UN VIEJO ZORRO DEL MICRÓFONO
Orlando Castellanos Molina es un paradigma del periodismo radiofónico revolucionario.
LAM NGUYEN, RAYMON DARIEL RODRÍGUEZ Y ALEJANDRO ROJAS,
estudiantes de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Estrella Díaz: ¿Quién es Orlando Castellanos?
Orlando: Un fulano que quiere vivir y ha vivido alegremente toda la vida, porque la felicidad es haber vivido rodeado de cariño, la amistad y la simpatía de la gente. La felicidad es poder conversar con alguien de lo humano y lo divino. Para mí la felicidad es poner la cabeza (claro, tratar de que la almohada sea bien blandita) y poderme dormir tranquilamente y levantarme al día siguiente, mirar al espejo y sacar la lengua para reírme de mí mismo (Castellanos, O. Más Palabras Grabadas. La Habana, Ediciones La Memoria. 2007 p.9).
Orlando Castellanos Molina nació en Ciego de Ávila el 24 de diciembre de 1930. Hizo su debut como locutor en la CMJO de esa provincia en 1939 y en ese mismo año su padre, Isidro Castellanos Pérez, le compra la CMJI, emisora en la que trabaja en programas como El preguntón Infantil.
Su labor profesional comienza en 1945 como locutor, director de programas y promotor de anuncios comerciales, en su ciudad natal, en Camagüey y Morón, estas labores las realiza hasta principios de 1960.
Durante el año 1959, realiza las primeras entrevistas de su carrera a un grupo de esbirros de la dictadura que estaban en prisión. Para 1960 viaja a La Habana, donde atiende la dirección de programas de Unión Radio, a su vez trabaja en Radio Progreso, Radio Rebelde y se desempeña como locutor en los actos oficiales.
Castellanos es uno de los iniciadores de la Onda Corta Experimental, la primera vez que transmite para América Latina y Norteamérica es el 15 de abril de 1961 cuando da a conocer el bombardeo de los aviones estadounidenses a los aeropuertos nacionales y al día siguiente divulga en vivo, desde 23 y 12, en el Vedado, la proclamación del carácter socialista de la Revolución Cubana por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Ya el 1 de mayo de ese mismo año surge Radio Habana Cuba (RHC), donde ejerce la función de director de emisiones generales desde 1962 hasta 1965, luego va de subdirector del Noticiero Nacional de Televisión por 12 meses.
En 1967 viaja a Suecia para reportar las sesiones del Tribunal Russell, organismo fundado por el británico Bertrand Russell para evaluar la política exterior de Estados Unidos y la intervención de este país en Viet Nam. A partir de ese año y hasta 1968 fue corresponsal en Europa y Jefe de la corresponsalía de Prensa Latina en Praga.
Para 1971, vuelve a RHC como Director General de programación variada y crea su programa Formalmente Informal. Este programa fue su plataforma para el reconocimiento internacional, según contó su viuda, Virgen Gutiérrez.
Castellanos entrevistó en su carrera periodística a disímiles personalidades del ámbito cultural, político y social, entre ellas están Onelio Jorge Cardoso, el cuentero mayor, Nicolás Guillén, poeta nacional, Dulce María Loynaz, Alejo Carpentier, Carilda Oliver, Bola de Nieve, Gabriel García Márquez, Cintio Vitier, Raúl Roa, Tomás Gutiérrez Alea (Titón), Alicia Alonso y Mario Benedetti; sus entrevistas son recogidas en la colección Palabra Viva, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
Para 1972 Castellanos viaja a Nicaragua como reportero del Campeonato Mundial de pelota celebrado en aquel país. Pedro Martínez Pírez, subdirector de Radio Habana Cuba, contó que para esa ocasión Orlando decía no estar preparado para un evento de tal magnitud, sin embargó, narró un juego con un estilo muy personal en el que demostró sus habilidades como periodista y locutor, además de su vasta cultura.
Durante el año 1973 se desempeña como corresponsal de guerra en Viet Nam y Laos, posteriormente viaja a Venezuela donde entrevista al recién electo presidente Carlos Pérez. Luego va a México con la delegación encabezada por Haydée Santamaría. Por 1978, en España entrevista, entre otras personalidades, a Rafael Alberti y a Camilo José Cela.
En 1979 fue su primer ciclo como Jurado del Premio Casa de las Américas en el género de Testimonio. Un año después sale hacia Nicaragua con motivo de la celebración del primer aniversario sandinista. Durante 1982 recibe la distinción Raúl Gómez García, otorgada por el Sindicato Nacional de la Cultura, así como la Distinción por la Cultura Nacional, otorgada por el Ministerio de Cultura, y Ciego de Ávila lo declara Hijo Distinguido en 1986.
