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Isla al Sur

MÁS QUE UN MUNDO DE PALABRAS REBUSCADAS

MÁS QUE UN MUNDO DE PALABRAS REBUSCADAS

A la sensibilidad humana y a la reflexión apela El reino de este mundo, una de las novelas más reconocidas del suizo-cubano Alejo Carpentier, ganador del Premio Miguel de Cervantes en 1977.

Texto y foto:
DACHELYS ALFONSO LEAL,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El viaje a Haití en 1943 suscita en Alejo Carpentier la necesidad de escribir una novela. Seis años después es publicada, luego de un estudio sobre la isla caribeña que le permite al narrador plasmar contextos históricos, geográficos y culturales verídicos.

Con El reino de este mundo, su segunda novela –le antecede ¡Ecué-Yamba-O!- el autor inaugura la tesis de lo real–maravilloso y en el texto refleja una historia imposible de ubicar en Europa porque desarrollar una sublevación con el veneno de hongos, creer en poderes licantrópicos e iniciar una rebelión con el llamado de los caracoles, es propio de las tierras del Nuevo Mundo.

La obra refiere los diferentes ciclos de la Revolución haitiana, mas no los prioriza. A partir de ese argumento, se presenta al hombre actuante ante los males sufridos por la sociedad en que vive, pero fiel a sus raíces. Recibe mayor atención, entonces, el valor de cada individuo, conferido por la lealtad con su designio histórico.

A través de las 198 páginas del libro, Carpentier sitúa a las masas populares como el hipocentro de la historia, o sea, su fuerza oculta.  Los caudillos de la gesta independentista no son los protagonistas de la narración. En cambio, el autor escoge a Ti Noel, personaje ficticio representante de la clase más segregada: los esclavos.

Él es el hilo conductor durante las cuatro partes de la novela; cada una, a su vez, está fraccionada en capítulos titulados y representados con números romanos. Caracteriza el inicio de cada parte un exergo, cita de otra autoría relacionada con el contenido posterior.

La obra se aleja del documento histórico para convertirse, dentro de la literatura universal, en referente del hombre americano con su ideología, costumbres y religión, pues no es exclusivo de Haití la simbiosis, la transculturación y el mestizaje. América Latina toda es un “ajiaco” de europeos, negros africanos y aborígenes nativos.

El narrador en esta obra juega con el tiempo. No continúa con la sucesión de los hechos cuando le parece más interesante la estancia de Paulina Bonaparte, representante de la realeza francesa, en la tierra de la primera revolución de negros. El erotismo caracteriza a esta dama “catadora de hombres”, atraída incluso por su acompañante negro. 

En 2014 se cumplen 61 años de la aparición de esta novela, publicada inicialmente por la editorial Edición y Distribución Ibero Americana de Publicaciones S.A., México, D.F (E.D.I.A.P.S.A). A pesar de los años, continúa siendo para el hombre una especie de reliquia, mezcla de magia, religión y realidad.

Carpentier fue el primer cubano ganador del Premio Miguel de Cervantes en 1977. Además, obtuvo el Premio Médici (1979) y escribió otros importantes libros como Los pasos perdidos (1953), El siglo de las luces (1962) y La consagración de la primavera (1978).

Pie de foto: Este libro es para el hombre una especie de reliquia, mezcla de magia, religión y realidad. La presente portada corresponde a la edición del 2009, de Letras Cubanas.

 

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