MÁS QUE UNA OBRA: LA VIDA
Julius Fucík, desde prisión y al borde de la muerte, en su último libro Reportaje al pie de la horca presenta uno de los testimonios más perturbadores de la literatura del siglo XX.
Texto y foto:
ALEJANDRA ANGULO ALONSO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
“Hombres: os he amado. ¡Estad alerta!”, así expresó Julius Fucík, periodista checo, en su libro Reportaje al pie de la horca, testimonio directo y perturbador de la brutalidad del fascismo.
Fucík, también autor del reportaje Desde la tierra donde el mañana ya es ayer (1932), tras el Pacto de Munich continuó con su labor periodística bajo el pseudónimo "Doctor Horak". El 28 de abril de 1942 fue detenido y sometido a constantes interrogatorios y torturas en la cárcel de Pankrác, situada en Praga, República Checa.
Reportaje al pie de la horca está basado en hechos reales y consta de ocho capítulos. El eje central es el propio autor, quien al ser condenado a muerte por su lucha antifascista, sintió la necesidad de denunciar la política de crimen hitleriana que segó la vida a más de 50 millones de personas.
Un aliado inesperado del periodista fue el guardia Adolf Kolínsky, quien suministró 167 tiritas de papel improvisado a la celda 267, donde estaba prisionero Fusík. Gusta Fucíková, hoja tras hoja, recopiló la última obra de su cónyuge, hasta publicarse en más de ochenta idiomas. Actualmente goza de notable éxito internacional y gran vigencia.
Sobre el tosco piso de su celda, el periodista retrató héroes y traidores. Reflejó el día a día en la prisión, los persistentes interrogatorios y la aniquilación física de los detenidos. En esas circunstancias, logró alcanzar un profundo conocimiento del hombre, así pudo detallar personas con rostros, deseos y esperanzas.
Reportaje al pie de la horca es un texto de ritmo trepidante y ágil narración con utilización clara y precisa del lenguaje, la frase exacta en el momento adecuado. Abarca multiplicidad de sentimientos, trozos de historia de la barbarie fascista en los que se materializa una lucha constante entre el desgarro y la esperanza.
La obra es una oda a la vida. Expresa fe en la humanidad y confianza en el futuro. Sus páginas son exponentes de la solidaridad humana manifestada en los momentos más terribles. Recrea el mundo de terror de la cárcel de Pankrác donde el hombre fue capaz de vivir, amar, trabajar y pensar.
Leer este libro es conocer a un ser humano entregado a la profesión que amaba, capaz de enfrentarse a la tortura por defender su ideología, pues como escribiera Alfredo Guevara, en el libro Dialogar, dialogar: “Gran periodismo hace quien tiene grandes pasiones”.
La presente edición fue publicada en julio de 1974, con motivo del III Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), bajo la tutela de la Editorial de Ciencias Sociales, con diseño de Esteban Ayala y corrección tipográfica de Ninón Alfonso. La traducción se realizó a partir del texto original en checo.
Pie de foto: Edición realizada con motivo del III Congreso de la UPEC en 1974.
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