INÉS DEL ORO
Cercano al medio milenio de vida, el más valioso de los botines del siglo XVI, encontrado bajo aguas del hemisferio occidental, reposa en el castillo de La Real Fuerza de La Habana.
DAVID RODRÍGUEZ SÁNCHEZ-GALARRAGA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
El tesoro más valioso del siglo XVI americano, hallado entre los restos de un galeón español próximo a la isla Inés de Soto, en Pinar del Río, descansa desde el 2008 en la sala de metales preciosos del museo-castillo de La Real Fuerza de La Habana.
Barras de oro y plata, procedentes de las minas mexicanas Taxco y Guachinando, cercanas a la ciudad de Veracruz, y un centenar de monedas españolas, atesora la fortificación como muestra de los 17 000 objetos encontrados durante el verano de 1992 dentro del buque, luego de permanecer más de 400 años en las profundidades marinas.
A 22 años del hallazgo del galeón, el licenciado en Historia, Jorge Echeverría Cartela, museólogo de la citada institución, afirma: “El botín del pecio Inés de Soto ha sido el más subastado entre los encontrados bajo las aguas de este hemisferio”.
Echeverría Cartela testifica, además, que el tesoro poseía la mayor cantidad de prendas, halladas en América, procedentes de los reinados españoles de Fernando e Isabel (los Católicos), Carlos I (también monarca alemán) y Felipe II.
El especialista en numismática y miembro del equipo de investigación, Alfredo Díaz Gámez, considera que por la longevidad y procedencia de los metales preciosos, el galeón perteneció a la Flota de Nueva España entre 1556 y 1572, período en que naufragó mientras se dirigía al puerto habanero.
Díaz Gámez también asegura que otra exclusividad de esta fortuna es la única moneda de oro hallada en el tesoro, que presenta en su anverso el blasón cuartelado de Castilla, León, Nápoles, Navarra, Aragón y Sicilia, (ciudades gobernadas por Carlos I de España y V de Alemania, y por su madre Juana “La loca”), y en su reverso la cruz hebrea de Jerusalén.
En el libro testimonial, Naufragio en Inés de Soto, editado en 1998 por el colectivo de especialistas que intervino en el rescate del pecio, el Máster César García del Pino, Premio Nacional de Historia, señaló que el hallazgo de dos astrolabios dentro del botín, certifica un hecho único, pues las decenas de buques de la época encontrados en el continente han tenido solo uno de estos instrumentos de navegación.
El texto también expone detalles sobre piezas de orfebrería procedentes de las regiones andinas del Perú, tales como botijas de barro rojo, y de algunas armas de combate sobrevivientes a la erosión de cientos de años.
El rescate del galeón concluyó en 1994 y estuvo a cargo de la empresa turística Caribe Subacuático (CARISUB), regida por la corporación CIMEX. En el proceso participaron un centenar de especialistas, técnicos, buzos, marinos y una decena de embarcaciones.
Pie de fotos: 1-En el reverso de la única moneda de oro hallada en el botín, perteneciente al reinado de Carlos I de España y V de Alemania, se puede apreciar la cruz hebra de Jerusalén. 2-Disco de oro de 412 gramos y 23 centímetros de diámetros, proveniente de las minas mexicanas de Taxo.
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