CARRIÓN Y SU IMPURA MÁS PURA
Texto y foto:
CLAUDIA PÉREZ VILA,
estudiante de primer año de Periodismo.
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Una de las novelas que refleja con mayor exactitud las formas de pensar y el sometimiento social en que vivían las mujeres en el siglo decimonónico cubano es Las Impuras, salida de la inspiración del autor Miguel de Carrión y de Cárdenas (La Habana, 9 de abril de 1875- 30 de julio de 1929).
Escrita en 1919 y varias veces publicada, el volumen emergió como relato de la prostitución en Cuba, impactando por su verosimilitud. En ese medio, una mujer que defiende su honradez, Teresa, también salvaguarda el derecho al amor, escapando de riquezas y títulos, aunque el destino la haga sucumbir y sea avasallada por la familia debido a su intento de liberación.
¿Impura?, esta caracterización de la protagonista muestra un período donde no importaban los valores humanos para llamar a una mujer así, pues como el autor describió: “Teresa tenía el fuerte optimismo de las mujeres creadas para el amor (…), poseía una seguridad derivada de una buena salud y una sangre rica, de una sexualidad fuerte y un espíritu libre de enfermizos terrores, para quien el mundo era hermoso mientras hubiese ojos para contemplarlo”.
La descripción de una sociedad intransigente que condena a las féminas solo por la valentía con que exponen sus sentimientos es el eje central del conflicto. Los desmanes políticos–económicos, farsas electorales y males neocoloniales eran conocidos por el pueblo, y el autor utiliza esos sucesos para hacer el análisis de una Cuba a espaldas de la corrupción e impulsando el sometimiento femenino.
Acerca de la calidad de la obra, Calvert Casey, periodista cubano, no concuerda con el reconocimiento dado a la misma y en 1963 afirmó: “Decir que Las Impuras es una gran novela, es faltarle el respeto a las grandes novelas”; mientras Alejo Carpentier, Premio Cervantes, señaló en una entrevista de 1975: ”Por los años 20, Miguel de Carrión me parecía el único escritor cubano importante”.
Para llevar el calificativo de grande, una obra debe estar perfectamente escrita, pero si se relata un suceso real y logra trascender en el tiempo no sería grande, sino eterna. El también autor de Las Honradas (1917) reveló los conflictos de la típica Habana del pasado siglo, marcando un sitio en la literatura cubana de todos los tiempos.
Durante la década del 20 del pasado siglo, la novela estuvo prohibida a causa del escándalo que generaba su lectura en el ámbito del puritanismo moral imperante. Luego, por los años 30, alcanzó reconocimiento y se convirtió en uno de los volúmenes literarios más exitosos, con numerosas ediciones, versiones teatrales, radiales y televisivas.
Muchas son las publicaciones en defensa de los derechos femeninos, pero Carrión aseguró su huella como defensor de la dignidad femenina, dejando ver que, en ocasiones, las impuras resultan ser las más puras.
0 comentarios