabo las actividades de proteger el medio ambiente con el objetivo de construir conocimiento para los estudiantes.
Tipo de juicios:
Juicio de valor: Opinión de director de la Beca y especialista.
Juicio de disyuntivo: Opinión de los estudiantes y los vecinos.
Juicio de analítico: Las razones que el programa no tiene el éxito tras cinco años realizados.
Tipo de título: Genérico.
Tipo de Lead: Sumario de Quién.
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