Después asume como director de Radio Taíno, emisora de la cual fue fundador también. Ya para 1988 fue designado Director de Información del Ministerio de Cultura y en 1989 viaja a España nuevamente, esta vez junto con el ballet de Alicia Alonso.
La Medalla Félix Elmuza, otorgada por la Unión de Periodistas de Cuba se la otorgan en 1990, justo cuando ve la luz su primer libro de entrevistas Formalmente Informal, publicado por Ediciones Unión. Sus entrevistas a Bola de Nieve y a José Antonio Méndez se publican en plaquettes –una publicación de tamaño pequeño que se usa principalmente para difundir obras literarias de corta extensión- por la misma editora dos años más tarde y luego la de Eliseo Diego.
Colombia lo vio en su Universidad de Medellín por 1994, donde viajó a impartir conferencias y talleres sobre el arte de la entrevista.
En 1995 recibe el Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida. Respecto a este galardón, Virgen contó que ese año llegó a su casa antes de la premiación y anunció tristemente que no fue invitado como jurado. Por el tono en su voz, la viuda comenta que preguntó asustada si había tenido problemas o discutido con los organizadores y como alma que se lleva el diablo comenzó a reír y a decir que fue nominado y para su sorpresa a los pocos días regresó con el premio y la satisfacción del reconocimiento de sus compañeros.
Antes de su muerte, se publica Palabras Grabadas, otro libro de entrevistas, por Ediciones Unión y el 19 de enero de 1998 falleció producto del cáncer que padecía.
La última entrevista que realizó fue a Pedro Martínez, a quien llamó a su casa para dedicarle un programa, pues a pesar de su enfermedad, nunca dejó de producir lo que le gustaba y cuando finalizó, Pírez le devolvió el gesto entrevistándolo, pero esta no es la última que le realizan, ya que su técnico de audio dos días antes de que dejara de existir logra que hable sobre su carrera y vida.
Durante su extensa carrera como periodista fue reconocido con más de sesenta premios y menciones en concursos nacionales. El mismo año que recibió el Premio Nacional de Periodismo fue nominado al Premio Príncipe de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades, pero ese año el laureado fue José Luis López Aranguren, periodista de la agencia española EFE, fundada en 1939, convirtiéndose en la primera en idioma español.
Sus trabajos aparecen publicados en las revistas Unión, La gaceta de Cuba, Casa de las Américas, Revolución y Cultura, Letras Cubanas, Cuba internacional, así como publicaciones de varios países latinoamericanos y España.
Integró el ejecutivo de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y fue miembro de la presidencia de esa institución.
Orlando Castellanos fue un periodista toda su vida, creemos después de la investigación realizada, que su principal legado a los jóvenes es la forma de entrevistar tan particular que tenía. A decir de sus entrevistados y compañeros, fue el más grande entrevistador del medio y así lo expresaron en el programa Legado de Radio Progreso, en 1995.
Para Marlen Esterellas, Orlando dejó a las nuevas generaciones el ser periodista en todo momento, nunca desvincularse de la profesión, pues las personas del gremio no pueden desprenderse de su identidad. Tomarse un café con Castellanos era una clase magistral, comentó la periodista de Radio Taíno, cada persona que se relacionaba con él aprendía, eso lo conviertía en un gran amigo y una referencia para los aprendices del género radial y de la prensa en su totalidad.
Ángela Oramas, periodista, expresó que Orlando legó un ser humano a la posterioridad, pues no todos los días nace un hombre capaz de entender a todos por igual y con un sentido del humor y la seriedad tan grande como el de él. Fue un maestro en todo el espectro de la palabra.
Rodolfo Mignini: ¿Qué le diría a un joven que empieza en las lides del periodismo?
Castellanos: (…) le diría que lo primero que tiene que saber es si le gusta, si quiere esa profesión, si está convencido, si eso es lo que quiere hacer, y entonces, si está seguro, que trate de hacerlo con todo el cariño, con todo el amor, que trate de hacerlo lo más limpio posible. Que haga un trabajo creíble, donde no se le pueda señalar un fallo, un error, una mentira. Que sea un trabajo donde cada vez que entre a hacerlo sea como la primera vez, como el amor de esa primera vez. (…) leer mucho, eso es en gran medida lo más importante, escuchar mucho a los que tiene experiencia, escuchar buena música, que no es sólo la de Beethoven (…) (Castellanos, O. Más Palabras Grabadas. La Habana, Ediciones La Memoria. 2007 p.16)
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