VAMPIROS, ¿SOLO EN LA HABANA?

Cuba cuenta con una especie autóctona de murciélago existente hace 4 000 años.

LISANDRA AGUILAR WONG,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cuba posee los únicos restos de una especie de murciélago vampiro autóctona de la Isla. Extinta hace 4 000 años en el periodo Cuaternario, se conserva desde 1974 en el Instituto de Ecología y Sistemática de La Habana, institución que tiene como misión ampliar  los conocimientos sobre biodiversidad mediante estudios sistemáticos integrales.

Científicamente nombrado como Desmodus puntajudensis, existió solo en el archipiélago. “Debió alimentarse de la sangre de perezosos, mamíferos terrestres más grandes de las Antillas, y la desaparición de estos últimos determinó su extinción”, aclaró Gilberto Silva Taboada, curador naturalista superior del Museo Nacional de Historia Natural y primer Premio Internacional Lázaro Spallanzani que otorga la Asociación Americana de Murciélagos.

Según la compilación de textos científicos Mamíferos en Cuba, con edición de Rafael Borroto-Páez, los primeros restos de la especie fueron encontrados en una cueva de Santa Fe, en La Habana, en 1958.

Los primeros estudios respecto al tema describieron al Desmodus rotundus murinus, vampiro común en Centroamérica. Sin embargo, el cráneo casi completo desenterrado en un depósito fosilífero en Punta Judas, Sancti Spíritus, demostró el hallazgo de una nueva subespecie cubana.

Este animal, perteneciente a la familia Phyllostomidae, acudía a las galerías de las cavernas para refugiarse durante el día. Fósiles encontrados en la Habana y Matanzas confirman su presencia entre la zona occidental y central del país. Los restos hallados en las Cuevas Blancas de La Habana, hábitat de algunas familias de lechuzas, confirmaron que estas aves nocturnas se alimentaban del comúnmente llamado vampiro cubano.

Joao Martínez López, investigador del grupo de paleontología y paleogeografía del Museo Nacional de Historia Natural, agregó que “los murciélagos vampiros se encuentran únicamente en América Central y del Sur y los tres tipos existentes en la actualidad sacian su apetito con solo diez mililitros de sangre”.

Agregó que atacan a sus víctimas mientras estas duermen, inoculándoles en su mordida un líquido que impide la coagulación de la sangre y facilita su absorción.

Las extinciones del Cuaternario (desde 2,59 millones de años hasta el presente) eliminaron a más de las tres cuartas partes de los mamíferos terrestres conocidos en las Antillas Mayores. La cifra equivale al 90 por ciento del total de esas especies, según el texto Compendio de los Mamíferos terrestres autóctonos de Cuba vivientes y extinguidos, de Gilberto Silva Taboada, William Suárez Duque y Stephen Díaz Franco.

Pie de foto: Vista lateral, dorsal y ventral del cráneo del murciélago vampiro denominado científicamente Desmodus puntajudensis.

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