LA FIESTA DEL CELULOIDE REGRESA A VUELTABAJO

La ciudad de Pinar del Río deviene subsede del quehacer fílmico de América Latina, a propósito de la reapertura del Cine-Teatro Praga.
Texto y foto:
JORGE YACER NAVA QUINTERO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
En la sala oscura decenas de personas observan expectantes una pantalla blanca. El silencio se deshace poco apoco con el sonido de una rueda mecánica, mientras un rayo de luz proyecta sobre la pantalla veinticuatro imágenes por segundo. La gente salta, se pellizca, grita de estupor, ríe y se frota los ojos… es el cine.
El Festival del Nuevo Cine Latinoamericano que se celebrará del 5 al 15 de diciembre en La Habana (2013), promete ser un multiplicador de la experiencia fílmica en toda la Isla. Con el propósito de informar cómo acontecerá el evento en la región más occidental de Cuba, Misael Ledesma Medina, director del Centro Provincial del Cine en Pinar del Río, respondió a esta entrevista.
-El Festival es un suceso cultural de innegable
trascendencia en Cuba y gran parte del mundo.
¿Para Pinar del Río, en particular, cuánto de
nuevo y de festivo tendrá la
vigésimoquinta edición de este evento?
Esta edición será especial por la reapertura del Cine Praga, el cual estuvo cerrado más de ocho años y abrió sus puertas nuevamente este 9 de septiembre, equipado con tecnología de punta: una pantalla de óptima visualización con proyección de forma digital y un sistema de audio de alta referencia. Todo ello ha posibilitado que Pinar sea subsede del Festival y que se presenten doce de las películas que compiten este año, entre ellas La Demora, 7 Cajas y Ruta de la Luna. El público podrá ver el cine de primera mano tras años de ausencia.
-¿Desde el punto de vista técnico y
organizativo, qué dificultades ha debido
enfrentar la ciudad como subsede?
No tenemos dificultades técnicas, todas las condiciones están creadas. No obstante, desde el punto de vista organizativo sí tenemos algunas insatisfacciones que deben superarse. Existen fallos en la promoción que es determinante para ganar público y lograr que las películas sean taquilleras. El problema es subjetivo
-¿Qué estrategias se han trazado para
lograr la socialización del Festival
más allá de la proyección fílmica?
No solo proyectaremos los filmes, también habrá espacio para debatirlos. Hemos seleccionado películas que por la importancia de la temática social que abordan, serán presentadas y sometidas al análisis por especialistas como el profesor universitario Luis Figueroa y los realizadores Reinaldo Miranda, José (Pepe) Vera y Rolando Pérez.
-¿Cómo se vincularán las actividades
habituales del Praga a la cartelera de
esta festividad cinematográfica?
Las actividades habituales del programa del Cine darán vida cultural a esta etapa. Después de las películas en La Pérgola habrá diversos espacios como Trova Libro, La Canchita, encuentro para el debate de jugadas de fútbol, La Vitrola, que agrupa artistas de la tercera edad, y Entre mujeres, protagonizado por las damas del arte vueltabajero. Cada una estas actividades estará vinculada al séptimo arte.
-¿Habrá representación de los realizadores
pinareños en la competencia por el Coral?
Sí, por primera vez Pinar tendrá cinco documentales compitiendo: El secreto de la Vega, del realizador José Manuel Fernández Paulin (Producciones VILLAVERDE); El hijo de la patria, de José de Jesús González Vera (Producciones IMAGO); El pelotero ruso en las Minas, de Tito Osaba, realizador independiente; y El médico bueno, de Pedro Paredes (Producciones FRAGUA).
-¿Qué posibilidades reales hay de extender
la subsede al resto de los municipios?
No es difícil extender la subsede a los otros municipios, el año pasado lo hicimos en Viñales y el anterior en San Juan. El problema es que los filmes que tenemos no pueden comercializarse, no existe una red distribuidora. Las películas se reciben como muestra única. Eso impide su proyección más allá del espacio en el que se coordinó: una sola subsede y una sola muestra.
-El hecho de que el Praga estuviese cerrado
durante más de un lustro impone el reto de
enamorar para el cine a quienes no han
crecido con él y de reenamorar a quienes la
ausencia le supo a olvido.
¿Cómo se asume ese desafío?
Ese reto no ha sido tan difícil porque, de acuerdo con nuestras estadísticas, el 67 por ciento de los que asisten al cine son jóvenes y niños. Eso quiere decir que entre los jóvenes es donde hemos logrado la mayor aceptación, son los que más necesitan el espacio cultural. Sin embargo, tenemos que seguir buscando el lugar para los antiguos cinéfilos vuelvan a las salas oscuras, el verdadero desafío son las personas adultas. Es necesario para eso un proceso de adaptación y crear las condiciones subjetivas, sobre todo, de divulgación.
-Uno de los elementos representativos del Festival
del Nuevo Cine Latinoamericano es el tema
instrumental Desde mi aldea, compuesto por
José María Vitier. ¿Cree que es posible desde
nuestra aldea, rodeada de mogotes y de ríos,
ayudar a componer la melodía del
nuevo cine latinoamericano?
El debate y la participación mayoritaria de nuestro público pueden contribuir al cine latinoamericano. En el ánimo del pueblo vueltabajero está presente el deseo de vivir el Festival. El cine crece también desde Pinar del Río.
Pie de fotos: Después de ocho años cerrado, el Praga abre sus puertas al Festival. “El cine también crece desde Pinar del Río”, asegura Misael Ledesma.
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